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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

El origen de la imprenta en España

Segovia fue la primera localidad española que tuvo imprenta traída por su obispo, Juan Arias Dávila, con el fin de editar textos para la formación del clero.

El origen de la imprenta en España
Pablo Delgado el

Hasta mediados del siglo xv, antes que existiera la moderna imprenta, la forma mayoritaria de elaborar los libros era a mano, estos eran difundidos a través de las copias manuscritas de monjes y frailes. Desde un siglo antes, los libros xilográficos, como la Biblia pauperum, se realizaban mediante planchas de madera grabadas en relieve con gran protagonismo de la imagen frente a breves textos explicativos. La imprenta inventada por Johannes Gutenberg hacia 1440 resolvería los problemas ocasionados por el desgaste de los tacos de madera, al poder multiplicar las tiradas con la combinación del invento de los tipos móviles metálicos.

Pese a la nueva técnica de elaboración, los primeros incunables tendrán grandes similitudes con los manuscritos de su época, a los que emulan: ausencia de portada, disposición textual (suelen estar a dos columnas) y tipo de letra y espacios para la decoración artesanal que los poseedores de los libros encargaban posteriormente. La ornamentación se centraba en las orlas de la primera página de texto, las letras iniciales o los signos de párrafo.

Juan Arias Dávila (1436, Segovia – 1497, Roma), humanista y reformista, con una destacada posición política en Castilla fue un político y obispo de Segovia, mecenas de las artes y las letras, tuvo una gran iniciativa. De familia conversa, lo que le ocasionó problemas al final de su vida, accedió al obispado en 1466, que mantuvo, a pesar de su estancia en Roma, hasta su muerte en 1497. Pero fue su afición a los libros y sus relaciones con Roma lo que le llevaron a conocer el nuevo sistema de elaboración de incunables inventado por Gutenberg. Invento que importó a la ciudad de Segovia, considerado así el introductor de la imprenta en España.

De la mano de Juan Parix de Heidelberg, tipógrafo alemán que instaló su taller a instancias del obispo Dávila, fu el primer impresor que trabajó en España, y quién imprimió en Segovia el Sinodal de Aguilafuente en 1472, considerado el primer libro impreso en España. Contiene las actas del sínodo celebrado en dicha villa segoviana entre el 1 y el 10 de junio de 1472. El libro, en formato 4o y en letra redonda, tiene cuarenta y ocho hojas impresas y catorce hojas en blanco al final. Sin portada, comienza con el índice y presenta espacios en blanco para las iniciales. Tan solo se conserva un ejemplar en el mundo en la Catedral de Segovia, y que actualmente se expone en la Biblioteca Nacional con motivo de la exposición Incunabula: 550 años de la imprenta en España.

Con Incunabula, la Biblioteca Nacional de España conmemora los 550 años de la llegada a España de la imprenta, el invento de Gutenberg que introdujo la modernidad a mediados del siglo XV. Contará con un libro xilográfico, Biblia pauperum (c. 1440-1450), además de uno de los primeros incunables conservado en la Biblioteca Nacional de España, esos libros realizados con el «nuevo arte maravilloso de escribir» a los que se les llamaba así desde su inicio hasta el 31 de diciembre de 1500, por «salir de la cuna», además también estará expuesto el Catholicon, de Johannes Balbus, impreso en 1460 en Maguncia y atribuido a Gutenberg.

Se muestran ejemplos de las tipografías utilizadas, redonda o romana, y gótica, además de la hebrea y con caracteres musicales como el primer libro con música Lux bella seu Artis cantus (Sevilla, 1492).

Si los primeros incunables emulan a los manuscritos como una forma de acercarse al lector de aquel momento, también la ilustración se presentará con iniciales y orlas similares a las que aparecían en los manuscritos. Poco a poco irán incorporando grabados y otros adornos, de los que hay una buena selección en Incunabula, como el Fasciculum temporum (Sevilla, 1480), el primer libro español con grabados; o el mapamundi de la Cosmographia de Pomponio Mela (Salamanca, 1498).

Textos jurídicos, litúrgicos, médicos, literarios o la Gramática de Nebrija (Salamanca, 1492) cierran esta muestra con algunos ejemplos de los múltiples contenidos que estos primeros testimonios de la imprenta encerraron en sus páginas

Excepto el Sinodal de Aguilafuente, conservado en la Catedral de Segovia, el resto de los ejemplares procede de los fondos de la Biblioteca Nacional de España, dando muestra una vez más de la riqueza del patrimonio bibliográfico que atesora la institución.

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Biblioteca Nacional. Del 21 de abril de 2022 al 23 de julio de 2022

Vestíbulo, Salón Italiano y Antesala del Salón de Lectura María Moliner (2º piso) Paseo de Recoletos, 20. Madrid.

Entrada gratuita y libre hasta completar aforo.
Se recomienda la reserva de entradas en la web de la BNE. Consultar horarios en la web de la BNE.
Aforo: 20 personas.

 

 

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