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Blogs El blog de Jorge Cachinero por Jorge Cachinero

Asia Sudoriental, pugna entre EE. UU., China y Rusia

Jorge Cachineroel

NB: Este artículo fue publicado anteriormente en El Economista.

El Economista, 17 de marzo de 2025, p. 33.

La Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN, por sus siglas en inglés) fue creada, en 1967, por Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia, con el objetivo de acelerar el crecimiento económico, el progreso social y la cooperación cultural en la región.

A estos cinco se les unieron Brunéi Darussalam, en 1985, Vietnam, en 1995, Myanmar y Laos, en 1997, y Camboya, 1999.

Las disparidades económicas eran riesgos de seguridad para los fundadores de la ASEAN, ya que podían estimular ideologías desestabilizadoras.

Por ello, situaron la creación de beneficios materiales y tangibles en lo más alto de su jerarquía de objetivos.

La región que abarca la ASEAN se ha convertido en el s. XXI en una zona emergente, con 800 millones de habitantes, que es, de forma agregada, la quinta economía más grande del mundo y va a desempeñar un papel crítico en el futuro de Eurasia.

Empresas de Estados Unidos (EE. UU.) y de China están moviendo sus líneas de producción a esta región del sudeste asiático.

Las estadounidenses protegen su conexión con las cadenas de valor chinas y las chinas se salvaguardan de los riesgos de una posible ‘desconexión’ que pueda imponer el gobierno de Donald J. Trump (DJT).

Rusia está evaluando hacer lo mismo, ya que el crecimiento de la relación económica e industrial futura entre Moscú y la ASEAN depende del establecimiento de líneas de producción y logísticas compartidas y marcos aceptados mutuamente para los intercambios comerciales.

La interrelación de los países de la ASEAN con las grandes potencias euroasiáticas, China, la India y Rusia, tiene tres carencias, que, a la vez, son oportunidades.

La relación económica de las tres con la ASEAN es asimétrica.

El comercio anual de los países de la ASEAN con China tiene un valor anual de $912 millardos, con la India, de $120 millardos, y con Rusia, de $22 millardos.

Las oportunidades de crecimiento de estos intercambios son inmensas, especialmente, en los sectores financiero o digital, por citar dos ejemplos.

La fortaleza regional de la ASEAN se sustenta sobre la cooperación.

China cuenta con su nueva ruta de la seda (BRI, Belt Road Initiative, en inglés), la India desarrolló sus propias estructuras de enlace permanentes y Rusia suple la distancia geográfica con el suministro abundante de energía.

Por último, la vinculación personal es crítica, ya sea a través de la promoción turística en múltiples direcciones, algo en lo que Rusia está por detrás de China o de la India, o a través de los intercambios culturales y científicos.

La región de la ASEAN está pasando de periférica a prioritaria para Rusia, dentro del contexto de su pivote hacia Asia que la política exterior de Moscú está acelerando tras el comienzo de la Operación Militar Especial (OME) en Ucrania.

En la universidad de San Petersburgo se enseñan hoy 70 lenguas asiáticas.

Rusia mantiene relaciones políticas muy constructivas con los países de la ASEAN, dado que carece del legado como potencia colonial en esa región, que sí arrastran otros países.

No obstante, sus conexiones económicas son manifiestamente mejorables a la vista del volumen de su comercio anual.

Durante los tres años últimos, Rusia ha priorizado China, la India, Irán, Turquía, la Unión Económica Euroasiática y la Organización de Cooperación de Shanghái por encima de la ASEAN, dentro de ese giro estratégico hacia Asia.

Por su parte, la ASEAN quiere cubrir sus riesgos acercándose a Moscú porque, en el fondo, no se fía ni de EE. UU., ni de la Unión Europea (UE).

En el punto de mira de la ASEAN se encuentra también el establecer lazos con la agrupación de los BRICS, aunque no sean institucionalmente muy formales.

La visión de la ASEAN sobre la competencia entre grandes potencias le granjea acusaciones desde Occidente de comportarse con una neutralidad sospechosa.

El equipo de Biden en EE. UU. y algunos países de la UE no aceptaban la forma en la que la ASEAN entendía la naturaleza de dicha rivalidad porque su actitud de neutralidad es una elección consciente de no querer tomar partido contra Rusia en la OME.

Esta postura está fundada en el pasado colonial de los países de la ASEAN, en su aspiración de un futuro próspero y en el análisis de lo que está sucediendo en el este de Europa es un conflicto, que llevaba preparándose desde hace más de treinta años.

En definitiva, la ASEAN sospecha que, si se hubiera sumado a las sanciones occidentales contra Rusia, éstas hubieran impactado también sobre sus economías emergentes.

Vientiane, Laos, 26 de julio de 2024.

El contexto del porvenir de esta región lo marcará la rivalidad geoestratégica creciente en Asia entre los grandes poderes globales y algunos regionales.

Asia Sudoriental es vulnerable geográficamente ante fuerzas externas a esa zona.

Por ello, la ASEAN debe hacer lo posible para que se impida el uso de la fuerza dentro de su espacio geográfico.

Tres son los caminos de la ASEAN para impedirlo, a saber, los proyectos integradores que hagan posible la prosperidad y la paz, las alianzas y la conectividad con todas las partes y la mejora de la cantidad y la calidad de la información con sus socios para generar confianza.

 

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