La novela negra es, sin lugar a dudas, una de las más destacadas aristas de la heterogénea e ingente producción literaria de Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 – Bangkok, 2003). Desde la publicación, en 1972, de Yo maté a Kennedy, (Planeta) hasta la póstuma edición de Milenio en 2004, Vázquez Montalbán escribió más de una veintena de novelas y cuentos protagonizados por el investigador privado Pepe Carvalho, que le llevaron a convertirse en una de las figuras cumbre de la novela negra en España. Publicadas en una época política de transición en España, en una trasfondo cambiante y en una sociedad que estaba viviendo movimientos más que significativos, Vázquez Montalbán jugó un importante papel en el impulso y desarrollo de una narrativa de género.
Debido a esas circunstancias sociales, históricas, políticas y culturales en España, la primera novela en la que aparece el personaje de Carvalho data de 1972, y creo que resultaría más acertado comentar que la primera narración de Vázquez Montalbán, que puede ser calificada como negra pura, es el título de Tatuaje, de 1974. Una novela, que se centra en la investigación de la muerte de un joven cuyo cuerpo aparece en una playa luciendo un tatuaje, ajustándose así a las características de esa narrativa negra característica, inexistentes en la primera aparición de Carvalho en Yo mate a Kennedy, más cercana a los cánones de la literatura experimental.
Esta obra nació hace ya 50 años, y en ella Pepe Carvalho hacía su primera aparición pública. Una novela, que revolucionó la literatura de género en España mucho antes de ese boom de la novela negra y dio inicio a un auténtico fenómeno narrativo transfronterizo.
Con Yo mate a Kennedy, se inició una saga detectivesca, que se asentó con la ya mencionada Tatuaje y dio origen después a muchos títulos más como La soledad del manager, Los mares del sur (premiada con el Planeta), etc. Todo un compendio en el que se dan cabida el misterio, el engaño el asesinato y como no, la comida. Acompañamiento imprescindible como su fiel empleado Biscuter en toda la genealogía carvalhística. Culinaria, hedonista y viajera.
Para celebrar el medio siglo de Pepe Carvalho, Planeta (en Booket están editadas todas las novelas) recuperan el primer título de la serie: Yo maté a Kennedy. En esta primera novela se nos presenta al personaje como un guardaespaldas de origen gallego que ha sido miembro del Partido Comunista de España y ahora lo es de la CIA. Nadie mejor que él para descubrir lo que se oculta tras el asesinato del presidente John F. Kennedy. En su momento, el libro se presentó como una novela de aventuras. Pero es algo más. No en vano, la obra de Vázquez Montalbán destaca por ofrecernos un afinado retrato de su época.
Como dice el escritor Miqui Otero en el prólogo de esta nueva edición, se construye una de las novelas más divertidas y serias de la literatura española de los años setenta. Una fantasía cromada, galáctica e íntima, con un argumento imposible, pero también posible, por irresoluble, la dolorosa y tragicómica empanada mental de nuestro país en ese momento. Un boceto mestizo, que combina novela satírica y futurista, ensayo sociopolítico, teatro, música y poesía para atrapar esa imposibilidad, no narrarle desde el realismo.
Esta obra es un proyecto literario que rompe moldes de la literatura y se expande como posibilidad de aquello que se puede escribir, leer o comunicar. Como apunta Otero, de una imposibilidad de la tragedia de la que nace el esperpento enfrentándonos a un retrato esperpéntico de un tiempo pasado donde reside una visión alucinada, pero certera, del presente que el lector elija.
En la saga de Carvalho encontramos un ajuste de cuentas a los tópicos que formaron parte de la educación moral, política y sentimental en un momento muy concreto de la historia de España. Leer Yo maté a Kennedy es la forma de acceder a la figura mítica del personaje, en la que se refleja un mundo irreal, en la que muestra una forma de hacer novela negra sin mostrar que es novela negra, ya que en la época en la que se escribió no podía existir el crimen, es decir, en la España de Franco todo iba bien.
Una obra imprescindible, en la que el lector puede empezar a conocer este personaje característico como olla empieza a ponerse en ebullición, para ir conociendo al detective solitario, seductor, antiheroico, misterioso, hedonista y dotado de su propia ética, además de poder acercarse a un género criminal que le sirve al autor para encauzar su crónica personal de un periodo de la historia contemporánea de España. El propio Montalbán llegó a manifestar que las novelas de Carvalho, sobre todo las escritas durante la década de 1970 y los primeros años de la de 1980, fueron, fundamentalmente, «novelas realistas, crónica de lo que va a ser la vida española de transición desde la decadencia del franquismo».
En definitiva, un escritor comprometido con el contenido político de la literatura y que utiliza un discurso contracultural y escéptico opuesto al mensaje oficialista que supone la clara plasmación de un personaje cuya perspectiva fatalista y burlesca rige una particular visión del mundo, que sirve de crónica social a través del detective gourmet.
Yo maté a Kennedy // Manuel Vázquez Montalbán // Editorial Planeta // 2022 // 18,90 euros
https://journals.uio.no/MVM/article/view/585/602
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