1. Una máquina cortadora y aplanadora de pasta.
La primera vez que vi semejante artilugio fue en casa de mis padres. Tenía unos 7 u 8 años y la abuela italiana de unas amigas le ofreció a mi madre la posibilidad de cocinar pasta desde “cero”. Los linguini que hizo aquel domingo, impecables, fueron toda una experiencia visual y gustativa, aunque la señora en cuestión pidió un inesperado pago tras la demostración. Al césar lo que es del césar. La pasta casera no tiene igual. Máquina de pasta Marcato, modelo Atlas, 96,90 euros, www.amazon.com.
2. Moldes de bundt. Para bizcochos y bavarois, con formas idílicas, como este de 34 euros de www.elesconditedelola.com.
3. Una panificadora. Para los que quieren preparar su propio pan sin dificultades. A los niños les encantará colaborar. Panificadora Moulinex, 134 euros, www.claudiaandjulia.com.
4. Robot para batir y amasar. Como este precioso Kenwood de estilo retro, que bate claras, amasa y decora. Robot de KitchenAid, desde 370 euros, www.elcorteingles.com.
5. Un termómetro de cocina. Indispensable para algunos platos al horno (vienen con cable que se adentra incluso en el interior del horno), como el lomo estilo sajonia o el pavo. Termómetro digital, 22 euros, www.claudiaandjulia.com.
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