Kate Moss sabe como permanecer de actualidad, renovándose e inventando proyectos periódicamente. Ahora se centra, de nuevo, en crear su “propia” colección de moda dentro del entorno de la marca TOPSHOP, una empresa que a veces propone una moda “demasiado exagerada”, con estándares cualitativos que dejan que desear. Claro, a esos precios…
Kate vuelve a sacar su colección el 29 de abril de este año en Topshop. Hay bastante secretismo con la colección y se espera que arrase. Solo ha dejado ver algunas imágenes en las portadas de la prensa especializada.
Kate ha colaborado numerosas ocasiones con Topshop, obteniendo siempre grandes éxitos. Pero hacía tres años que no se prestaba al juego, quizás porque entre medias fue imagen de Mango y de otros proyectos, que impedían una doble presencia en campañas de moda. Kate Moss colaboró en 2007 con Topshop, en una línea algo distinta a su estilo habitual, que no obstante se vendió muy bien.
En 2008 realizó, ya con más práctica, una pequeña colección muy “guiada” por el propio equipo de Topshop, para asegurar el tiro.
En 2010 desarrolló una colección más amplia que construyó más cerca de su estilo propio.
Este año, Kate ha seleccionado prendas de sus propio guardarropa que se han replicado para la colección. Ha incluido muchos mini vestidos, vaqueros pitillo y blusas amplias.
Se trata de una selección de prendas más sofisticadas que en otras ocasiones, con muchos tonos metalizados e incluso una línea de vestidos de cocktail. También habra piezas de inspiración vintage.
Kate está satisfecha con una colección que ella misma se pondría, que mezcla estilos retro con estilos rockeros. 40 piezas diseñadas junto a Kate Phelan, la verdadera responsable creativa de las colecciones de Topshop.
No sabemos en qué medida, en estos años de colaboración entre Kate y la marca de moda,
se presta verdadera atención a lo que ella dice. Pero, lo que sí hace es promocionarla en los 5 continentes. En 23 días, veremos los resultados, que serán o fulminantes o decepcionantes. Sin punto medio. Auguramos un rápido vaciado de estanterías de Topshop porque Kate Moss sigue vendiendo.