El “Luna Rossa” volverá a la Copa América. La embarcación del CEO de Prada, Patrizio Bertelli, se hará a la mar en la próxima edición de la gran regata. Si una actividad ha puesto de acuerdo alguna vez a Louis Vuitton y Prada, esta ha sido la Copa América de Vela, el trofeo más antiguo del mundo. Tras varios años fuera de campeonato, se ha anunciado que el “Luna Rossa” de Patrizio Bertelli volverá a buscar victorias.
La Copa América de Vela nació como un trofeo de plata que el marqués de Anglesey encargó al joyero británico Robert Garrard en 1848. Lo cedió al Royal Yacht Squadron de Cowes, que la ofreció como premio al vencedor de una regata en la Isla de Wight en 1851, con la mala suerte de que el barco ganador fue la goleta “América” del New York Yacht Club.
El trofeo permaneció durante 132 años en Nueva York e hicieron falta 25 desafíos para que la copa de plata cambiara de hogar, hasta que el equipo australiano se la llevó en 1983. La “Copa de las Cien Guineas” tiene el poder de ilusionar a los personajes más potentados del mundo dada la naturaleza de la regata, en la que un barco defiende su victoria y hay varios desafíando para quitarle el puesto: el ganador decide el lugar, las reglas y formato de la siguiente revancha.
Desde hace años, otra particularidad de la regata es que el trofeo previo que consigue el barco que desafía al vencedor de la edición anterior es la Copa Louis Vuitton. Es la empresa francesa, por tanto, la que esponsoriza una carísima competición, que incluye el desplazamiento y alojamiento de prensa, personalidades y ejecutivos allende los mares, así como la promoción de los actos. Ernesto Bertarelli con el Alinghi o Larry Elisson con el BMW Oracle, son algunos de los competidores frecuentes.
En varias ocasiones, el grupo Prada, competencia directa de Vuitton – organizador de estas eliminatorias- presentó su barco al desafío, llegando a ganar la Copa Louis Vuitton en el año 2000; todo un ejemplo de como Patrizio Bertelli, CEO de Prada y marido de Miuccia, supo sacarle partido a la inversión promocional de Louis Vuitton.
Las imágenes de Bertelli recogiendo la copa de manos de Yves Carcelle, el brillante y desaparecido presidente que cambió el curso de Louis Vuitton hace más de 20 años, son el reflejo de toda una inteligente “entente cordiale” entre los ejecutivos de ambas casas, que en su día incluso llegaron a comprar Fendi casi a medias para sus grupos respectivos.
El “Círcolo della Vela Sicilia” acaba de anunciar que Patrizio Bertelli se lanza en su nombre con el “Luna Rossa” al próximo desafío, si bien hace dos años había declarado su intención de mantenerse fuera de competición. Patrizio Bertelli – gran aficionado a la vela- botó en 1997 este barco que tantas satisfacciones le ha dado y que, con su preciosa silueta en plata con detalles en rojo ha servido de inspiración a colecciones deportivas de Prada.
Pero desde que en 2011 el Grupo milanés saliese a bolsa, las cosas han cambiado y ahora el “Luna Rossa” le pertenece a Bertelli personalmente. Quizás la inversión requerida para competir en las regatas y poner a punto la embarcación o crear una nueva, no compense a nivel económico al bajar los resultados financieros. No en vano, durante los primeros 10 años de vida el “Luna Rossa” costó unos 85 millones de euros sin contar tripulación y otros gastos. Aunque en el pasado el sagaz Bertelli contó con sponsors de la talla de TIM o Telecom para sufragar gastos, puede ser que ahora el nuevo Grupo Prada se mantenga al margen de la próxima Copa America, al menos empresarialmente hablando.
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