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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

Conoce las «máquinas» que sí funcionan para mejorar tu forma física

Te contamos dónde poner todo tu esfuerzo y qué puedes saltarte

Conoce las «máquinas» que sí funcionan para mejorar tu forma física
Alfonso M. Arce el

Si algo tenemos en común del primero al último de los mortales es que nos falta tiempo para todo. Aunque seas la persona más ociosa del mundo, recuerda que tu tiempo es limitado. La mejor meditación diaria debería ser valorar a qué vamos a poner cada minuto de atención e interés en nuestras vidas. Suena muy místico pero ¿por qué invertimos dinero y tiempo en algo para que no tengamos ni el más mínimo resultado? Si te apuntas a unas clases de inglés y no vas o no aprendes, te cambias de academia o dejas de pagar y abandonas. Sin embargo, no es raro conocer a personas que siguen pagando la cuota de un gimnasio para ir un día al mes y a los dos años no haber notado absolutamente nada en su estado de forma. Igual hasta están peor. Volviendo al ejemplo anterior sería pagar una academia de idiomas para conseguir que nos hagan olvidar palabras.

Esta carencia absoluta de tiempo es algo que el mercado del fitness ha comprendido muy bien. Todos necesitamos de rutinas y máquinas que nos garanticen resultados reales con relativa inmediatez. Hay una cosa cierta, no necesitas dos horas para entrenar duro y con resultados. Intenta correr un kilómetro al ritmo al que correrías cien metros y comprobarás que mucho antes de llegar a la mitad, tendrás que parar sintiendo que la muerte viene a verte. La primera duda razonable es si esos métodos o cadenas de gimnasios que venden resultados meteóricos dedicando muy poco tiempo al día (en algunos casos también sin esfuerzo, sin comentarios), son tan solo un producto comercial diseñado para captar un público que está perfectamente identificado. El que se apunta, paga su mensualidad con máxima fidelidad sin que eso se traduzca en una consistencia a la hora de entrenar o, al menos, intentarlo.

Dado que entendemos que tu tiempo es oro y que a la hora de elegir un gimnasio, el equipamiento de sus instalaciones puede ser fundamental, vamos a repasar las «máquinas» más eficaces para ponerte en forma. Dale prioridad a ellas en tus entrenamientos. Esto no significa que el resto no valga, el ejercicio bueno es el que se hace así que la peor máquina, siempre será mucho mejor que estar sentado en el sillón de tu casa. Ya no te cuento si lo haces acompañado de una fantástica ración de comida basura. Éste es el listado. En tu próxima visita para apuntarte a un gimnasio pon atención a si son estas máquinas a las que dejan más espacio en sus instalaciones:

Tu cuerpo

La máquina más perfecta. Con él puedes caminar, correr, saltar, hacer fondos, sentadillas, escalar, subir, bajar, tumbarte, levantarte, estirarte, agruparte, girarte, rotar, rodar, bailar, retar a tu equilibrio, a tu precisión, agilidad… de todo. Tu cuerpo es un gimnasio, por eso muchos métodos de entrenamiento físico presumen de no utilizar otra cosa. Y tienen razón. Solamente debes hacerlo con la técnica y la intensidad adecuada ¿Tiene tu gimnasio una zona donde poder sacar el máximo partido a tu propio cuerpo?

No hay máquina más perfecta que tu cuerpo

Un rack de potencia

Dicho así igual te suena raro, pero es la manera técnica de llamar a una especie de estructura o jaula metálica en la que se puede insertar los soportes donde colocar barras de pesas adaptando fácilmente su posición o altura, lo que te permitirá ejecutar algunos ejercicios imprescindibles como sentadillas, press de hombro y press de banca (el banco no puede faltar, claro). En la parte superior de la estructura, podrás encontrar barras para colgarte que, según su disposición, te valdrán para hacer un sin fin de ejercicios de calistenia. Aunque verlo suelto resulte un poco anodino, estamos hablando de una auténtica fábrica de gente muy fuerte. Y que no te cuenten rollos, esto es unisex, todas y todos están invitados.

 

Unas mancuernas

Un básico. Mejor si no son redondas para que te valgan como base de apoyo y así multiplicar sus opciones. Si pensar en mancuernas te lleva inmediatamente a visualizar un curl de biceps, te estás perdiendo casi todo.

Las pesas rusas o kettlebells

Sin exagerar podríamos decir que solamente con una pesa rusa, tu forma física puede alcanzar un nivel realmente alto. Son tantas sus posibilidades que en breve vamos a dedicar una entrada del blog exclusivamente al kettlebell. Para exprimirlo al máximo sin riesgo, es importante que un especialista guíe tus pasos. Y otra cosa, no te dejes llevar por el miedo. No imaginas el peso que se puede mover si tu técnica es buena.

Ahora llega lo bueno, si se diera el caso en el que dispusiera de un espacio muy reducido (muchísimo) que me obligara a elegir cuidadosamente qué pongo para montarme un gimnasio casero, con estos elementos ya lo tendría todo. Yo mismo, un rack de potencia pequeño con mi barra de halterofilia, unas mancuernas y dos kettlebell. Por supuesto que echaría de menos muchas cosas, porque al final a todos nos gusta variar y hay un millón de opciones más, todas válidas y hasta divertidas. Lo que quiero destacar es que en ningún caso hace falta sofisticación y menos aún la duda que a estas alturas alguien puede tener: ¿Y el cardio? Con cualquiera de estos elementos puedes hacer cardio, no necesitas una carísima cinta de correr o una elíptica. Si me das un poco más de espacio en esa hipotética habitación donde me he montado mi pequeño gimnasio, elegiría un remo, que además se puede apilar contra la pared fácilmente.

La idea fundamental con la que tienes que quedarte es que, en general, cuando estás escogiendo gimnasio, las salas repletas de sofisticadas máquinas con con pantallas de televisión y luces por doquier se convierten en un reclamo comercial que no necesariamente significa que esas instalaciones te puedan dar un resultado mejor que un gimnasio más rudimentario. Las máquinas ofrecen muchas posibilidades y en ellas por supuesto que te puedes poner muy en forma, pero no se han fabricado para eso. En general las máquinas de los gimnasios (sobre todo en los más grandes) permiten dejar a la gente entrenar con escasa supervisión y bajo riesgo de lesión gracias a que las trayectorias están marcadas por la propia máquina cuando hablamos de trabajo de fuerza. Que puedas ver tu serie favorita mientras estás en una bici estática, desde mi punto de vista, soluciona el problema de la falta de tiempo que tenemos todos y con el que empezábamos hoy esta entrada del blog, la cuestión es que si haces bicicleta, ves una serie y miras de vez en cuando tu móvil, creo que algo de la serie te vas a perder y desde luego, ni de lejos, estás dando tu cien por cien en tu entrenamiento.

Optimiza tu tiempo. Dedícalo a aquellos ejercicios y «máquinas» del gimnasio que te van a dar los mayores resultados. Busca una intensidad adecuada para tus objetivos, no un número o tipo de ejercicios. Y entrégate a lo que estás haciendo, acabarás antes, con mejores resultados y con buenas sensaciones para lo que venga después. Que la fuerza te acompañe.

 

Entrenamiento

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