Ken Garland ha sido durante mucho tiempo y lo sigue siendo una de las figuras creativas del diseño gráfico. Se le podría calificar como el precursor y visionario del diseño social. Combina talento y encanto con una tremenda energía efervescente. Es posible que sea igualmente conocido por la franqueza de sus opiniones que por sus diseños. Pero por lo que emepezó a destacar y crear controversia fue por su manifiesto de 1964 “Lo primero es lo primero” (First Things First), un documento que causó un considerable revuelo en su época. Fue apoyado por más de cuatrocientos diseñadores gráficos y artistas publicado en el periódico The Guardian. Reaccionando contra la opulencia de la Gran Bretaña de los años sesenta, buscaba radicalizar el diseño, que se había vuelto vago y acrítico. Afirmaba que el diseño no es un proceso neutral, carente de valor. Atacaba a la cultura consumista que sólo se interesaba por comprar y vender cosas, y reivindicaba la dimensión humanista del diseño gráfico. Se volvió a redactar en 1999 y después en 2014 para nuevas generaciones de diseñadores.
“Los problemas que tenemos son que existen productos, servicios y causas que necesitan de las mejores formas de persuasión para llegar a un público que está totalmente saturado de información. Y eso ocurre en mayor medida ahora que cuando se publicó el primer manifiesto de “First Things First”. Hoy en día hay tantas fuentes de información que el diseñador gráfico ha de ser extremadamente ingenioso para conseguir que su mensaje llegue al público. Lo que hacemos es poner al servicio de estos fines nuestras habilidades de persuasión, algo que generalmente se hace mejor en Publicidad. Me parece una pena que algunos de nuestros mejores recursos se estén dedicando a los aspectos menos importantes de los medios informativos, lo cual ocurre en algunos tipos de Publicidad. Es irónico, ¿no? Los productos más amorfos y con menos carácter requieren más esfuerzo para ser vendidos. Hablo de cosas como los detergentes. No tienen nada malo, los detergentes, ¿no? Pero tienes que trabajártelos mucho para venderlos más que otras marcas de detergentes que venden exactamente lo mismo. Se tiene que gastar muchísimo dinero para conseguir realmente poco y, en mi opinión, es un malgasto de dinero. Hay formas en las que los diseñadores gráficos… Los diseñadores pueden usar sus habilidades de persuasión en un campo o en otro, siempre y cuando haya dinero para financiarlo. Esa es la cuestión. Pero en la mayoría de temas en los que nos gustaría participar nadie pone dinero. Necesitamos un mejor reparto del financiación, aplicada a las causas que nos interesan.” Entrevista en Monografica.org
Desde luego es un tipo poco común: un diseñador con principios que trabaja para causas en las que cree, y que daría mucho de lo que hablar y escribir al analizar todo su trabajo, pero en esta ocasión me centro en el proyecto que desde 2008 ha creado junto a su mujer Wanda, la editorial Pudkin books. Esta pequeña empresa comenzó con el objetivo específico de la emisión de una serie de libros de imágenes bajo el título general “a close look at… ‘en un formato de A6 (148 x 105 mm). Se lanzaron tres títulos a la vez y hasta la fecha han sido publicados doce. Todos fueron impresos en una prensa digital en ediciones limitadas -por lo general 100- y muchos han sido reimpresos. Esta es su firme intención de adherirse a este patrón, centrándose en la limitación a corto plazo de la impresión digital bajo demanda; prefieren publicar muchos títulos en pequeñas ediciones que menos en ediciones grandes.
Las publicaciones son un escaparate propio para la fotografía de Ken Garland, con temas que van desde piedras a los gráficos/imágenes de la calle, las ventanas mexicanas, a Buddy Bears de Berlín. Sin embargo, otros títulos cuentan con acuarelas de John Laing, fotografías de Lana Durovic y las ilustraciones producidas Ruth, la hija de Ken, cuando ella era apenas un adolescente. Estos dibujos tuvieron su génesis en la obra de Ken como diseñador consultor de Galt Toys.
El diseñador Joseph Marshall y la escritora Sarah Snaith trabajaron en el lanzamiento de la web para la compra de estos libros en la red (antes sólo se podía pedir las publicaciones a través de formularios en papel escritos a mano) coincidió con el nuevo sitio web de Garland. Por fin estos títulos encantadores pueden ser adquiridos por un público más general accediendo así a una edición de libros de fotografía curiosa y enriquecedora.
ArteDiseñoFotografíaIlustracionesLibrosMedios