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Kramnik reforma su muro de Berlín y aplasta al gran favorito

Kramnik reforma su muro de Berlín y aplasta al gran favorito
Federico Marín Bellón el

Nadie ha trabajado tanto como Vladimir Kramnik para levantar la variante berlinesa de la apertura española. Kasparov sabe bien por qué se la conoce como «muro de Berlín», una barrera infranqueable (y hasta ahora aburrida) con la que ambos grandes maestros hicieron tablas una y otra vez. El primero bromeaba en la ceremonia de apertura del torneo de Candidatos y decía que le habían dado la plaza de libre designación en la ciudad alemana precisamente por su contribución a la variante. En la tercera ronda, el ruso afrontó una reforma tan radical como inesperada. En sus manos (y en la de sus ayudantes, porque sobre el tablero improvisó poco) la apertura se convirtió en un arma peligrosa. La primera víctima ha sido Levon Aronian, el gran favorito, obligado a rendirse después de solo 27 movimientos en la mejor exhibición de un torneo que ha empezado por todo lo grande. Kramnik es líder en solitario con 2,5 puntos en tres partidas. 

El resto de partidas terminaron en tablas. Wesley So logró puntuar por primera vez con blancas ante Ding Liren, mientras que Sergey Karjakin empató con su compatriota Alexander Grischuk. Las tablas más interesantes fueron las de Fabiano Caruana contra Shak Madmeyarov. El primero apretó, pero el azerbayano acertó con las jugadas únicas cuando fue necesario. Buena partida de ambos.

Pero el encuentro que será recordado siempre, no solo por sus protagonistas, es el Aronian-Kramnik. Creo que su influencia se verá incluso en otras aperturas. La línea se enseñará en las escuelas de ajedrez como ejemplo. La coordinación de todas las piezas del negro es tan brillante que, a posteriori, parece evidente. Kramnik ni siquiera tuvo que realizar ninguna combinación difícil ante un jugador como Aronian, hasta ayer el más firme candidato a luchar por derrocar a Magnus Carlsen. Habrá que ver cómo reacciona el armenio ante la derrota, que no debería ser ni mucho menos, el final de sus aspiraciones.

El lenguaje corporal de Aronian no podía ser más elocuente. Por supuesto, se dio cuenta enseguida de que se había adentrado en un terreno que su enemigo había preparado mucho mejor. Cambiaba de postura pero no de rostro, aunque al final asumió con deportividad y con una sonrisa que había sido la víctima y al fin y al cabo el coautor de una obra de arte.

 

Entretanto…

 

Reacciones a la partida

Por supuesto, el duelo fue muy comentado por otros grandes jugadores. El español Paco Vallejo escribía esto en Facebook: «Lo mejor de todo es cuando juegas miles de partidas para decidir qué 7 jugadores jugarán el #Candidates2018, cuando ya lo tienes todo preparado y has elegido a los mejores, entregas una Wild Card, obviamente este último gana fácil #lol».

Otro gran maestro español, Pepe Cuenca, se pregunta en su vídeo dedicado a la partida si podría ser la mejor partida de la historia de los torneos de Candidatos y advertía que quizá debía ponerle dos rombos a la grabación. El británico Nigel Short comentaba en Twitter: «¡Simplemente brillante por parte de Vlad Kramnik! Me quito el sombrero. Excepcional. Me encanta».

Alexander Grischuk, uno de sus rivales, declaró que es «una de las partidas más grandes» que nunca había visto. Y el propio Vladimir Kramnik admitió en la rueda de prensa que se trataba de una línea preparada hace un par de años, que pudo utilizar «en el momento más inesperado». Para su sorpresa, fue Aronian la víctima, un gran maestro que rara vez empieza las partidas con e4. La historia tiene gracia, porque en relalidad fue el pianista Francesco Tristano quien ejecutó la jugada sobre el tablero (como se puede ver en la imagen que encabeza este texto), invitado para realizar el «saque de honor». El ruso, sorprendido, preguntó incluso si Aronian mantenía la jugada y este accedió, se supone que no con una improvisación. De cualquier modo, le faltará tiempo para arrepentirse.

 

Kramnik, Anastasia karlovich y Aronian, en la rueda de prensa. Por la imagen es difícil adivinar el resultado de la partida. El armenio fue tan caballeroso en la derrota como acostumbra cuando gana

 

Kramnik, modesto, añadió que, «desde el punto de vista estrictamente profesional», la partida no es ningún «logro increíble». «He logrado colocar una “receta”, eso es todo», explicó. También dijo que para los ordenadores, la posición blanca en la apertura no es mala, pero es «completamente distinto para un humano», algo que cada vez vemos más sobre los tableros y que constituye una línea de investigación muy interesante.

Aquí se puede reproducir la partida:

En la posición final, casi dan lástima la torre blanca en a1, el caballo en a3 y la dama en c1, mientras las piezas negras acorralaban al rey enemigo. Tener dos peones apoyados, en sexta y en séptima líneas, a esas alturas de una partida magistral es algo casi insólito.

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