El mundo profesional de la arquitectura y la decoración en los años 50 estaba enteramente en manos de hombres, salvo en el honroso caso de Florence Knoll, garante de la reedición de maravillosas piezas de mobiliario moderno.
Florence Knoll, que murió hace dos años tras llegar a los 101, fue lider del mercado de decoración moderna de interiores durante décadas. Fue ella la responsable del nuevo concepto de casas y oficinas que aún imperan.
Florence Marguerite Schust, nacida en Michigan en 1917 en el seno de una familia de clase media proveniente de Suiza, perdió a sus padres muy joven, por lo que fue enviada a un internado donde su mentora y profesora de arte la introdujo en la arquitectura y el diseño.
Desde los 15 años comenzó a hacer pinitos en el diseño de espacios e interiores en su internado de Bloomfield Hills, donde el arquitecto finlandés Eliel Saarinen trabajaba. La mujer de Eliel, Loja, se fijó en las capacidades de Florence, a la que en cierto modo ahijó.
Tras el colegio, Florence acudió a estudiar arquitectura a la Cranbrook Academy of Arts, una escuela también construida por Saarinen, donde siguió tanto en contacto con la familia finlandesa como con el filántropo que había financiado los edificios, George Booth.
Craanbrook comenzaba a convertirse en la escuela de diseño más emblemática, en la que también estudiaba el posteriormente archifamoso hijo de los Saarinen, Eero, que era compañero de juegos y de inspiración de Florence.
Tras sus estudios en Cranbrook, Florence Knoll, que había viajado por el mundo con los Saarinen, había coincidido con Alvar Aalto durante el verano en Finlandia, decidiendo tras su consejo seguir su formación en Londres varios años más, entrando allí en contacto con Marcel Breuer. Tras ese paréntesis, se enroló en el Armour Institute of Chicago, teniendo como profesor al sobresaliente Mies vander Rohe, que influyó en Florence de un modo evidente.
Ya en Nueva York, Florence comenzó a trabajar en Knoll, una empresa de fabricación de mobiliario de primer nivel fundada en 1938 en Nueva York, como filial local de los fabricantes alemanes del mismo nombre. Lanzada en USA por el hijo de Walter Knoll, Hans, pronto se convirtió en una entidad mayor que su casa madre.
Florence y sus contactos fueron clave para lanzar Knoll en USA, consiguiendo licencias de los mejores arquitectos y diseñadores. Hans Knoll y Florence se enamoraron, se casaron, y ella fue tomando un rol clave en la empresa. Mañana más.
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