Pues ya mismo está aquí otro Miércoles de Ceniza. Conviértete y cree en el Evangelio, casullas moradas y calendario de ensayos. ¿Valdrán las mismas cuadrillas que no pudieron salir esta Semana Santa o por el camino se han quedado algunos capataces sin confianza o algunos pateros han colgado la faja y las zapatillas? Si había que repescar la Semana Santa en septiembre, por los días de la Exaltación de la Cruz y de los Dolores de la Virgen, la preparación espiritual tiene que empezar ya la semana que viene. Deben de haber llegado ya los boletines con el reparto de papeletas de sitio, aunque ahora no puedan ser de equipos de nazareno.
Se discutía en aquellos primeros tiempos de la pandemia si debía ser magna con sus imágenes de la Pasión o procesión de acción de gracias, de esas que se hacen una vez en la vida, cuando terminase el coronavirus, y ya está aquí la Cuaresma de repesca de esa Semana Santa de recuperación y la verdad es que lo único que se sabe es que también las hermandades de gloria se quedan en casa. Se escucharon voces críticas bastante serias y también fantasearon muchos, y no sólo kofrades de afición a la corneta y a los cambios, con lo que podía ser aquel nuevo septiembre de pasos en la calle. Quién iba a decir a los que vieron los regresos de la magna que iba a ser lo último de cofradías de penitencia que disfrutasen en mucho tiempo. El examen de recuperación también está cateado.
Por el camino reabrieron las iglesias, que si no se abarrotan será por las precauciones del coronavirus y se llenaron las calles de mascarillas y de distancias obligatorias. No, no habrá Cuaresma en estos días de calor atroces, pero mientras vuelve a flotar en el aire el bicho de la angustia y el miedo, alguien que no eche de menos los pasos por los pasos podrá encontrarse con sus imágenes y recordar la frase antigua del Miércoles de Ceniza y lo que significaba: «Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris».
Liturgia de los días