La primera partida del Mundial de Ajedrez entre Magnus Carlsen y Viswanathan Anand no ha defraudado, pese al resultado de tablas. La lucha, que empezó en la ciudad rusa de Sochi a las 13.00 horas de España, fue tensa. El aspirante logró ligera ventaja en los primeros compases, aunque a costa de debilitar su estructura de peones. Aun a costa de consumir más tiempo, el noruego sacó adelante su posición y logró revertir la tendencia de la partida. Anand sufrió, pero estuvo muy serio. Ha sido un enfrentamiento lleno de ideas estratégicas interesantes y un buen comienzo de lucha, con cinco horas y media de ajedrez de calidad.
La primera sorpresa fue la elección de Carlsen para la apertura. Al campeón le tocó jugar con negras y optó por la defensa Grunfeld, a pesar de que a menudo permite complicaciones, en teoría el mejor escenario para Anand. El indio eligió a su vez una variante secundaria que ya había jugado otras veces y consiguió el típico esquema con enroques en flancos opuestos, que suele dar lugar a partidas muy agresivas.
A mitad de partida, Anand rehuyó el cambio de damas, que habría conducido a unas rápidas tablas, y por evitar el empate se encontró en dificultades. La ventaja negra parecía insuficiente para ganar, en todo caso, aunque el noruego dejó escapar una interesante opción de apretar más los tornillos en la jugada 42, con 42…Te3. No lo vio y las tablas no tardaron en llegar.
La verdad es que no ha estado mal para ser la primera partida. Puede que Carlsen salga algo reforzado, puesto que llevaba las negras y no sufrió. Anand, por su parte, demuestra que viene con intenciones de hacer daño y que está dispuesto a resistir sin desmoronarse cuando el campeón saca su martillo. Según Peter Svidler, comentarista oficial del duelo, es el indio quien puede estar más contento del desarrollo de la primera de las doce partidas programadas.
En la rueda de prensa de los jugadores, Carlsen se mostró satisfecho por haber lograr una buena posición después de estar algo peor. «Luego probablemente no había manera de ganar, pero fue un buen comienzo», dijo. Sobre la apertura, reconoció que no sabía qué podía esperar de su rival y que probablemente deba revisar la Grunfeld. Sobre su posible oportunidad perdida, insistió en que sobre el tablero no encontró ninguna mejora a su juego, aunque no descartaba que se le hubiera escapado algo. En todo caso, afirmó, no se sentía «decepcionado en absoluto». Anand, por su parte, admitió que más o menos después de la jugada 34 empezó a sentir que algo no iba bien. Y los dos coincidieron en que lo ocurrido el año pasado en Chenai no tendrá demasiado nada que ver con lo que pase en las once partidas que le esperan.
El ambiente fue bastante frío en la sala de juego, por otro lado, ya que la sede elegida por la FIDE, la villa olímpica de Sochi, en Rusia, no es el lugar más frecuentado del planeta. Según cuenta David Kaufmann en ChessLive, los únicos espectadores eran unos pocos periodistas y las autoridades de la Federación Internacional. Garry Kasparov tuiteaba después un comentario muy parecido: «Una vergüenza. ¡#CarlsenAnand ha empezado! Además de unas pocas docenas de miembros de la FIDE, solo un puñado de espectadores».
Y esta es la partida: