La igualdad en la alta competición es una constante y el mundial femenino también se ha resuelto en las partidas rápidas. Magnus Carlsen necesitó los «penaltis» para derrotar a Sergey Karjakin y Tan Zhongyi también tuvo que llegar al desempate para imponerse a Anna Muzychuk, que se queda sin la soñada triple corona. La china ya tuvo a la ucraniana contra las cuerdas en el ajedrez clásico al ganar la segunda de las cuatro partidas programadas, pero la Muzychuk reaccionó a tiempo con un sacrificio de alfil que le pedía a gritos toda la comunidad ajedrecística. La número 3 del mundo recuperó la igualdad y su condición de favorita ante la china, número 14 y con 56 puntos Elo menos. En las rápidas, sin embargo, a un ritmo de 25 minutos más 10 segundos de incremento por jugada, Zhongyi logró tablas en la primera partida y ganó la segunda. Tenemos nueva reina el ajedrez.
Superada la polémica por el uso del pañuelo (que supuso que no participaran algunas jugadoras, como la hermana de Anna, Mariya), la competición se desarrolló sin graves incidentes, aunque durante el torneo se conoció la noticia del castigo a dos hermanos iraníes.
En el torneo, merece mención especial, una vez más, la combatividad de la sueca Pia Cramling, quien con más de 50 años estuvo a punto de volver a colarse entre las mejores, como hizo en la anterior edición. Alexandra Kosteniuk necesitó también las partidas de desempate para superar a la mujer del español Juan Manuel Bellón, que acudió a Teherán sin ningún tipo de ayuda y demostró una vez más que es una de las grandes. Luego, Kosteniuk colapsó en su primera partida contra Muzychuk y perdió de manera increíble después de tener una ventaja demoledora. No pudo superar el golpe y perdió la semifinal sin lucha. La suerte de las (sub)campeonas.
Por el otro lado del cuadro, la china Tan Zhongyi, que no contaba entre las favoritas, eliminó a su compatriota Wenjun Ju, número 2 del mundo. Luego, en semifinales, superó en un agónico duelo a la india Harika Dronavalli, número 8. Tan ganó la primera partida clásica, pero perdió la segunda. En las dos rápidas de desempate fue la china la que remontó, de nuevo sin tablas en el marcador. Se jugaron otras dos partidas, esta vez a diez minutos, y aquí la india fue quien demostró tener nervios de acero para reponerse de la derrota inicial. Después de dos tablas a toda velocidad, las únicas de su enfrentamiento, fue necesario jugar el Armageddon.
La china escogió las piezas negras, lo que suponía que las tablas le daban el pase (a cambio, tenía menos tiempo en su reloj). Algunos creyeron que era un error, porque en las ocho partidas previas entre ambas, en seis de ellas habían ganado las blancas. En el momento de la verdad, Harika llegó a tener la partida ganada, pero esta vez dejó escapar su ventaja y acabó perdiendo por tiempo.
Foto: Abedin Taherkenareh para Efe
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