Salvador Sostres el 08 abr, 2016 Ciudadanos creían ser los más listos de la clase, y los más hermosos, y están descubriendo el techo de su incompetencia del modo más humillante y aparatoso. Por ir de listos, sin ser demasiado inteligentes, han desocupado su espacio natural dejándose utilizar por el PSOE, y Podemos les está zurrando hasta echarles de cualquier pacto. Ciudadanos ha sido la niña tonta en medio de una orgía, queriéndose encima quedar hasta el final de la fiesta por ver si alguno de los participantes le pedía matrimonio. El ridículo ha sido y está siendo espantoso. Yo puedo entender la ilusión que suelen hacer los partidos nuevos. Y la pereza que da votar a lo de siempre, especialmente cuando lo de siempre flaquea. Pero los que votaron a Rivera para votar a la derecha pero castigando al PP, se han castigado a ellos mismos regalando su voto al PSOE. Los que le votaron por ser de centro, se han visto negociando con la extrema izquierda, y siendo zarandeados por ella. Y mis preferidos, que son los que creyeron al líder de Ciudadanos cuando dijo que su voto sólo serviría para hacerle presidente a él, han visto cómo su voto se subastaba al mejor postor y hubiera podido servir para coronar a la suma nulidad de Pedro Sánchez. Los más listos de la clase han acabado siendo el kleenex que todos han usado y tirado a su conveniencia. Los que prometían regeneración democrática y transparencia han retorcido y mercadeado con cada uno de los votos que recibieron, jugando con ellos como si fueran billetes del Monopoly, y se han saltado cualquier contrato de confianza y lealtad con sus votantes. Yo entiendo la ilusión que los chicos jóvenes y apuestos puedan hacerles, pero el centro derecha es algo demasiado serio para dejarlo en manos de listillos de feria de barrio. Y aunque dé pereza, y sea imperfecta, la vieja derecha de siempre es la única que está donde tiene que estar y resuelve los problemas. Otros temas Comentarios Salvador Sostres el 08 abr, 2016