Hay espacio suficiente para dos personas mayores y dos niños. Combina la tranquilidad del agua y el paisaje, con una localización privilegiada junto al centro de Berlín.
Todo un lateral se ha sustituido por cristal para ofrecer una apetecible vista de la pequeña bahía y de algunos edificios simbólicos.
En un total de 60 metros cuadrados, se encuentra una habitación principal, un salón con cama doble, cocina, baño y terraza exterior con acceso al agua por una escalerilla.
La chimenea calienta en invierno. El aire acondicionado en verano, aunque dudo que nos haga falta a los españoles.
Una combinación perfecta e inesperada en la capital alemana.
Las bicicletas disponibles facilitan acercarse al centro histórico de Berlín o dar una vuelta a lo largo del rio.
Y las vistas de noche no se quedan atrás.
Apetecible. Anotado.