Rematar una partida de ajedrez se parece a cerrar un partido de tenis, ese tópico tan repetido y real. Los últimos momentos de una gran competición siempre son terribles. Ni siquiera haber portado la corona vacuna contra la tensión. En Sochi se enfrentaban dos campeones del mundo, dos genios asomados a su propia humanidad. Susan Polgar, otra excampeona, advertía en las horas previas a la undécima y última partida del Mundial que para un aficionado es imposible imaginar hasta qué punto el sistema nervioso puede flaquear. «Tengo que reconocer que él fue superior; sus nervios aguantaron mejor», reconocía Vishy Anand después de perder. Magnus Carlsen había revalidado el título conseguido el año pasado en Chennai, con ciertos apuros e incluso con la cuota de suerte de los campeones. El gran maestro noruego también se confesaba nervioso, aunque cree que supo manejarlo mejor.
Por una vez, la rueda de prensa no fue conjunta. Preguntado por la omnipresente Anastasia Karlovich, también una de las fotógrafas oficiales del duelo en Sochi, el campeón se declaró «feliz» y «aliviado por no tener que jugar la partida número doce», con negras. «Ha sido un duelo muy duro desde el principio y estoy contento de haberlo superado», dijo. El momento crítico de la última jornada fue el sacrificio de calidad de Anand: «En general, creo en el material», afirmó Magnus, «así que me gustó capturar, más aún cuando vi que él no tenía suficiente compensación». En esos momentos, cuando se vio ganador, le costó volver a controlar sus nervios, pero fue cuando mejor jugó, intentando concentrarse en la partida. «Es duro cuando juegas una partida tan importante y la posición no está del todo bajo control. Definitivamente estaba nervioso, pero creo que lo supe manejar mejor que él», añadió.
¿Estaba Carlsen satisfecho con su juego en Rusia? «Es difícil de decir, quizá no jugué de la mejor manera, sobre todos entre la jugada 17 o 18 y la 23, en las que él consiguió mucho contrajuego, pero luego mejoré y estoy satisfecho de cómo jugué, feliz de haberme recuperado. Y creo que después de su sacrificio jugué bastante bien», declaró el noruego. Las comparaciones con el duelo anterior eran inevitables. Carlsen está convencido de que esta vez el nivel había sido mucho más alto, por lo que todo había sido «más duro».
¿Saltará a la piscina otra vez, como cuando ganó su primer Mundial? «No. Estoy un poco enfermo y no debería». Quizá por ello, él no lo quiso relacionar del todo, su juego en Sochi fue «un poco inconsistente, aunque suficientemente bueno». «También hice algunas cosas buenas y él jugó mejor que la última vez; presionó realmente hasta el final», afirmó el número uno.
¿Por qué se repite tanto la defensa berlinesa de la apertura española? «Es una de las más importantes contra e4 en los últimos años. En realidad, desde hace mucho tiempo creo que encaja con mi estilo, con ambos colores. Quizá por eso la hemos jugado tanto». ¿Volverá a jugarse el título frente a Anand o ya está descartado por su edad? «No lo sé. Antes de este duelo pensé que Anand no sería capaz de volver, así que no puedo saber qué ocurrirá la próxima vez. Veamos qué ocurre. Falta mucho tiempo».
Anand: «Ya no pensaba con claridad»
Vishy Anand se presentó ante la prensa tranquilo, pese a la derrota, satisfecho de haber jugado mucho mejor que en la India, donde perdió el título. Logró «posiciones jugables» y puso a prueba a su rival, que incluso cometió un error en la sexta partida que le pudo costar muy caro. El indio no lo vio, o lo vio tarde. En la última partida, su sacrificio de calidad en la jugada 27 fue calificado por él mismo como una «decisión nerviosa». «En ese momento, obviamente, ya no estaba pensando con mucha claridad», admitió. «Hasta ese momento había jugado con objetividad».
El indio afirmó que había mantenido una «gran lucha». «Estoy feliz con las sensaciones. Jugué mucho mejor que el año pasado, aunque con negras no lo hice tan bien», dijo. «Fue un duelo muy duro, pero él ha sido superior», reconoció con deportividad. Su mejora se concretó en que logró «posiciones más interesantes en general». «De alguna manera», sin embargo, también tuvo «más momentos de debilidad que decidieron el Mundial». El pentacampéon había recobrado la objetividad. Quién sabe si será capaz de volver. Viktor Korchnoi jugó su último Mundial con 50 años. Anand tendrá 46 en su próxima oportunidad.
Cuando le preguntaron si pensaba dejar el ajedrez y respondió que no, la sala entera prorrumpió en aplausos. Como valoración final, Vishy dijo que su rival es «muy fuerte». «No tengo ni que explicarlo», agregó. «En este duelo, simplemente jugó mejor. Yo hice unas cosas mejor y otras peor». De vuelta a los nervios, Anand sabe que los suyos fallaron durante la última partida. «Para ser honrado, los suyos fueron mucho más estables», explicó. Muy probablemente fue el factor decisivo, el más humano de dos tipos que a menudo juegan con la precisión de una máquina.
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