Ramón Colillas hizo un alto en su primera temporada en Las Vegas, donde varios españoles mantienen sus opciones en el torneo principal, para jugar el EPT de Madrid, donde concedió esta entrevista. El jugador barcelonés ganó en enero el mayor premio logrado por un español, 4,5 millones de euros, al imponerse en el PokerStars Players Championship de Bahamas. Su vida cambió de la noche a la mañana y ahora forma parte del equipo de profesionales de la compañía de la pica, pero él asegura que sigue siendo el mismo.
Colillas participó también en Madrid en un torneíto con periodistas, influencers y afortunados ganadores de una promoción. El único profesional de la mesa cayó antes de tiempo. La primera pregunta es capciosa, porque tuve algo que ver en el lance, pero la encajó con humor y deportividad.
¿Cómo te sientes cuando te eliminan en un torneo? ¿Afecta a la moral?
Las eliminaciones siempre afectan, unas más que otras, pero cuando juegas al póker a nivel profesional siempre tienes ese gusanillo de la competición, juegues con dinero o sin dinero. Siempre quiero ganar.
¿Llega a ser duro en un torneo importante?
Sí, porque siempre quieres dar lo mejor de ti mismo. Sobre todo es duro cuando te eliminan y es un poco culpa tuya, cuando no estás contento de cómo has jugado. Porque al final la mala suerte no se puede prever y cuando empezamos a jugar aceptamos que es parte del juego. Lo único que importa es jugar lo mejor posible cada mano y cada partida.
Cuando ganaste en Bahamas, fue necesario tener algo de suerte, un factor que por otro lado intentas minimizar.
Cuando juegas una partida de póker, nuestro objetivo principal es minimizar la suerte, en efecto, y que no te influya demasiado. Pero es verdad que en cada torneo, sobre cuando hay mucha gente, como en Bahamas, con mil personas, siempre tienes que tener ese puntito de suerte que te sonría. Son situaciones que en un día es imposible de controlar y buscas jugar el mayor número de torneos anualmente.
Después de ganar dijiste que todavía no sabías lo que habías conseguido. ¿Has tenido tiempo de reflexionar?
Poco a poco voy adquiriendo esa información. Noto que ha cambiado mucho mi vida, cosa que no pensaba, sobre todo a nivel mediático y de ser conocido. Yo antes viajaba por los casinos y pasaba bastante desapercibido y ahora, con el patrocinio de Pokerstars y después de haber salido en algún anuncio de la tele, esto sí ha cambiado. En lo demás, creo que sigo siendo el mismo.
¿Quedar segundo casi habría sido mejor?
No, pero soy un chaval bastante tímido y me cuesta un poco expresarme y a veces piensas: si hubiera quedado segundo, habría sido un gran premio y… Pero no lo cambio por nada. Ha sido lo mejor que me ha pasado. Y estoy en Pokerstars, que para mí era un sueño desde que empecé en esto.
¿Qué supone jugar patrocinado?
Es cumplir otro objetivo, otro sueño. Cuando eres pequeño siempre sueñas en llegar a lo más alto, que te fiche este equipo, y conseguirlo ha sido genial.
¿Cómo es jugar un torneo como el Main event de las Series Mundiales, con tantos aficionados? ¿Es más fácil o eso también lo complica?
Es distinto, porque aunque el nivel no es tan alto, también son más impredecibles y te tienes que saber adaptar muy bien al tipo de jugador que te encuentras, saber cómo está la mesa y el torneo y estar muy atento a los distintos estímulos.
¿Te juegan distinto desde que ganaste en Bahamas?
Sería como lo que ha pasado hoy aquí (en el torneo con aficionados). Cuando estoy jugando manos, noto que a la gente le gusta ganarme. Para mí es más complicado ganar fichas, pero también tengo que ver la parte buena, que es que cuando tengo buenas cartas también me las puedo cobrar.
En contra de lo que se dijo a menudo, cuando fuiste a Bahamas ya no eras un aficionado más.
Hacía ya tres o cuatro años que me dedicaba al póker. Era una pequeña ventaja que tenía allí, porque no se me conocía mucho a nivel mundial y es un pequeño factor que utilicé. Me ayudó que la gente creyera que tenía un perfil más aficionado, que quizá tenía un poco de miedo a los saltos de premios, que en ciertas ocasiones no tendría esta experiencia.
