“La industria del cómic está aún muy, muy lejos de ser un negocio siquiera rentable”.
Si partimos de la concepción del influyente historietista, teórico del cómic y creador del famoso personaje The Spirit, Will Eisner, define la narrativa gráfica como “un arte secuencial”. Una forma de expresión que se transmite en diversas manifestaciones artísticas desde la Antigüedad pasando por la Edad Media hasta llegar a nuestros días.
En España después de pasar por una época valle, el cómic ha vuelto para quedarse, en eso ya no hay duda. Todo ello gracias al gran nivel de guionistas e ilustradores que hay en la actualidad, sin olvidar a aquellos que pusieron una base años atrás para llegar al éxito. También, gracias a que la sociedad actual ha perdido el cliché de asociar cómic con infancia, ya que es un medio totalmente válido para contar historias que lleguen a un público adulto.
Entre esos guionistas e ilustradores está Juan Díaz Canales (Madrid, 1972), uno de los autores españoles que trabaja para la industria francobelga más exitosos del momento, y que desde jovencito ha sido un devorador de tebeos además de dibujante. El principal reconocimiento a nivel institucional le llegó en 2014 con el Premio Nacional de Cómic (además de los premios Eisner, Harvey, Salón del Cómic de Barcelona…) por su obra Blacksad (Norma Editorial) junto al dibujante Juanjo Guarnido, una de las series españolas más conocidas a nivel internacional, «por ser un tebeo de calidad sin fronteras, cargado de referencias culturales y con una óptima ejecución; constituyendo un reconocimiento al cómic para el gran público».
Estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado con compañías europeas y estadounidenses, proporcionando argumentos y guiones para cómics y películas de animación desde 1996, cuando fundó la compañía Tridente Animation. En los proyectos que está desarrollando actualmente está el que realiza junto a Rubén Pellejero, el guión de la mítica serie recuperada del marino romántico, creado a finales de los años sesenta por Hugo Pratt, Corto Maltés (Norma Editorial).
Gran profesional que se toma muy en serio su trabajo y eso se ve claramente reflejado en sus guiones trabajados. En este año 2016 salta como guionista e ilustrador publicando como autor completo “Como viaja el agua” (Astiberri) un relato en clave de serie negra y social ambientada en el Madrid actual, en el que reflexiona sobre la vida y la muerte a través de la historia de Niceto, de 83 años, su hijo Román y su nieto Álvaro. Cuéntenos el proceso de elaboración del guión y dibujo, desde la aparición de esa primera idea o propósito pasando por la forma y la estructura narrativa hasta llegar a su finalización.
El proceso de este libro no se ha diferenciado mucho de los otros que he hecho hasta ahora, con la pequeña salvedad de que “Como viaja el agua” es la primera obra en la que me he encargado también del dibujo. Una vez que tuve claro que querría hacer un relato policíaco con tintes existencialistas, pasé a escribir un guión técnico igual que los que realizo cuando trabajo con otros dibujantes. Del guión pasé a un storyboard para tener clara la planificación de las 90 páginas de las que consta el libro. Las siguientes etapas son las del dibujo a lápiz y entintado. A pesar de que el cómic está dibujado completamente en digital, el proceso no se distingue en esencia al trabajo tradicional con lápiz, tinta y papel.
¿Existe una mayor implicación personal al ser también dibujante que cuándo escribe un guión?¿Cuánto tiempo le llevó escribir y dibujar esta obra, y por qué en blanco y negro?
Existe mayor inversión de tiempo, porque es mucho más trabajo. Pero la implicación y el entusiasmo son los mismos. Hacer tebeos, sea como guionista o como dibujante, es para mí un trabajo cien por cien vocacional. La obra está realizada a lo largo de más de tres años, pero nunca a tiempo completo porque lo he tenido que ir alternando con Corto Maltés y otros compromisos profesionales. El blanco y negro se impuso desde el primer momento. Siempre estuve convencido de que el tono urbano y un poco metafísico de la historia pedía un tratamiento en blanco y negro con toques expresionistas, que por otra parte, me encanta desde el punto de vista estético.
¿Por qué ese paso de guionista a autor completo?
Llevo trabajando como dibujante de animación desde los 18 años. Teniendo en cuenta que los tebeos son una de mis mayores pasiones, casi era una cuestión de tiempo y de lógica que acabara haciéndolo.
¿Cuándo piensa un guión, lo hace en función del público al que se puede dirigir, del dibujante elegido o busca un sentido literario?
Nunca pienso en el público. No por falta de respeto, sino porque lo que llamamos público no es una entidad uniforme, sino un conjunto de personas diferentes con gustos y necesidades particulares y cambiantes. Es algo completamente inaprensible.
Toda la acción que es trasladada por el dibujante -en este caso usted- al papel necesita de un cómplice silencioso, el lector ¿Qué le diría a ese cómplice para que abra el cómic por la primera página? ¿Qué sensaciones o sentimientos busca transmitir cuándo se sumerja el lector en la historia y en la contemplación de los dibujos?
