Carlsen y Karjakin volvieron a sentarse frente a frente por primera vez después del Mundial que ganó el primero. El ruso se tomó una tibia revancha. Campeón y subcampeón del mundo acabaron la jornada con los mismos puntos, destacados del resto y con similares opciones de proclamarse vencedores en el campeonato de partidas relámpago. Su duelo personal se decidió por un error gravísimo del noruego, el peor que se le recuerda. Es difícil saber qué pequeño cable se cruzó en su cabeza, pero su capacidad de recuperación quedó acreditada, porque luego hizo 6,5 puntos en siete partidas. Este viernes conoceremos al nuevo campeón, tras la victoria de Vassily Ivanchuk en el Mundial de ajedrez rápido. La competición femenina la lidera la rusa Alexandra Kosteniuk, con Anna Muzychuk quinta, a un punto.
Si en las partidas rápidas los errores son normales, en las relámpago son del todo inevitables, salvo contadísimas excepciones. El ritmo (3+2) no solo es difícil para ellos. Seguir una competición con tantos jugadores (no digamos retransmitirla en directo) se convierte en misión imposible, sobre todo porque las conexiones desde Doha siguen sin ser buenas. Doce rondas, por otro lado, pueden resultar agotadoras para todos, después de la paliza de los tres días anteriores en las partidas rápidas. Con todo, fue otra jornada de ajedrez apasionante.
Merece la pena destacar el «regreso» del gran Alexander Morozevich y el sorprendente rendimiento de dos 2600: el croata Marin Bosiocic (siempre hay que tener cuidado contra un Marín, se escriba como se escriba) y el jugador de los Emiratos Árabes Saleh Salem.
En cambio, decepcionaron Hikaru Nakamura, un experto en el juego veloz que no está cumpliendo en Qatar, Vishy Anand, el decepcionado Nepo (que se quedó a esto de ganar el Mundial de rápidas) y el bueno de Aronian. Ivanchuk, todavía en las nubes, empezó con una derrota ante un indio desconocido (pero gran maestro, inútil no era), ante el que se dejó un final de torres que eran tablas y luego recibió una paliza del inspiradísimo Salem. Pese a todo, el resto de sus resultados fueron buenos y aún podría lograr un buen puesto.
En cuanto a los españoles, Paco Vallejo vivió otro día discreto, con el 50% de los puntos. Tuvo la «suerte» de jugar en la segunda ronda contra Magnus Carlsen, con quien perdió sin oponer demasiada resistencia, pero luego se vengó en parte al derrotar en las dos últimas rondas del día a dos noruegos: Simen Agdestein, primer entrenador del campeón del mundo y hermano de su representante, y Tari Aryan.
Peor lo pasó David Antón, después de su exhibición en el Mundial de rápidas. Hizo, 5,5 puntos. Empezó con unas tablas muy meritorias ante Mamedyarov (aunque llegó a tener mate en dos en los apuros), pero después sufrió la venganza de Daniil Dubov, sorprendente tercer clasificado, y cosechó demasiados ceros. Al menos terminó el día con otro empate más que digno ante Alexander Moiseenko.
Queda una sola jornada de Mundial, pero serán tantas rondas que habrá partidas de sobra para comentar.
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