El pasado sábado, Judit Polgar cumplió cuarenta años. La gran maestro húngara es sin la mejor duda la mejor ajedrecista de la historia. Este emotivo vídeo tiene el mérito de resumir en dos minutos y once segundos sus impresionantes logros, como haber derrotado a varios campeones mundiales y convivir en la élite mundial masculina desde que era una niña.
La película está aderezada por una versión en piano de la música de «Piratas del Caribe», de Klaus Badelt. En 131 segundos caben las grandes conquistas deportivas, pero no se habla de su vida, que será estudiada por las generaciones venideras. Como ya he contado alguna vez por aquí, Judit y sus dos hermanas no fueron al colegio. Sus padres, Laszlo y Klara, decidieron demostrar que los genios no nacen y poco menos que los fabricaron en serie. Viendo el resultado, es una lástima que la suya no sea «la gran familia» húngara, con quince o veinte hermanos.
En cuanto a su carrera deportiva, la de Judit Polgar parece inigualable. Siempre compitió entre hombres y se proclamó gran maestro absoluto a los 15 años, superando el récord de Bobby Fischer. Llegó a ser número ocho del mundo y, en la lista femenina, ocupó la primera plaza entre 1989 y 2015. En las Olimpiadas de Ajedrez lo ha ganado todo, pero el momento histórico más destacado es cuando irrumpió en la de Tesalónica, en 1988, donde Hungría ganó el oro con un equipo dominado por las tres hermanas Polgar (dos de ellas aún niñas). Derrotaron a las hasta entonces invencibles soviéticas. Una vez retirada de la competición, pero no del ajedrez, Judit es la capitana del equipo húngaro masculino. Como para discutirle los méritos.
La imagen de arriba es de Nagyapati Istvan.
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