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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Las tragedy girls

Salvador Sostres el

Las tragedy girls son al principio atractivas porque en cada hombre hay un redentor, una fábula de Cristo, un rayo de luz sobre la Cruz, una promesa de la Promesa. Las tragedy girls nos conmueven con su aparente fragilidad, con lo que creemos que es su profundidad y su alma compleja. Te hacen sentir único pero son chicas repetidas y su mecanismo es tan simple como devastador. Guárdate de las tragedy girls porque no desean ser salvadas sino extender su tragedia y éste es el secreto de su juego en el espejo. Siniestras evangelizadoras de lo funesto, su aparente fragilidad es falsa, es un señuelo con el que te distraen y te retienen mientras poco a poco te cubren con su desespero y te van apagando la luz.

Su única profundidad es la de la tumba, son estos versos de Huidobro: “podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo”. Su tumba que será la tuya si no huyes a tiempo, poco tiempo.

Te hacen creer que quieren tu luz pero sólo quieren oscurecerte, te hacen creer que admiran tu felicidad pero son un desmedido plan para la tristeza. Dan vueltas y más vueltas a tu alrededor y tú te crees un seductor pero sólo eres el cuerpo de un sacrificio tribal, el trampolín humano para la tenebrosa conspiración de la oscuridad, que suele esconderse en las formas más hermosas porque la mejor audacia del Diablo continúa siendo hacernos creer que no existe.

Las tragedy girls te envuelven con su sombrío poder, aprovechándose de tu vanidad y de tu inocencia; te rodean hasta marearte y se hacen las enamoradas mientras conservas tu alegría y tu propósito, tu luz, tu fuente de vida; y sólo cuando logran desquiciarte, cuando notan que te tambaleas y que estás a punto ya de despeñarte para convertirte en tan triste como ellas, dejan de quererte, de hablarte y de mirarte y la última victoria de sus tinieblas es que vagues como un imbécil chapoteando en los charcos de su miseria.

Las tragedy girls nunca renuncian a su estrategia. También es cierto que atraemos lo que somos, y que esto tendría que hacernos reflexionar, porque la casualidad no existe y menos cuando miras atrás y todas tus chicas se parecen. Huye y no te recrees, por tentador que te parezca. Huye antes de quedarte sin luz, sin alma y sin fuerza, devastado por la tragedia. Huye y no mires lo que dejas, porque hasta en la última mirada correrás peligro y serás débil. Huye y recuerda el abismo y que el vértigo no es miedo a la altura sino ganas de tirarte.

No quieras quedarte, Ulises, átate al palo. Por poco pero te salvaste y no siempre tendrás tanta suerte.

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