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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

¿Cómo identificar a las personas tóxicas del gimnasio?

Te damos las claves para detectar a las compañías que restan y no suman cuando entrenas

¿Cómo identificar a las personas tóxicas del gimnasio?
Alfonso M. Arce el

Cualquier gimnasio, sea el que sea, es un lugar propicio para que se den cita personas de todo tipo y condición. Algunas peculiares, otras tan normales como el más común de los mortales. Pero entre todas ellas, parece que hay siempre un buen caldo de cultivo para que aparezcan algunos elementos tóxicos ¿Qué podemos considerar tóxico? Bueno, realmente hay un componente personal en lo que cada cual considera tóxico, pero para intentar darle un matiz objetivo, vamos a considerar como tóxico a todo aquello que no contribuya a generar un entorno en el que sea agradable y productivo entrenar. La toxicidad no tiene género, así que cualquiera de estos patrones es aplicable tanto a mujeres como a hombres, así que acudiremos al recurso políticamente correcto de la @ para que todos se den por aludidos. Os presentamos a los tóxicos:

  • L@s pluscuamperfect@s: son las personas que se consideran la definición del fitness, así, globalmente. Estilismo muy estudiado. Paseos estratégicos. Miradas condescendientes y lecciones inoportunas hacia todo el que se cruzan porque ellos sí te van a decir cómo debes hacerlo y por qué, por supuesto lo harán antes de preguntarte a ti. Ya lo saben todo de nacimiento. Agotan. Son “personaltrainers” porque ellos lo valen. Y lo peor de todo es que pueden convertirse en una alargada sombra que la gente evita por no soportarla alterando el ritmo normal del gimnasio.
  • L@s agresiv@s: a este grupo les estorbas, ya sea por el tiempo que llevan en el mismo gimnasio o porque consideran que su manera de entrenar desciende directamente del Olimpo de los Dioses, todo tiene que ser para ellos. Acaparan el material y miran con nada disimulado odio al que esté utilizando algo que, por supuesto, es para todos. Al fin y al cabo ¿quién osa desafiar a la fuerza de los elegidos?
  • L@s colegas: este perfil tóxico es muy peligroso porque parece todo lo contrario. Son tan simpátic@s que da gusto, hasta que te das cuenta de que la hora que tenías la han consumido estas personas enseñándote un vídeo en el móvil, preguntándote si estás en día de pecho y que les expliques tu rutina, que si te suplementas o que si te gustan las motos o has visto el último episodio de Dinastía. Digamos que para este grupo ir al gimnasio consiste en estar en un gimnasio hablando, poco más.
  • L@s traficantes: pueden ser levemente tóxicos cuando solo hacen de nutricionista aventajado y te recomiendan algún bote de proteínas sobre el que llevan comisión, o pueden ser un problema real que hasta llega a ocasionar cierres de negocios cuando lo de “traficante” no es una manera cariñosa de hablar, sino que trafican con sustancias prohibidas y peligrosas para la salud del que las consuma.
  • L@s antihigiénic@s: realmente podríamos denominarles cerd@s, pero hay que ser cuidadosos y no ofender la sensibilidad del ganado porcino que se puede ver injustamente incluido en este grupo. Hablamos de personas que entienden que los demás disfrutan con el sudor que dejan en un banco al no llevar toalla, cuando la llevan se la olvidan en cualquier lado dando por hecho que al resto le agrada quitarla, que no saben llenar su bidón de agua sin dejar el baño pareciendo un bebedero de patos y/o que en la zona de aguas sus prácticas rozan el delito ecológico (no nos extenderemos aquí por no pasar a contenido duro de verdad).

Como todo estereotipo, es fácil caer en las exageraciones, pero también estoy seguro de que en algún momento has puesto cara a alguno de estos patrones tóxicos. A veces forman parte del ambiente general de un gimnasio o polideportivo e incluso ayudan a que exista determinado clima que da un perfil único a unas instalaciones, pero también puede darse el caso de que su influencia consiga que un lugar no sea agradable o, en el peor de los casos, que llegue a no ser nada recomendable. Elige bien tu compañía tóxica y que la fuerza te acompañe.

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