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«Matador» Mortensen, muy cerca de la mesa final del mundial de Poker

«Matador» Mortensen, muy cerca de la mesa final del mundial de Poker
Federico Marín Bellón el

El español Carlos Mortensen tienen un currículum impresionante. Es el único español que ya sabe lo que es ganar el torneo principal de las Series Mundiales, tiene tres títulos del World Poker Tour y  ahora podría ser el primer ganador de las WSOP que vuelve a una mesa final desde Dan Harrington, ganador en 1995. Mortensen es también el último ganador del Main Event que sigue vivo en estas WSOP y el único que después del gran triunfo luego ha ganado otro brazalete. Ahora ocupa la sexta posición entre los últimos 27 clasificados, en una una oportunidad perfecta para volver a pasar a la historia. «Siempre he sido muy valiente», aseguraba en esta entrevista que le hacía en 2010. 

Los otros españoles en liza, Jorge Ufano y Raúl Páez, se quedaron a las puertas y cayeron después de una gran actuación. Es una pena para el póquer (e incluso para la tauromaquia) la oportunidad perdida de ver al Matador y al Toro en la mesa final. Jorge terminó en el puesto 216, con casi 43.000 dólares de premio, mientras que Páez lograba llegar hasta la posición número 88, con unos 71.000 dólares que le saben a poco.

Con el alemán Anton Morgenstern como líder destacado y muchos «intrusos» de otros países entre los 27 supervivientes, Mortensen se encuentra ante una ocasión única de repetir su histórico triunfo, esta vez con un premio mucho mayor que el que consiguió en  2001, cuando «solo» se llevó un millón y medio de premio, en la era pre-Moneymaker. Este año le bastaría con mantener la sexta posición para lograr una recompensa mayor. De momento, tiene asegurados 285.000 $, pero sabemos que todo lo que no sean los 8,3 millones del primer puesto lo dejarán insatisfecho.

A la espera de lo que ocurra la próxima madrugada, recupero la vieja entrevista con Carlos para que el lector lo conozca un poco mejor:

Los orígenes de Mortensen son conocidos. En 1997 solía jugar al ajedrez y al billar en un club de la calle Montera, de Madrid. Allí conoció a Gonzalo García Pelayo, que le enseñó los secretos del Texas Holdem. Muy pronto, Juan Carlos se convirtió en leyenda.

-¿Todavía juegas al ajedrez?

-Sí, pero muy de vez en cuando. No es como antes, cuando iba a un club y jugaba con algunos maestros. Ahora lo hago por internet.

-¿Qué retos puede mantener alguien que ha ganado los torneos más importantes de poker?

-Es como un vicio: el reto es ganar todo lo que puedo. Cada vez que pierdes ves lo que puedes mejorar. El mayor reto es jugar al cien por cien.

-¿Hasta qué punto es importante o incluso necesario vivir en Las Vegas para llegar lejos en el póquer profesional?

-Depende del nivel al que quieras llegar. Ahora mismo el poker se ha extendido mundialmente y en realidad, para poder ser profesional, ya no hace falta viajar a Estados Unidos y estar en Las Vegas. Se puede vivir en cualquier parte. Pero en los tiempos en los que yo empecé, si querías vivir de esto tenías que viajar a Las Vegas, que es donde se encontraban los mejores jugadores. Eso sí, yo recomendaría ir por lo menos un vez a jugar las World Series, uno de los torneos más importantes del mundo.

-¿Es cierto que en España llegó un momento en el que nadie quería jugar contigo?

-Cuando empecé a jugar en Madrid teníamos una partida muy pequeña y llegó un momento en que la mayoría de los jugadores perdían y ganaba yo casi siempre. Hay algo de verdad en eso, pero en general lo que les gusta a todos es jugar y romper con esos mitos. Están dispuestos a jugársela contigo.

-En tu caso, ¿es difícil ser el “Matador”, porque tu cabeza es un trofeo, o supone una ventaja?

-En cierta manera es una ventaja, porque todos quieren decir que me han ganado. Aprovechando eso, si tienes una buena mano puedes quitarles todas sus fichas.

-¿Te sigue gustando enseñar faroles legendarios para sacar de sus casillas al rival, aunque muchos recomienden no mostrar nunca las cartas?

-Eso lo hacía mucho antes, especialmente cuando enseñé un farol a Mike Matusow, porque estaba muy fuerte. Lo saqué de sus casillas. No puedo decir que ya no lo haga, pero depende del estado anímico en que me encuentre. Si alguien se está metiendo mucho contigo a veces es bueno enseñarle un farol, como un freno.

-¿Te consideras más matemático o intuitivo?

-De las dos maneras. La matemática la domino, pero también detecto ciertos movimientos que los jugadores hacen para ver la mano que llevan.

-¿Tienes algún punto débil todavía?

-Todos tenemos puntos débiles. Lo más importante es seguir trabajando. Nunca dejaré de tenerlos. De hecho, sigo mejorando. Nunca he considerado que haya llegado a un nivel suficientemente bueno, Sigo aprendiendo. Siempre hay nuevos movimientos y hay que atender al día a día. Los jugadores son personas y siempre salen con cosas nuevas.

