Loquillo es un gran artista. Los buenos artistas se copian entre ellos. Los grandes artistas sólo se copian a ellos mismos. En una canción, en un poema o en una novela los genios hablan de sí mismos, como así tiene que ser. De los demás hablan las porteras. Oiga, ¿usted de qué se cree que yo hablo en mis artículos? A veces lo disimulo más y otras menos. Hasta cuando hablo de mi hija, hablo de lo que yo proyecto. El yo es el único tema serio. Loquillo ha venido al mundo a resolver el conflicto en el que Dios le metió dándole talento. Todo lo demás no tiene ninguna importancia.
Ahora le están insultado por un cariñoso tuit con el que se despedía de Pau Donés, recordando que cuando se conocieron Pau le mostró un autógrafo que le había pedido antes de dedicarse a la música. Me ha parecido bonito. Yo guardo un autógrafo de Gabo de cuando aún quería ser el portero del Barça. Si me hubiera muerto antes y Gabo se hubiera acordado, habría sido un honor que me despidiera explicándolo.
El Loco habla de él, sus canciones son él, y estar con él es estar con él y no al revés. La muerte es triste pero no puede borrar las jerarquías. Quiero decir que el autógrafo era del Loco, no de Pau. Esto es importante. No por la estúpida polémica que se ha creado, sino para entender la vida. El autógrafo era de Loquillo.
Twitter una vez más se ha comportado como la gran cloaca que es. El linchamiento moderno puesto otra vez en marcha. La turba envalentonada por el anonimato. Gente a la que sólo le pedirá un autógrafo el juez de guardia. Tanta gente sola, abandonada, que se encarniza con el talento porque cree que así calma el resentimiento de no tenerlo.
El yo de los genios es el único tema válido. La obra de cualquier gran artista consiste en estilizar su yo, destilarlo, proyectarlo, usando todos los espejos, todas las excusas. Dando rodeos a veces, situando la escena en África. Pero en el fondo siempre el yo, siempre lo que uno es y teme y le da esperanza. Siempre las propias heridas, y la propia luz, por mucho que sea a ti debida.
La muerte de Pau ha sido más cómoda que la vida de Loquillo. Esto hay que entenderlo para saber de qué hablamos y con quién. Luego están los sentimientos, la pérdida, las terribles enfermedades. Pero tú vuelve a leer el nombre del autógrafo y esta conversación no puede ser mucho más larga.
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