Al igual que otras federaciones deportivas, la Federación Internacional de Ajedrez ha decidido tomar medidas contra la invasión rusa de Ucrania. La posición de la FIDE es especialmente significativa, puesto que su presidente es el ruso Arkady Dvorkovich. Pese a todo, ayer reunió a su consejo de forma extraordinaria y tomó varias decisiones importantes. Hace unos días ya comunicó que la Olimpiada de Ajedrez no tendrá lugar en Moscú, como estaba previsto entre el 26 de julio y el 8 de agosto de este año.
En primer lugar, la FIDE expresa su «grave preocupación por la acción militar iniciada por Rusia en Ucrania», asegura que se mantiene «unida contra las guerras» y condena «cualquier uso de medios militares para resolver conflictos políticos». «La FIDE tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los ajedrecistas y otros miembros de la comunidad ajedrecística», añade, antes de comunicar medidas concretas:
En primer lugar, excluye a Rusia y Bielorrusia de la organización de torneos oficiales.
Por otro lado, los jugadores de estos países jugarán sin bandera ni himno.
Se cancelan además los patrocinios deportivos firmados con empresas rusas y bielorrusas.
Por último, se condena el apoyo público dado a la invasión por parte de algunos jugadores, entre los que cita a Sergey Karjakin, antiguo aspirante al título mundial, y el comentarista y gran maestro Sergey Shipov. El documento no menciona a Anatoly Karpov, miembro del Parlamento ruso que ha mostrado una postura similar, aunque no tan beligerante como la de Karjakin.
Karjakin, en guerra
Karjakin es un tipo de lo más curioso. Nació en Ucrania, pero se nacionalizó ruso en 2009 y desde entonces ha recibido todo el apoyo del régimen de Putin. Ahora se lo devuelve, con una postura que ha indignado a buena parte de la comunidad ajedrecística. La imagen de arriba la subió con un mensaje relativamente críptico –«Con el primer día de primavera. Primavera rusa»-, pero en comentarios anteriores ha sido mucho más directo, siempre en la línea de justificar la invasión.
Karjakin ha reaccionado contra las medidas adoptadas por la FIDE y augura un rápido final a estar organización, que según dice ha existido durante muchos años «gracias al dinero de Rusia». En este sentido, ha recordado, por ejemplo, que en boxeo hay hasta cuatro federaciones distintas. También ha arremetido contra el portal Chess24, en el que asegura que no volverá a jugar, por los comentarios que han hecho sobre él.
El gran maestro ruso está clasificado para jugar el Torneo de Candidatos, que se celebrará en Madrid en junio. De momento, la FIDE no lo ha excluido de la competición, pero no se puede descartar que la pelea vaya a más. Antes de eso, tendrá lugar el Grand Prix de Belgrado, que en principio cuenta con cinco ajedrecistas rusos: Andrey Esipenko, Alexander Grischuk, Vladimir Fedoseev, Nikita Vitiugov y Alexandr Predke.
A todo esto, jugadores como Magnus Carlsen y Hikaru Nakamura también han hablado sobre el conflicto. Según cuenta el periodista noruego Tarjei J. Svensen, el campeón del mundo ha declarado a la televisión de su país: «Cuando representas a un país que hace tantas cosas extrañas como Rusia, tienes muchos altibajos. Los jugadores rusos y yo pensamos que un país no debería hacer esto. Tengo que dar lo mejor de mí y tengo la suerte de vivir en un país donde hay paz». Karjakin no tardó en responder: «¡Qué suerte tengo de vivir en Rusia!».
Nakamura, por su parte, subió una foto de Oleksandr Sulypa, capitán del equipo nacional ucraniano, con el siguiente mensaje: «Dicen que una imagen vale mil palabras y esta me rompe el corazón».
El británico Nigel Short, siempre sarcástico, criticó a Karjakin de forma indirecta aunque evidente: «En los tiempos soviéticos, la mayoría de los jugadores rusos permanecían en su país porque su gobierno no les permitían viajar fuera. Ahora, uno o dos jugadores que podría nombrar también seguirán jugando solo en Rusia, porque nadie más los quiere».
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