Federico Marín Bellón el 23 nov, 2012 México ha albergado dos mundiales de fútbol y unos Juegos y todo el mundo ha visto la pasión de su público y de sus deportistas. Que esa forma de entender la vida cruce los casi siempre fríos márgenes de un tablero de ajedrez es algo que al propio Magnus Carlsen, asediado como una estrella de rock y acorralado por los aficionados, le habrá costado entender. Al genio noruego le espera un torneo de partidas rápidas y a la ciega en el que, si se cumplen las previsiones, jugará la final con la mejor ajedrecista de la historia, Judit Polgar. Magnus Carlsen, asediado por los aficionados a la salida de la inauguración de la gran fiesta mexicana del ajedrez. No se descarta que al noruego le pareciera el fin del mundo maya Aunque las actividades de la Segunda Gran Fiesta de Ajedrez UNAM llevan en marcha desde el día 16, la llegada del número uno del mundo y de la ex niña prodigio húngara a la capital mexicana lo eclipsó todo. El acto estrella de ayer fue la inauguración oficial del festival, con la sala del Teatro Nezahualcoyotl abarrotada, ya que el público quería ver de cerca a sus ídolos. Antes, y en un programa cada vez más apretado que exigía malabares por parte de la organización, cuatro grandes maestras (Sulennis Piña Vega, Lisandra Teresa Ordaz Valdés, la española Olga Alexandrova y Sopiko Guramishvili) dieron una exhibición de simultáneas en la que todas sus rivales eran también chicas; no sé si es la primera simultánea estrictamente femenina de la historia. Sin tiempo para la pausa, también empezó un torrneo abierto con más de mil participantes. Sesión de simultáneas a cargo de cuatro grandes maestros femeninos; solo la española Olga Alexandrova se dejó empatar una partida, aunque también fue la primera en terminar Dentro de un caos controlado por la mano de Dios, también hubo tiempo para que arrancara el programa cultural, con las intervenciones de Leontxo García, Carlos Ilardo y Antonio Gude, (espero detenerme más en sus aportaciones en próximas entradas del blog). La noche culminó con el peor momento para público y la prensa (se salvó algún superhéroe), cuyas limitaciones de ubicuidad les impidieron disfrutar a la vez de la lección magistral de Miguel Illescas y Manuel López Michelone, que platicaron sobre ajedrez y computadoras, justo mientras la Universidad Nacional Autónoma presentaba sobre el escenario a los grandes maestros más esperados: Polgar, Carlsen, León Hoyos y Bruzón. Magnus se mostró “sorprendido” y “entusiasmado” y confesó el placer que le producía estar en una Universidad, ya que él mismo, como es conocido, nunca estudió en ninguna. La ceremonia de inauguración tuvo el acierto añadido de proyectar una copia de la maravillosa película “La fiebre del ajedrez”, una divertida joya de 1925 en la que aparecen destacados ajedrecistas de la época, como el gran Capablanca. Se puede ver en este enlace, aunque sin el acompañamiento del pianista mexicano del que disfrutó el público en la UNAM. La fiesta no ha hecho más que empezar. Ajedrez Tags CarlsencineIllescasjugadorasMéxicoordenadores Comentarios Federico Marín Bellón el 23 nov, 2012