No hubo récord de participación en el torneo principal de las WSOP, pero sí se superaron las cifras del año pasado, con la que está cayendo. El de este año es el segundo torneo más grande de la historia de las Series Mundiales, sólo por detrás del main event de 2006. Al final, 7.319 jugadores pagaron de una u otra manera los 10.000 dólares que cuesta la inscripción con la esperanza de llegar lo más lejos posible y, con «un poco» de suerte, ganar los casi nueve millones reservados para el vencedor.
Antes de proseguir, veamos cómo fue la entrada triunfal de Phil Helmuth, quien siempre prepara algún numerito, por lo general no muy bien recibido por sus colegas. El año pasado, sin ir más lejos, se disfrazó de empereador romano. Este año ha preferido las artes marciales mixtas. Parece ridículo, pero luego el tío sabe jugar y nadie ha superado su récord de once brazaletes.
Entre los siete mil y pico participantes había algo más de cincuenta españoles. Por desgracia, y como era inevitable, ya se han producido las primeras bajas entre la Armada. Jugadores tan conocidos en el mundillo como Raúl Mestre, Javier Piazuelo «Pizu» y Manuel Labandeira no pudieron sobrevivir al primer día de juego. Otros están muy cortos de fichas, aunque ya se sabe que mientras hay ficha hay esperanza.
Estos son los últimos mensajes subidos a Twitter por algunos de los españoles. Suerte a todos.
Poker