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Blogs Que la fuerza te acompañe por Alfonso M. Arce

¿Debes tener miedo a ganar mucha masa muscular si practicas CrossFit?

Descubre por qué el CrossFit no es un sistema diseñado para que ganes volumen por encima de todo

¿Debes tener miedo a ganar mucha masa muscular si practicas CrossFit?
Alfonso M. Arce el

El rechazo a entrenar con peso dando por hecho que eso va transformar nuestro cuerpo no solo ocurre con el CrossFit. En cualquier gimnasio toparemos con el rechazo de muchos clientes a coger una mancuerna un poco más pesada de lo habitual. Esto ocurre incluso cuando es evidente que no les está costando el más mínimo esfuerzo lo que quiera que estén haciendo. Esto que voy a decir no es una exageración y espero que sea ilustrativo: pensar que trabajando con pesas se nos va a poner el cuerpo de un culturista, o de un atleta de élite, equivaldría a decir que no quieres aprender a leer porque tienes pavor a convertirte en catedrático o que te den un asiento en la RAE. Si evitas la lectura queda claro que tus temores nunca se harán realidad, pero serás analfabeto además de tonto (o tonta o tonte).  El precio a pagar por no leer es excesivo, y seguro que sabes que pocas personas acaban siendo catedráticos y muy pocas llegan a académicos de la RAE. Si tienes miedo al músculo y evitas trabajarlo, tu salud acabará sufriendo ya que la sarcopenia es uno de sus grandes enemigos y actúa de manera silenciosa. Pero volvamos al CrossFit.

¿Por qué en concreto el CrossFit?

CrossFit lleva varios años teniendo un crecimiento espectacular. Además, sus adeptos no solo lo practican, sino que lo defienden y en algunos casos lo convierten en obsesión. Es una manera de entrenar que funciona, algo que se podría decir también de otros sistemas, pero es cierto que el CrossFit ha sabido crear un coctel genuino que engancha como una droga. Esta adicción, supongo que como casi todas, consigue que las personas quieran cada vez más y esto supone la aparición de dos fenómenos: el primero es gente que empieza a llevar años entrenando duro y que está muy fuerte; el segundo es que las competiciones (el CrossFit como deporte y no como metodología) cada vez tienen más protagonismo y alimentan la cantera de gente que se prepara para ello.

Por si fuera poco en muchos boxes parece que lo primero que hay que hacer es quitarse la camiseta, a lo que podríamos añadir un aspecto espartano de las instalaciones y dos o tres ruedas de tractor mezcladas entre muchos hierros. Ya tienes todos los elementos para que cualquier persona que no entienda bien el contexto confunda la parte por el todo y crea que ese grupito de cachas, que lleva siete años entrenando a diario y los dos últimos siguiendo una programación para intentar competir en algún lado, son una muestra representativa de lo que te va a pasar si te apuntas a un box de CrossFit. Eso no es real. CrossFit no está diseñado para que cojas volumen. Entendamos por qué.

¿Por qué se gana volumen muscular y por qué CrossFit no sería la mejor opción si ese fuera tu objetivo?

¿Miedo a tener este físico? Tranquilidad, está fuera de tu alcance (Foto Instagram @richfroning

CrossFit es un sistema de entrenamiento que se basa en evitar las adaptaciones. La gente que lo practica te puede decir que lo de tener agujetas es muy normal. No es una casualidad. Una de las críticas más habituales del CrossFit es su falta de especialización, los corredores de atletismo se parten de risa viendo a un crossfiter correr, los especialistas de calistenia o los gimnastas cierran los ojos viendo las dominadas que se hacen en cualquier box, un halterófilo mueve muchos más kilos que alguien que hace arrancadas como parte de un wod… es lógico. CrossFit pretende que alcances un nivel mínimo de capacidad en las diez áreas que entienden que debería tener una persona con salud que son: resistencia cardiovascular, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión.

La mejor manera de ganar volumen muscular es repetir un movimiento sometiendo al músculo a un estrés mecánico y dejarle descansar para que recupere, así una y otra vez consiguiendo una adaptación progresiva que, con el tiempo, se traduce en volumen muscular. Es una manera muy simple de resumir el entrenamiento de los culturistas por ejemplo, quizás demasiado, pero así nos entendemos. CrossFit no quiere que te adaptes demasiado a nada, porque si despuntas en una faceta, es inevitable que empeores en otra área, y no quieren que levantes 500 kilos en peso muerto a costa de no ser capaz de correr un kilómetro. Este enfoque va a conseguir estéticamente algo muy simple y es que tengas un físico más delgado, es el primer efecto que notarás y no el de parecer Hulk. Lo siguiente que ocurre normalmente es que descubres la importancia de la nutrición, si es que no lo habías hecho ya. Empezarás a comer mejor porque quieres rendir en tus entrenamientos, seguir el ritmo de tus compañeros. Ya no solo habrás adelgazado sino que se podrá ver que tienes un cuerpo “prieto” si es que eso describe a una musculatura sana y “operativa”, que me gusta más que la chorrada esa de la tonificación. A partir de aquí… sangre sudor y lágrimas para conseguir mejorar, como en cualquier otro lado.

Los grandes resultados o cambios exigen grandes esfuerzos y sacrificios. En el CrossFit ocurre exactamente igual. No esperes un físico de competidor de los CrossFit Games por ir cinco días a la semana una hora a entrenar. Si te apetece probar, no des más vueltas a tus miedos, entra por la puerta de un buen box (uno bueno por favor) y que la fuerza te acompañe.

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