Lo que tratas de transmitir es diferente en cada obra. Hay que interpretar cada nuevo álbum como un nuevo mensaje. Si tomamos por ejemplo “Como viaja el agua” mi intención era mover al lector a una reflexión sobre la vida y la muerte, aunque para ello el envoltorio sea una historia policíaca que esconde un misterio.
Es autor como guionista junto al dibujante Juanjo Guarnido de la exitosa serie Blacksad –van por el quinto volumen- por la que recibieron el Premio Nacional de Cómic de 2014. ¿Se esperaban este éxito? ¿Qué influencia ha podido ejercer sobre su trabajo posterior?
El éxito es un fenómeno de naturaleza bastante excepcional y por lo tanto casi siempre inesperado. En general es harto complicado fabricarlo. Simplemente, sucede. La influencia más evidente es la libertad creativa y las puertas que te abre el tener un nombre como autor. Sin ir más lejos, sin Blacksad hubiera sido muy improbable que acabara escribiendo Corto Maltés.
¿Tiene fecha de caducidad Blacksad?
Blacksad no tiene fecha de caducidad mientras que Juanjo y yo disfrutemos tanto contando sus aventuras.
“El cómic es un maravilloso medio de comunicación, simple y humilde”.
¿Cómo surgió la idea de los animales?
La idea de los animales no surge de ningún lado. Ya estaba ahí: en las fábulas, en los dibujos satíricos de prensa, en los cómics, en los dibujos animados… no tiene nada de original.
¿De dónde salen las ideas para elaborar un guión?
De la observación de la realidad, de los viajes, de las otras artes como la pintura la música, el cine… Pero sobre todo de los libros. Allí es dónde se dan en su forma más compleja y sofisticada.
La posición de guionista y la posición de dibujante, son dos posiciones contrapuestas que en el cómic se complementan, uno emplea la palabra y el otro la imagen ¿Cómo se llega al equilibrio entre estas dos figuras necesarias a la hora de emprender una nueva obra?
Hace falta una cierta dosis de complicidad y generosidad para que la obra salga hacia adelante. Como en otras parcelas de la vida en la que están implicadas más de una persona, se trata de buscar un espacio de convivencia en el que haya libertad de movimiento y pensamiento. En el caso del oficio artístico, se trata de que cada uno en su tarea, sea escribir o dibujar, tenga márgenes suficientes para desarrollar su creatividad y al mismo tiempo la humildad de renunciar de vez en cuando.
¿Cómo definiría el cómic?
Un maravilloso medio de comunicación, simple y humilde en su fabricación que es capaz de expresar los pensamientos y las sensaciones más complejas y sublimes.
¿La elipsis lo es todo en el cómic?
No lo es todo, pero sí que es la herramienta que mejor lo define y posiblemente, su mejor hallazgo.
¿El guionista de cómic es un pensador de imágenes? ¿Debe dominar la imagen?
Yo no me atrevería a trazar el perfil ideal del guionista. Hay tantas maneras de enfrentarse al guión como guionistas. No creo que tenga nada que ver Alan Moore con René Goscinny, y sin embargo ambos sublimaron el guión de cómic.
¿Aunque hay una masificación en el negocio, se está acercando el cómic a una pretensión más artística?
No creo que haya ningún tipo de masificación. Ni se vende ni se lee tanto cómic. La industria del cómic está aún muy, muy lejos de ser un negocio siquiera rentable. Al menos para la mayoría de los autores.
¿Qué es más importante para elaborar un guión: una buena documentación o una buena historia?
La documentación no siempre es imprescindible. Hay bastantes géneros en los que no es tan necesaria, como puede ser el fantástico o el biográfico. Una buena historia es muy deseable, pero no te garantiza un buen guión. Hay una parte técnica que si no dominas, puede arruinar la mejor de las ideas.
“Una buena historia es muy deseable, pero no te garantiza un buen guión”.
Muchos guionistas españoles, entre los que usted se encuentra publican en Francia. ¿España llegará alguna vez al nivel del cómic francés? ¿Qué debe pasar para que pueda ocurrir esto?
No hay tantos. Es posible que no lleguemos a la docena en un mercado que produce más de 5000 novedades al año. Es un porcentaje insignificante. En cuanto al desnivel entre España y Francia es generalizado en todo lo que tiene que ver con la cultura, no sólo el cómic. Es un país que protege y fomenta mucho más la cultura que el nuestro a todos los niveles. Eso tiene un reflejo no sólo cultural, sino también social y económico.
¿La escritura de un guión de cómic puede ser la más disciplinada que existe?
No he escrito guiones para otros medios, así que no puedo comparar.
Desde hace unos años los cómics de toda la vida se venden también en librerías no-especializadas. ¿Ha ayudado cambiar el término en algunos formatos por el de novela gráfica?
El éxito comercial del formato novela gráfica ha tenido mucho que ver con esa creciente popularización del cómic. Pero no es el único factor. También han tenido mucho que ver otros factores como el creciente interés de los medios de comunicación generalistas o la creación del Premio Nacional, que nos ha dado mucha más visibilidad.