¿Llegaste a fomentar esa imagen de aficionado?
Yo la quería fomentar, porque me interesaba. Hay páginas web en las que pones el nombre de un jugador y puedes ver sus ganancias. Y lo normal es que antes de ir a dormir busques a todos los jugadores para informarte un poco. Por suerte, yo no salía con muchas ganancias porque no había jugado mucho en vivo y mi etiqueta era de semiaficionado. Creo que eso me ayudó mucho al principio.
¿Por qué te gustan más los torneos que las partidas por dinero?
Porque me parecen más competitivos. Yo era jugador de fútbol, jugaba en una categoría alta. Ahí siempre entrenas durante la semana y compites el fin de semana. Y esto es parecido. Estudio durante la semana, para llegar a los torneos y competir. Aparte, me desenvuelvo mejor, es la modalidad que más he estudiado y más horas le he puesto. En el fondo, es la que se me da mejor.
Aunque la varianza (el azar) puede ser diabólica e influye mucho más en los torneos.
Sí, es mucho más grande. En cash es más estable y los jugadores pueden predecir un poco el dinero que van a ingresar mensual o anualmente. Un jugador de torneos lo tiene mucho más complicado, influyen otros factores.
Pese a todo, te las arreglabas para vivir del naipe.
Sí, llevaba tres años. Pero no solo jugaba torneos, compaginaba mucho con los spin & go, que ahora también se juegan bastante. Mi día a día se centraba en spin & go, estudiar y jugar torneos el domingo. Los spin & go se parecen un poco más al cash en ese sentido. Dan un poco más de estabilidad.
¿Cuánto tiempo dedicas a estudiar?
Ahora menos del que me gustaría. Estoy un poco liado con tantos viajes y lo echo en falta, porque tienes que estar en constante evolución y seguir al día. Lo ideal es mitad y mitad. Más o menos tengo organizado que por las mañanas repaso lo del día anterior, momentos de estrategia y situaciones, e intento profundizar en ello.
La gente que no sabe mucho siempre pregunta en qué puedes mejorar, una vez que tienes un gran nivel.
El poker aún no está resuelto, Hay programas que dicen lo que más se cree que es acertado, pero hay tantas variables (la persona, el momento, si está de buen humor, la entrada, qué torneo es…) que tienes que saber adaptarte. Es lo principal que necesita un buen jugador de torneos, adaptarte a cualquier rival . Y estudiar psicología para controlar las malas rachas, concentrarte, evitar la presión. Hay muchas cosas que influyen. Son entrenables.
¿Cuál es tu punto fuerte?
Creo que justo en estar concentrado y ver el perfil de persona al que me enfrento. Y no juego mucho abc (mecánico, siempre igual), sino en función del momento.
¿Calas bien a los jugadores, te fías mucho de su comportamiento?
Es un juego de observación. Online no puedes, te basas más en estadísticas y en calcular números, pero en vivo tienes muchísima información. Los tells son muy importantes.
Hay quien minimiza su valor.
Para mí tienen su importancia, aunque es cansado y complicado estar pendiente de todos. Y ya no es encontrar un tell, sino confirmarlo. Y saber si el oponente lo ha hecho adrede o no. Es mucho desgaste mental, pero es nuestro trabajo.
¿Te consideras uno de los mejores del mundo?
Hay muchos jugadores que considero mucho mejores que yo, pero a lo mejor no tienen mi capacidad de adaptarse. Cuando ves a los que juegan high rollers, creo sinceramente que tienen un puntito más que yo y por eso no los juego. El pòker es aprovechar los fallos que tienen los demás. No le veo mucho sentido a jugar con gente que sabes que no comete errores.
¿Qué diferencia a los más grandes?
Es innato. A veces no saben ni explicar el porqué de ciertos movimientos. Son muy inteligentes. Y luego, si yo juego 20 horas semanales, ellos juegan 30. No paran. Son los profesionales que están ahí arriba.
Hay gente que opina que todo está montado para fomentar la ludopatía.
La filosofía es que cada uno es consciente de lo que hace en todos los aspectos de la vida. Todo en exceso es malo. No estamos fomentando nada malo. Es un juego donde hay un estudio previo y se puede demostrar que la estadística funciona. A mí me aporta muchos valores: una gestión de mi dinero, personal, independencia… me ha servido para mi vida.
¿Es compatible con tener una familia normal?
Totalmente. Yo considero que tengo una supernormal. Sí es verdad que cuando tienes hijos, los jugadores dicen que la cosa cambia, que se van menos tiempo a Las Vegas, por ejemplo. Si todos coinciden supongo que será así.
¿Cómo fue tu experiencia familiar cuando empezaste?
En general, ya sabes, la visión del póker por norma no es muy buena, pero cuando eres capaz de explicarlo y que vean lo que realmente es, cambia todo. A mis padres al principio les costaba. Yo tenía una licenciatura, trabajaba de mis estudios, y cuando les dices que dejas el trabajo para dedicarme a esto… Lo entiendo, aunque no soy padre. Y mis padres ahora son mis fans número uno, me preguntan dónde pueden verme y a veces incluso juegan partidas caseras, sin dinero. Tengo que agradecer mucho que me hayan dado confianza absoluta.
¿Crees que esto puede durar como una carrera normal?
De momento, me siento con ganas, pero no sé hasta qué punto puede durar. No me meo dentro de 15 años jugando igual. Sí jugando torneos esporádicos porque me gusta, es mi hobby, pero no sé si como carrera, aunque también sé que de momento quiero seguir.
¿Hay un plan B que no sea vivir de las rentas?
Justo ahora me iré asentando. Voy a hacer alguna inversión, pero hay que mirarlo con tiempo, ver oportunidades. Más adelante. Ahora quiero disfrutar de lo conseguido, de poder viajar y de mi patrocinio con Pokerstars. Una de las cosas que me planteo en el futuro es enseñar o hacer coach de póker, porque también estudié la carrera de educación física y una de mis salidas era ser profesor. A lo mejor me lo planteo en un futuro si no puedo viajar tanto.
¿Cuanto tienes tanto dinero en el banco, sigues mirando el precio cuando te compras unas zapatillas de deporte?
La verdad es que miro la etiqueta. No me ha cambiado nada. Voy a una tienda y si me gusta algo, miro el precio y si es muy caro no me lo compro.
¿Te has comprado un Ferrari?
No, sigo con el mismo coche que tenía antes. No he hecho ninguna cosa extra.
¿Hay alguna edad ideal para empezar a jugar?
No hay edad. Puedes empezar siempre, como el que juega al Fortnite. Lo puedes descubrir con 50 años y te da para liberarte. Es algo que me gusta mucho, que puede haber cualquier perfil, un chico joven, un señor, una señora mayor.
¿Es bueno mentalmente, como el ajedrez?
Cuando me preguntan a qué se parece, si a la ruleta o al blackjack, me duele porque ahí no hay ningún tipo de habilidad. Al final juegas contra la banca y lo que quieres es jugar contra jugadores. Siempre nos comparo con jugadores de ajedrez, que tienen que pensar sus movimientos y estudiar, o con los brokers.
¿Te gusta mucho el ajedrez?
Mi abuelo me enseñó con tres o cuatro años y cada sábado jugábamos una partida. Me gustaba mucho. Incluso me compré hace años una máquina electrónica, pero no sé mucho. Lo que pasa es que soy tan competitivo que cuando veo a alguien mejor sé que no tengo nada que hacer y me duele. Es la gracia del póker y la diferencia: tú te puedes poner a jugar una partida de tenis con Rafa Nadal y no le ganas un juego en tu vida. Y te puedes sentar con el mejor del mundo al póker y ganarle. Es una gran ventaja, pero si juegas cien veces, te va a ganar él siempre. Ese sentimiento gusta.
¿Quién te inició en el póker?
Fui autodidacta. Estaba con unos amigos en un bar y llegó un señor y nos preguntó por qué no jugábamos al póker. Nos enseñó y aprendimos sin dinero, con unas cartillas con el valor de las manos. Vi que siempre ganaban los mismos. No era como los otros juegos. Y me picó el gusanillo. Empecé a buscar en internet y a partir de ahí fue un no parar de una página a otra y de buscar información y descubrir que la habilidad es importante.
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