Como una gran diva, París siempre ha celebrado la moda con elegante indiferencia. Pero viendo que Nueva York se esfuerza por hacer palidecer a las otras capitales de la moda, la gran señora del Sena se ha visto obligada a dar un golpe de timón.
La nueva alcaldesa de París, la gaditana Anne Hidalgo, ha decidido apoyar la moda porque sabe que el “fashion tourism” –el turismo urbano centrado en la moda- es la nueva fuente de atracción para los visitantes de alto poder adquisitivo y uno de los negocios más potentes del mundo.
Hidalgo va a invertir 60 millones de euros en los próximos 5 años para apoyar la promoción de la moda, las escuelas parisinas del sector y transformar el ayuntamiento en museo del gremio. Aúna esfuerzos con especialistas locales y aeropuertos.
La torre Eiffel se ha iluminado estos días con un slogan recién creado: “La Mode Aime Paris”, porque según Hidalgo, “la moda debe brillar en su lugar de nacimiento”. Los paneles publicitarios lo anuncian por doquier.
Y se prepara un estudio para calcular con certeza los ingresos que la moda aporta a la ciudad del Sena. Desde que un cuidado análisis del Congreso de los Estados Unidos desveló que la Semana de la Moda de Nueva York revierte 900 millones de dólares en la ciudad – un 30% más que el U.S. Open y un 80% más que la Super Bowl – todas las urbes se han puesto en funcionamiento para quedarse con una gran parte del pastel. ¿Y Madrid?
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