El Campeonato del Mundo de Ajedrez Relámpago es, paradójicamente, lo más parecido a una maratón. En Varsovia se han jugado 21 rondas, el número habitual desde hace años, además de las dos partidas de desempate entre los dos mejores clasificados. Son muchos enfrentamientos seguidos, en solo dos días, en los que la velocidad de juego provoca innumerables errores. Hay que tener una gran fortaleza mental para levantarse después de algunos. Al final, ganó el francés Maxime Vachier-Lagrave, que se impuso en un desempate polémico contra el polaco Jan-Krzysztof Duda. Tercero fue el también galo Alireza Firouzja, de origen iraní.
A la última ronda llegaron seis jugadores empatados a 14 puntos: Aronian, Dubov, Artemiev, Duda, Vachier-Lagrave y Firouzja, seguidos por Carlsen, con medio punto menos. El noruego perdió contra el francés Vachier-Lagrave y arruinó sus posibilidades de encaramarse al podio en el último momento. A la postre, esa partida decidió el torneo.
Los dos primeros clasificados, que disputaron las partidas de desempate, fueron Vachier-Lagrave y Duda, el héroe local. Por esos caprichos del sistema, tan criticados en el Mundial de Rápidas, se quedó fuera Alireza Firouzja, que logró la medalla de bronce. No sería la última norma discutible del formato.
La primera partida de desempate terminó en tablas, algo sosas, lo que daba algo de ventaja a Duda, que jugó la segunda con blancas, pero el polaco tampoco remató con su ‘saque’. Había que jugar otra partida más, sorprendentemente solo una, en la que Vachier-Lagrave ganó un peón con sorprendente facilidad y llegó tranquilo a un final muy superior. Un título mundial para el francés, que tiene 31 años y lleva en la élite una década.
Del resto de protagonistas, destaca Levon Aronian. Es un genio del ajedrez, pero guarda algún fantasma debajo de la cama. De vez en cuando se le aparece y le da un susto. Cuando iba líder destacado, perdió dos partidas seguidas, que en condiciones normales habría ganado. En las últimas cinco solo ganó un punto.
El gran maestro armenio, que ahora juega con bandera estadounidense, ya fue campeón de partidas relámpago en 2010, un año después de ganar el de rápidas. En ajedrez 960 se impuso en 2006 y 2007. Tiene también dos oros en la Copa del Mundo (2005 y 2017) y otros tres olímpicos, con su país. Solo le falta la corona de ajedrez clásico, una posibilidad que cada parece más lejana. Algunos lo achacan a su carácter, más de artista que de depredador del tablero. Quizá eso mismo nos permita disfrutarlo durante más años.
Magnus Carlsen, que siempre es el gran favorito cuando participa en un torneo, sufrió demasiado en este campeonato. El campeón de las tres últimas ediciones empezó con cuatro victorias, pero luego perdió por sorpresa contra el polaco Bartosz Socko y ahí empezó su calvario. También lo derrotaron Fedoseev, Mamedyarov, Giri, Grischuk y Vachier-Lagrave, en la última ronda. Por sus gestos se veía que la remontada no sería fácil. Después del torneo escribió un nuevo tuit, bastante sarcástico, sobre las normas del torneo, que dejaron fuera de los desempates a Firouzja.
Hikaru Nakamura dio positivo por Covid y tuvo que dejar el torneo más propicio para sus cualidades, en su regreso a los tableros de madera, menos rentables para él que los virtuales.
En definitiva, hemos vivido dos torneos fantásticos, en los que se ha visto de todo: atracos del siglo y jugadores que se caían de la silla, a un niño uzbeko de 17 años ganar el título más precoz de la historia y a otra chavalilla de la misma edad dominar con insultante superioridad el torneo femenino de ‘blitz’. Bibisara Assaubayeva y Nodirbek Abdusattorov tienen tanto talento como letras en el apellido. La primera ya se había asegurado el título a falta de una partida. Ni siquiera es gran maestro femenina y ya tiene un Mundial adulto.
En cuanto a los españoles, el mejor clasificado fue Jaime Santos, que terminó en el puesto 51 con 11,5 puntos. Hizo un gran torneo y derrotó a Karjakin, Jobava, Shevchenko, Rapport y Patrosyan. Fue una pena que no puntuara en las dos últimas rondas. Hizo una actuación de 2652 puntos Elo, casi cien más de los que tiene. Empatado a puntos con él terminó el argentino Alan Pichot (64). David Antón (77) acabó con 11 puntos, pero mucho peor torneo, mientras que Alvar Alonso hizo 10,5. En el lado femenino, Marta García (73) hizo 7,5 puntos en 17 partidas. Mejor quedó la argentina Florencia Fernández (45), con 9 puntos. La ecuatoriana Carla Heredia (101) hizo 4,5 puntos.
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