Hay otros mundos, pero todos están en este, decía un anuncio de hace 20 años. Vemos lo que los tailandeses proponen en el recién abierto Hotel y Resort Naka Pukhet.
Lo han llamado las “matchbox villas”, las casitas de cajas de cerillas.
Es un hotel muy bien ideado: espacios iguales pero no simétricos, terrazas, dormitorios con vistas, piscinas individuales y palmeras por todos lados.
Que placer observar los entornos idílicos de Pukhet. Agua, bambú y vegetación.
El resort de NAKA phuket acaba de abrir y su única via de acceso es un estrecho camino de montaña. Las 94 villas comparten playa privada, un restaurante de primera, un delicioso spa en uno de los techos y una gigante piscina desbordante de tamaño olímpico.
Cada villa es un pequeño paraíso con un jardín y una orientación distinta. Algunas tienen piscina privada y jardín propio.
Y cada habitación tiene unas vistas privilegiadas del Mar de Andaman, un salón espacioso y suelos de teka.
La paz y la tranquilidad se pueden disfrutar al nivel del mar o desde las habitaciones más altas en las colinas.
La sencillez de los espacios y las formas no le resta un ápice de belleza al resort, sino que le otorga una personalidad zen.
Los espacios comunes son grandiosos en una simplísima geometría.
La luz del atardecer cambia por completo la percepción del lugar.