Parece un objeto de leyenda, pero es real. Los casinos de Las Vegas comparten un Libro Negro (dicen que plateado, en realidad) en el que figuran los nombres de los clientes con menos posibilidades de ser bienvenidos. Más que un libro, es una lista negra en toda regla con una relación de supuestos tramposos y delincuentes sobre los que no conviene aplicar ni la más leve presunción de inocencia, no solo por el peligro que encierran, sino para no recibir sanciones de la Gaming Control Board de Nevada.
Este organismo es el que especifica qué personas no pueden entrar en ningún establecimiento de juego y el castigo al que se enfrentan los locales si no respetan esta prohibición. Algunas de estas personas están relacionadas con el crimen organizado, pero otras pueden ser simples contadores de cartas (como Ben Affleck) o acusados de marcar los naipes o manipular las máquinas tragaperras.
El libro se creó entre 1959 y 1960, con solo once nombres (la mayoría de ellos mafiosos) y ha ido creciendo poco a poco. Parece que ahora tiene 36 páginas. Sus restricciones incluyen casinos, aeropuertos (el de Las Vegas está lleno de máquinas tragaperras), bares, restaurantes y cualquier tienda con máquinas de juego, aunque no tenga mesas. Internet ha facilitado la labor de actualización del libro y el control de los organismos de vigilancia, pero en su día se llegó a vender una copia en papel, por poco más de 5.000 dólares.
Las páginas del libro incluyen la fotografía del sujeto (casi siempre un hombre), con una descripción completa, de su aspecto físico y de sus crímenes. Incluso se detallan las partes del cuerpo en las que lleva algún tatuaje y los alias que ha podido utilizar a lo largo del tiempo.
Por supuesto, no faltan casos de denuncias por difamación presentadas por personas incluidas en este exclusivo club y que aseguraban ser inocentes, pero por lo general todo el procedimiento es tan oscuro como podría pensarse. Desde luego, no resulta fácil defenderse.
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