Cuando se cumplen 25 años de la muerte de la enigmática Greta Garbo, su enorme influencia sigue de manifiesto en desfiles y tendencias
La fascinación que Greta Garbo causaba en el público, tanto masculino como femenino, sigue dando réditos. El glamour que destilaba, continúa dictando la moda 25 años después de su desaparición.
Greta Lovisa Gustafsson perdió a su padre a los 14 años; tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a su familia, vendiendo sombreros en el gran almacén P.U.B. (Paul U. Bergström) de Estocolmo. Pronto la contrataron para sus campañas publicitarias y mientras estudiaba arte dramático, comenzó a aparecer en cortos.
Su carrera en la Metro Goldwyn Mayer, surgió cuando el cine era aún mudo. Con los años, se convirtió en la protagonista femenina más importante de Hollywood, capaz de trasmitir con una simple mirada todo el mensaje que encerraba cada personaje. Su papel de «Ninotchka» , en 1939, giraba entorno a una funcionaria comunista rusa, que inesperadamente se enamora del mundo occidental, del capitalismo, de un conde francés y de un sombrero con forma de chimenea que antes había encontrado ridículo.
La Garbo prefería vestir pantalones y conjuntos de estilo pijama. La creadora Valentina Schlee ideaba para ella atuendos cómodos, prácticos y de corte andrógino. Valentía le aconsejaba “vestirse para el siglo, no para la temporada”, y fue así como la divina se creó un estilo eterno.
Puso de moda las camisas de corte masculino con pantalones amplios, tan actuales en 2015. Los acompañaba de zapatos tipo Oxford de cordones o bailarinas, algo impensable entonces.
Los vestuarios de sus personajes en Anna Karenina o Mata Hari modificaron para siempre la moda; los accesorios barrocos, turbantes orientales, tocados y mallas doradas de Mata Hari, cuajados de brillos, oro y pedrería han inspirado a creadores como Dolce & Gabbana, Zac Posen o Jean Paul Gautier.
Las lujosas túnicas y vestidos largos con apliques de pedrería, los ideaba su modisto favorito, Gilbert Adrian, a menudo copiando las ideas de Elsa Schiaparelli, la modista más famosa en los años 30. En “Inspiration”, los vestidos largos y fluidos llevaban un memorable despliegue de pedrería en el escote y las mangas. Algunos modelos eran imitados inmediatamente por las modistas de otros estudios de cine, y a su vez por los grandes almacenes, convirtiéndose en verdaderas tendencias. Décadas más tarde, desde Armani hasta Prada, se han inspirado en sus modelos.
Su carrera acabó voluntariamente cuando a los 36 consideró que se hacía mayor; Puso entonces de moda los jerseys de cuello vuelto así como el atuendo más actual: un trench discreto, una bufanda y un sombrero, combinados con pantalones muy sueltos, bolsos tipo cartera al hombro, zapatos planos e incluso zapatillas de tenis.
Con su largo cabello canoso sentó una tendencia actual. Su modernidad la llevo a practicar yoga e incluso a ser una de las primeras seguidoras del revolucionario método de Joseph Pilates.
Tratando de vivir en el anonimato, fue una verdadera fan de gafas y sombreros, que ocultaban su identidad de fotógrafos y curiosos. En realidad, la carismática belleza solitaria, icono de los años 30, siempre supo utilizar la moda para sus propósitos. Su controvertida vida privada y sus ansias de soledad, hicieron el resto, sellando el mito para siempre.
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