No les ha ido nada mal a las jugadoras españolas en el Europeo por equipos que acaba de terminar en la isla griega de Creta. La selección terminó en sexta posición, cuando partía de seis puestos más abajo, según la clasificación inicial por puntos Elo. Ana Matnadze, tercer tablero, logró además la medalla de bronce individual con siete puntos en nueve partidas. Su efectividad no estuvo reñida con la belleza. Es difícil no describir con tópicos (guindas, broches…) su espectacular remate en la quinta ronda ante la ex campeona mundial Anna Ushenina. El sacrificio de dama con el que doblegó a la ucraniana es una de las jugadas más hermosas de todo el torneo.
Los chicos no estuvieron tan acertados y acabaron en la posición número 13 (partían de la 15; tampoco fue un desastre). Se notó, por supuesto, la ausencia de Paco Vallejo. La mayor alegría la dio José Carlos Ibarra, que logró la medalla de plata en el quinto tablero, como primer suplente. Iván Salgado aguantó el tipo en el segundo tablero y merece destacarse también el comportamiento de David Antón en el primero. Acabó invicto pese a bailar siempre con la más fea y terminó ganando casi 11 puntos Elo. Solo logró el punto completo en dos partidas, pero una de ellas tuvo como víctima al actual número tres del mundo, el azerbayano Shakhriyar Mamedyarov, que ganó la medalla de plata como primer espada de su país. El Niño también hizo tablas contra Baadur Jovava y Michael Adams, dos miembros ilustres del club de los 2700 puntos Elo.
Los españoles, sin embargo, echaron a perder una buena clasificación con su derrota en la última jornada ante Rumanía, en teoría un equipo inferior. El torneo, por cierto, lo ganó por sorpresa Azerbaiyán, por delante de Rusia, que sigue en crisis, y de Ucrania.
En el equipo femenino, además de la excelencia de Ana Matnadze destacó el bueno juego de Sabrina Vega en el primer tablero, que firmó seis puntos en nueve partidas. Empezó con un grave tropiezo ante la desconocida noruega Sahl Sheila Barth, pero luego se rehízo y solo perdió una partida más. Incluso sus dos tablas, contra la rusa Alexandra Kosteniuk y la ucraniana Anna Muzychuk, dos campeonas del mundo y las dos mejores del torneo, merecen el aplauso. Tampoco está mal el currículum que se está fabricando como entrenador David Martínez, el Divis para los amigos, que por algún motivo casi siempre se encuentra entre bambalinas cuando nuestros ajedrecistas destacan por el mundo. (Aquí podéis leer un poco más sobre él).
El torneo femenino lo ganó Rusia, por delante de Georgia y Ucrania. Los mejores primeros tableros fueron el armenio Levon Aronian, que sigue en gran forma, y la rusa Alexandra Kosteniuk.
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