El programa Libratus, desarrollado en la universidad de Carnegie Mellon, ha confirmado su histórica victoria contra cuatro jugadores profesionales de póker, según informan en New Scientist. Hace unos días hablábamos por aquí del duelo, en el que la máquina había empezado con ventaja, y después de 20 jornadas y 120.000 manos, la inteligencia artificial ha demostrado su superioridad sobre la humana al ganar por una diferencia de 1,7 millones de fichas. «Me siento genial», declaró el programador, Tuomas Sandholm. «Esto ha sido una lucha entre David contra Goliat, en la que Libratus fue capaz de lanzar su guijarro». Antes del experimento, las apuestas estaban 4 a 1 a favor de los mamíferos.
Las partidas se han celebrado en el casino de Pensilvania, donde lo que estaba en disputa es algo apasionante en el terreno de la inteligencia artificial. Hasta ahora, las máquinas se habían logrado imponer en toda clase de juegos de información completa, como el ajedrez, las damas y el go. En el póker, sin embargo, los jugadores no saben qué cartas tienen sus rivales ni qué naipe será el próximo en aparecer. Intervienen factores aleatorios y otros psicológicos. Se puede farolear y engañar al contrario es casi obligatorio. «Realmente es un hito para la inteligencia artificial», explicó Georgios Yannakakis, de la Universidad de Malta. «Esto es como la vida. El mundo real es un juego de información incompleta. Si resolvemos el póker estamos un paso más cerca de la inteligencia artificial general». Las aplicaciones que se abren ahora para Libratus y otros programas parecidos son casi infinitas.
Tuomas Sandholm, padre de la criatura, asegura que algunos campos posibles son la ciber seguridad, la estrategia militar, negociaciones, subastas, la medicina… «Puedes aprender a luchar mejor contra las enfermedades, incluso si no dispones de algunas medicinas», añadió.
Después de su victoria, el creador de Libratus también accedió a revelar algunas características del programa, hasta ahora secretas para no dar ventaja a los humanos. Está compuesto de tres grandes partes. La primera, integrada por una gran lista de estrategias, no era muy distinta de la que sirvió para crear a Claudico, antecesor que perdió en su batalla contra los humanos en 2015. La segunda, completamente rediseñada, ayudaba a detectar los errores de los jugadores humanos para explotarlos en las siguientes manos. La tercera y última parte sirvió para descubrir y analizar los propios fallos, que los profesionales estaban aprovechando, de modo que en cada sesión Libratus se hacía más fuerte e invulnerable.
Los cuatro jugadores implicados en el experimento, que se repartirán 200.000 dólares de forma proporcional a sus resultados, confirmaron que podían sentir cómo Libratus jugaba mejor cada día, adaptándose a sus estrategias y anulando cada vez mejor todos sus intentos.
Por supuesto, esto no es el final del póker, pero como ocurre en el ajedrez, habrá que vigilar mejor en los torneos la posible utilización de programas. En el juego online, el problema puede ser mucho mayor, sobre todo por la cantidad de dinero que hay sobre la mesa.
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