A dÃa de hoy, resultarÃa imposible evocar las figuras y los trabajos de los fotógrafos Gerda Taro (1910-1937), David Seymour (1911-1956) y Robert Capa (1913-1954) sin referirse a sus imágenes de la Guerra Civil española, un acontecimiento que marcarÃa profundamente sus carreras, sobre todo la de Taro, ya que perdió la vida en ella, en concreto, murió aplastada por un tanque en la batalla de Brunete. Principalmente la pareja Taro-Capa, realizaron fotografÃas con pasión del lado republicano de la contienda, consiguiendo asi un reconocimiento internacional -sobre todo Capa-, como grandes fotógrafos de guerra del siglo XX. La mayorÃa son fotografÃas en primer plano, ya que según palabras del propio Capa: «si tus imágenes no son lo bastante buenas, es que no te has acercado lo suficiente», centrándose sustancialmente en el lado humano de una guerra desproporcionada.
Robert Capa estaba implicado con la suerte de la República Española, llegando a realizar un total de nueve viajes por diferentes zonas del paÃs, cubriendo el conflicto desde los primeros dÃas hasta los últimos. «El antifascista fue la gran causa moral de la izquierda europea en los años treinta». Capa no fue ajeno a esta tendencia de su generación, y estaba al tanto de los avances que se habÃan producido en la polÃtica española desde la proclamación de la Segunda República y el exilio del rey Alfonso XIII. Especialmente sensible a la amenaza del alzamiento militar de julio de 1936, en cuanto empezó la guerra, Capa buscó la manera de llegar cuanto antes a España.
A su llegada a Barcelona, en agosto de 1936, Capa junto a Taro, fotografió la incorporación de las milicias a la contienda, aunque desaparecen más tarde de su iconografÃa a partir del otoño de 1936. Otro de los temas frecuentes de su labor fotográfica son las Brigadas Internacionales, a las que fotografió desde sus primeros combates en la Ciudad Universitaria de Madrid, hasta su retirada de la guerra a finales de 1938.
Tras la muerte de Taro y fruto del trabajo que habÃan ido realizando, Capa publicó un libro titulado La muerte en ciernes (recuperado hoy por La Fábrica), realizado con parte de su trabajo, son 111 las fotografÃas que lo componen, junto a las de Taro (24 imágenes) y Chim (13), con las que iban acompañadas por pies de foto escritos por el propio fotógrafo húngaro. Publicado en febrero de 1938, cuando la Guerra Civil española aún no habÃa terminado, este fotolibro recoge las imágenes tomadas en el lado republicano y que resultan a dÃa de hoy espectaculares, sin perder un ápice de su valor documental e histórico.
El libro se estructura en torno a los viajes de Capa a distintos frentes republicanos. Viaja desde Barcelona a Aragón, PaÃs Vasco y luego al sur, hasta Madrid y después hasta AlmerÃa, donde cientos de refugiados huyeron de los «destructores de otros paÃses». El texto de la publicación se presenta en párrafos breves, que complementan y explican de forma concisa las imágenes que acompaña, aunque las fotografÃas no se correspondan con la ciudad que indican el texto o los tÃtulos de las secciones, ya que el libro no tenÃa como objetivo la precisión periodÃstica. Se lee como un álbum de fotos que describe con palabras e imágenes lo que el autor presenció.
El libro es un facsÃmil de la edición original, con diseño y maqueta de André Kertesz (1894-1985), conocido por sus contribuciones a la composición fotográfica y por sus esfuerzos para establecer y desarrollar el ensayo fotográfico. Los textos y las imágenes son exactamente iguales y casi todas las imágenes proceden de nuevos escaneos de copias impresas originales o de negativos de la Robert Capa and Cornell Capa Collection del International Center of Photography (ICP), asà como de otros archivos, y en esta ocasión se han impreso en un precioso semitono que hace recordar a las publicaciones de aquellos tiempos. El texto está compuesto en una fuente tipográfica que replica la original de la primera edición. Da como resultado una versión remasterizada con la esencia principal que traslada al lector cuando llegó la obra a las liberarÃas neoyorquinas aquel febrero de 1938.
Con prefacio del periodista estadounidense Jay Allen (1900-1972) que llegó a cubrir como corresponsal de diversos medios norteamericanos, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. La obra es un retrato visual de un lado de la guerra, de sus gentes, de sus campos, de su suerte; en el que se muestra la motivación principal de los inicios por la lucha de unos ideales y defender aquello que se habÃa conseguido hasta el momento, a través de las reformas que se habÃan implementado por la Segunda República, para luego pasar a ver cómo se va desmoronando todo, en ese campo de pruebas bélicas que llegó ayer el paÃs, preludio de lo que iba a venir en años próximos. «España era la terra incógnita en el mapamundi de la civilización. Una tierra perturbadora; soñolienta pero incapaz de conciliar un sueño reparador (…) España es hoy una gran mancha de sangre que los monosabios nunca podrán limpiar, ni con toda la arena del mundo», escribe Allen.
El lector podrá recorrer mediante las fotografÃas el transcurso del primer año de guerra. Imágenes y textos que relatan «la sucesión de efÃmeros triunfos, los horrores del conflicto y, en general, la lucha republicana por sofocar la insurrección fascista del general Franco», escribe Cynthia Young en el colofón de la edición.
Recuperar un libro como este, del que por desgracia no pudo tener una primera edición a la altura -por diversos motivos de una posible dejadez por parte del editor o impresor- es esencial, por el gran material de rigor histórico que contenÃa y que se exhibe en el, siendo todo un hito editorial, que no hay que dejar pasar, ya sea para todo amante de la fotografÃa o para el lector en general, pero sobre todo, por ser documento visual y palabra histórica que comparten un momento de la Historia contemporánea. Un lenguaje visual apasionado y poético en el que la muerte no es tabú. «Para Gerda Taro. Que pasó un año en el frente español. Y se quedó.» R.C.
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