ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs French 75 por Salvador Sostres

Vivir con Ignacio Peyró

Salvador Sostres el

A mi querido Ignacio Peyró lo han nombrado director del Cervantes en Londres y mi ahijado está buscando piso en la ciudad porque en septiembre empieza a trabajar en Lazard. Pocas vidas me interesan tanto como la de Guillem, de quien he intentado ser un padrino diario, insistente y supongo que bastante pesado y ahora mi ilusión sería que mis dos ingleses compartieran apartamento en South Kensington.

A Ignacio le iría bien un cierto contacto con la realidad, un embajador de confianza en ella, sin excesos que le dañaran el porte, alguien que le asegurase que si tiene que ahogarse sea en sherry y no en la sordidez del tráfico diario.

Pero si sobre todo espero que la idea fructifique es porque podría ser mi último gran regalo de juventud a mi ahijado, que este año cumplirá los 22. Compartir apartamento y la vida con Ignacio es un inmerecido gran premio para cualquiera, pero para un joven sediento de Londres, de british style y de conocimiento es la mejor herencia que puedo imaginarme. Vivir con Ignacio, beber con Ignacio, salir a cenar con él y escucharle contar lo que sabe sobre la cultura británica y que tan hermosamente escribió para la editorial Fócola en “Pompa y circunstancia”, es una educación sentimental, política y moral que no ha tenido ningún monarca europeo de la actualidad. Hay un último sentido de la teba de Bel que sólo se entiende cuando Ignacio la lleva.

Hay personas museo, personas joya, personas lujo que alegran el aire cuando pasan y hacen que cada instante sea hermoso, evocador, importante. Por lo que saben, sí, pero sobre todo por cómo consiguen ponerse en movimiento y fluir con el día y con la noche, por cómo te llevan como si todo fuera fácil, sin pliegues y lo normal resultara la clase, la inteligencia. Son personas que una vez encuentras una has de procurar no perderla nunca porque hay muy pocas y es poco probable que Dios pese a su Gracia que es infinita tenga el humor de presentarte otra. Ignacio es como el mar sin enredos y la vida con él es como reseguir con la punta del dedo una piel muy fina que nunca terminara. ¿No has soñado nunca que volabas, ingrávido sobre bosques y mares y ciudades? Así es ir a cenar en Londres con Ignacio y así aprendes lo mucho que puedes esperar de la vida: y ya nunca más vuelves a conformarte con aspiraciones mediocres ni con princesas de esquina y saldo.

Si cualquier casucha con ínfulas puede ser considerada patrimonio de la Humanidad y no puede ser entonces demolida o reformada sin permiso, ¿por qué no reciben esta misma consideración obras tan perfectas de Dios como mi querido Ignacio? ¿Por qué la Humanidad no protege su lujo, su élite, en lugar de arrastrarlos? ¿Qué clase de tribu somos? A veces pienso que en cierto modo todavía no hemos bajado del árbol.

Puede que al mundo le falten años de civilización para que mis mejores ideas sean comprendidas y por eso de momento me conformo con un apartamento compartido con mi ahijado, pero sí, almas tan delicadas como la de Ignacio, espíritus tan estilizados tendrían que funcionar sólo como ofrenda, tal como Dios nos los ofrendó a nosotros para demostrarnos que todavía nos quiere y estamos a tiempo de salvarnos.

Por eso querría, querido Guillem, dejarte en herencia el Londres con Ignacio que yo a tu edad nunca tuve. Porque aun siendo sólo mi ideación jamás realizada es lo mejor que poseo, lo más valioso que podría legarte y porque unos meses en Londres con Ignacio, aunque no sean años, darán un sentido nuevo a lo que eres y a lo que esperas, a la capacidad de maravillarte, al tesoro profundo que siempre nos acompaña y que hace que hasta en los momentos más duros vivir siga mereciendo la pena y la gran alegría que nos lleva y que yo de madrugada no pueda dormirme si no te digo: Ignacio. En él tienes la luz que andabas buscando. Y cuando alguien te confirma que la vulgaridad puede ser derrotada hay un “fiat lux” que ya nunca más se te borra de la mirada.

Otros temas
Salvador Sostres el

Entradas más recientes