La crisis que azota a España ha dejado y sigue dejando muchas víctimas, aunque intenten hacernos creer que estamos saliendo de ella en este año de elecciones políticas. Las principales víctimas son los jóvenes españoles, tenemos una tasa de paro juvenil de más del 50 por ciento, pero este cuento lo llevo escuchando desde que iba a la facultad (de eso han pasado ya bastantes años), en esa época no había un paro tan voraz pero sí que te decían que te tenias que poner las pilas mientras estudiabas y más si hacías una carrera de humanidades, y ¿cómo te ponías las pilas? pues con las famosas prácticas no remuneradas. El sistema laboral siempre se ha aprovechado de los jóvenes, con la pantomima de esas prácticas, que además parece que te hacían un favor dejándote trabajar con ellos (pero que favor y que ocho cuartos), el favor se lo hacías tú a ellos, ya que con esta artimaña estabas cubriendo un puesto de trabajo cualificado en toda regla por tres duros, vamos ni por eso, los tres duros te los daban cuando eras licenciado y ya empezabas a acumular experiencia laboral.
Miguel Brieva (Sevilla, 1974) es un inquieto dibujante con una amplia trayectoria en la tira gráfica, nos cuenta a través de Reservoir Books “Lo que me está pasando”, un diario no paginado en el que durante un mes escribe prácticamente, por prescripción de su psicologa, un joven licenciado llamado Víctor que lleva parado varios años y se debate entre el desánimo y la depresión. Un día, sin previo aviso, comienza a vivir extraños fenómenos que lo van alejando poco a poco de la realidad al tiempo que le ofrecen una visión reveladora de la misma. Esa realidad paralela que empieza a vivir está cargada de un tremendo surrealismo pero con grandes cargas del verdadero realismo social que está sufriendo alrededor y que lo llevan a vivir durante esos días esquizofrénicos un mundo onírico cargado de aforismos e incluso poesía visual.
A través de la mordaz crítica de los textos junto con un dibujo inspirado en la publicidad de los años cincuenta y me atrevería a decir con grandes dosis de influencia de la viñeta franco-belga, con un gran cuidado del detalle en cada viñeta formada en blanco y negro combinando ese claro oscuro con un naranja infernal, le da una fuerza tremenda a cada una de ellas, todo ello estructurado en un gran ritmo narrativo, recordándome en ocasiones a los textos de Alan Moore en Watchmen de cómo esa narración se va entrelazando con los diálogos, nos llevan a la paranoia real de la actual situación que estamos viviendo en nuestro país.
Brieva ha publicado viñetas e historietas cortas en una larga lista de publicaciones, ya sea en mayor o menor medida, tanto de cómic (Nosotros Somos Los Muertos, Recto, Tos, El Jueves) como en prensa generalista (El País,Rolling Stone, Cinemanía, Generación XXI). Se dió a conocer con la serie “Dinero”, (recogidas también por Reservoir Books) formada en su totalidad por viñetas o pequeñas historietas cortas que se caracterizan por una crítica inteligente al sistema capitalista y a la sociedad consumista. Entre sus influencias están Robert Crumb, Daniel Clowes, Pessoa, Winsor McCay, Tom Zé, Chris Ware o André Franquin. Por sus páginas desfilan personajes tan diversos como Robby the Robot, Kubrick resucitado o el mismo Dios como despreocupado creador de todo el tinglado. Incluso se intuyen homenajes de raíces Monty Pythonescas.
Todo un genio de los pinceles y los lápices que se incorpora a la novela gráfica con este éxito.
Lo que me está pasando // Miguel Brieva // Reservoir Books 2015 // 18,90 euros
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