 -Como jugador clásico, ¿te costó adaptarte a la ola de jugadores procedentes de internet, que revolucionaron un poco la forma de jugar?

-La verdad es que no mucho. Al comienzo todo consistía en saber qué era lo que realmente estaban haciendo. Una vez que lo sabes puedes elaborar una estrategia para contrarrestar estos movimientos. Para todo hay una vacuna. Creo que más o menos sigo aprendiendo de ellos y sigo preparando nuevos métodos para poder contrarrestarlos. Siempre van a estar variando. Lo más importante es reconocer qué tipo de juego están haciendo.

-¿Te gustaría ser más conocido en España?

-No, en absoluto. Una de las cosas que más me gustan es mantener mi intimidad. No ando buscando la fama. Quiero ser alguien reconocido por mis éxitos, no por salir en televisión o en los periódicos.

-¿Cómo te recuerdas en tus comienzos en Madrid, cuando llegaste a simultanear hasta tres trabajos?

-Me recuerdo como yo mismo soy. Son sólo etapas de la vida, que va cambiando. A veces hacemos unas cosas y a veces otras.

-La primera vez que jugaste lo perdiste todo. Luego, en EEUU, te ocurrió lo mismo. ¿Nunca te echó para atrás pensar que era demasiado peligroso?

-La verdad que creo que he sido siempre muy valiente. No hay nada tan grave que te acobarde. Es lo más grave que te puede pasar. Que te quedes tumbado. Siempre hay que volver a levantarte. Imagino que si hubiese perdido tres o cuatro veces más a lo mejor lo habría dejado y habría continuado mi vida tal como era. Pero tuve suerte de empezar ganando y a partir de ahí llegamos a este punto.

-Seguro que te viste envuelto en más de una redada clandestina. Nunca te preocupó?

-La única vez que estuve involucrado en una redada de la Policía fue en un chalet de Madrid, me parece que en 1999, supuestamente un mes antes de mi viaje a las World Series. Entre todos los jugadores de la partida habían hecho banca para mandarme a jugar al mismo evento que gané dos años después. Yo ya había viajado a Estados Unidos y ya sabía cómo era el póquer en otros países. Para mí no había nada malo en jugar al poker, aunque en España estaba un poco oculto. No era como ahora. No me importó salir en Televisión Española diciendo que sí, que me habían sorprendido en una redada en este chalet. En la entrevista dije que era profesional del poker y que iba a ir a jugar los campeonatos del mundo en Las Vegas.

-Ha cambiado mucho, pero en España se siguen persiguiendo las partidas que se juegan fuera de los casinos, incluso con cantidades no muy elevadas de dinero.

-Yo estoy muy contento de que ahora en España, por lo menos, haya sitios legales donde se pueda ir a jugar al póquer. En mis tiempos no había ninguno. Sólo podías jugar en chalets, con amigos. Ahora por lo menos es legal y eso es un paso adelante. Pronto habrá muchos más sitios y no tendrán sentido las partidas clandestinas.

-¿El estigma de ludopatía todavía está presente?

-No, la verdad es que después de haber tenido tantos resultados no me considero un ludópata, ni mucho menos. Y cada vez menos, porque soy capaz de dejar de jugar. La última vez lo hice durante dos años porque había ganado una cantidad que pensé que era suficiente para seguir viviendo. Ante todo intento ser feliz en la vida. Si quisiera podría dejar de jugar durante años y no volver a una mesa.

-¿Por qué volviste?

-Entre otras cosas, por temas económicos. El dinero se va muy rápido, entre impuestos y cosas así. En esta vida tienes que seguir haciendo algo y realmente, en mi caso, lo que mejor sabía hacer era jugar al póquer. ¿Por qué no? He ganado algunos torneos más y eso me ha confirmado que estoy en forma.

-Este año hay menos gente en las WSOP, seguramente por la crisis. ¿Tiene futuro el poker?

-Sí, cada vez va a más. Puede que la crisis haya afectado un poco, pero el número de jugadores mundialmente sigue en aumento. A lo mejor en las World Series no, pero hay muchos torneos internacionales. Los jugadores no necesitan ir a las Series Mundiales para ganar más de un millón de dólares. En mis tiempos, el único torneo donde podías ganar más de un millón en todo el año era el main event de las WSOP. Por eso iba gente de todas las partes del mundo. Ahora hay torneos en todos los continentes y en la mayoría hay premios que superan estas cantidades. Esto también influye. En el futuro creo que irá en aumento y habrá nuevos récords.

-¿Mantienes el contacto con tus amigos en Madrid, como García Pelayo?

-Sí, tengo contacto. Estuve hace poco con ellos, salimos por ahí. Aquí en Málaga he quedado con muchos de mis amigos con los que jugaba hace trece años en Madrid. Es muy grato volver a coincidir con ellos.

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