La moda cambia y evoluciona de modo cíclico, inventando nuevos códigos de estilo que juegan con las tendencias y recuperan piezas del pasado. Pero las “pièces de résistance” o básicos del guardarropa, siempre incluyen clásicos de alto nivel que nunca aburren. Aquí van 7 piezas que suponen una inversión pero que seguirán siempre vigentes.
- Bolso Gucci 1955. Recuperado de los archivos de la casa y relanzado este pasado año, este modelo, impecablemente realizado en un cuero que dura intacto muchos años, es un fiel reflejo de los primeros bolsos modernos de la casa, que salieron del taller en la fábrica de Scandicci en los años 50.
- Zapatillas deportivas de Loewe. Inspiradas en las Adidas de los años 70 que todos los jóvenes de entonces integraron en su guardarropa, esta versión vestida, elegante e intemporal, aúna un colorido discreto a una original representación del logotipo, una de las claves del éxito de la casa madrileña que ha reinterpretado con acierto Jonathan Anderson.
- Chaqueta en tweed de Chanel. Este clásico intemporal inventado por Madame Chanel cuando no abundaban los materiales ricos, lleva décadas imperando en el mundo de la moda, ya sea junto a un vaquero o a un vestido de tarde. Creado inicialmente en punto de algodón, un material sencillo y asequible, su versión más potente es la realizada en tweed de lana de oveja merina. Una inversión potente y de alto precio, pero eterna.
- Mocasines de Gucci. Los mocasines de estilo norteamericano “tocados” de un bocado de hípica metálico, le gustaron a Aldo Gucci, hijo del fundador de la casa, desde que se mudó a Nueva York. Con su estilo personal, sus ojos azules y su “piquito de oro” conquistó a la sociedad norteamericana y europea, integrando estos mocasines en sus colecciones, primero para ellos y luego en una versión femenina. El mocasín de ante negro de Gucci incluso se ha convertido en la alternativa a los zapatos tipo Oxford en charol o a los chaussons de terciopelo para acompañar al esmoquin masculino.
- Bolso tipo “bowling” de Prada. Replicando las bolsas de deporte de los estudiantes norteamericanos durante los años 60, en Prada se idearon estos bolsos ya hace más de 25 años, cambiando las proporciones y adaptándolos a un tamaño útil para llevar a diario. Ahora, la casa italiana los retoma y relanza, valores seguros de impecable factura.
- Salones en color crudo semitransparentes de Christian Louboutin. Los zapatos tipo salón, sencillos y carentes de ornamento, son un clásico del guardarropa femenino desde los años 40. En su versión en beige, son ponibles e intemporales. La opción de los zapatos semitransparentes, con rejilla fina o palas en plexi transparente, se puso de moda en los 60, bajo la batuta de Pierre Cardin. Louboutin, que se ha consagrado como un clásico – si bien no puede superar a Manolo Blahnik en creatividad – los ha sabido convertir en intemporales y elegantes.
- Pulsera de eslabones de Saint Laurent. Saint Laurent retomó en los 70 prendas y accesorios que otras casas de moda habían popularizado, dándoles fuerza y versionándolos con un estilo rotundo y una excelente calidad. Ahora la casa francesa recrea versiones de pequeños tarjeteros, pendientes intemporales y pulseras de eslabones de gran personalidad. Se han dado cuenta de que no todo es “punk” lo que reluce y retoman accesorios que Yves había integrado en sus colecciones cuando vestía con pantalones de pata de elefante.