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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

La historia de la mantilla española

De la serie “cosas de la moda española”, un recordatorio de nuestro poderío en temas de guardarropa

La historia de la mantilla española
María Luisa Funes el

La mantilla española

Los orígenes de la mantilla se remontan a los íberos, la población principal del sur y el este de España antes de la llegada de romanos. Las íberas o iberas, mujeres esbeltas de piel y ojos en tonos ocres, cubrían su cabeza para protegerse tanto del sol como del frio, como muestran las figurillas prerromanas halladas en las provincia de Jaén y Córdoba. Pero al igual que las españolas de hoy día, utilizaban también la mantilla para adornarse.

El manto siguió tomando importancia en la época de Al-Ándalus y más tarde entre las mujeres mozárabes. Su uso se generalizó en la nobleza en el siglo XVII, como se aprecia en algunos retratos de Velázquez. Fue entonces cuando las mantillas de paño y seda se fueron sustituyendo por las de encaje, un material que inicialmente se trabajaba en el norte de Italia. 

Los cuadros que representan a la Reina Maria Luísa de Parma o a Eugenia de Montijo con mantilla, muestran la importancia que tomó una prenda que ya entonces añadía sobriedad y españolidad a cualquier vestido. Las señoras de la nobleza madrileña convirtieron la mantilla en símbolo de su disconformidad durante el reinado de Amadeo de Saboya, rechazando sus costumbres extranjeras con una manifestación por las calles de la capital que pasó a la historia como “la conspiración de las mantillas”.

Ahora restringida a las procesiones de Semana Santa, a ciertas corridas de toros y al vestuario más castizo de las madrinas de bodas, la mantilla no deja de representar la españolidad más intemporal.

Moda
María Luisa Funes el

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