Panait Istrati (1884-1935), fue un escritor rumano de expresión francesa. Un caso bastante diferente en la historia de la literatura. Llamado el «vagabundo rumano» por J. Kessler, «vagabundo genial» por E. Raydon, «vagabundo de los Balcanes» por Blasco Ibáñez, o el «nuevo Gorki» por R. Rolland, fue un bohemio que se hizo a si mismo. A base de luchar contra su adversidad natural en la que se movía, ya que su niñez se basó en tener que vivir la pobreza. Hijo natural de una lavandera rumana y de un contrabandista griego, sólo asistió a la escuela durante cuatro años y tuvo que realizar todo tipo de trabajos para ganarse la vida.
Su espíritu inquieto y aventurero, le llevó a partir a Oriente Medio en 1906 sin dinero ni pasaporte. Un viaje que le marcó e influenció en su carácter abierto y cosmopolita que le llevó a esa vida aventurera de viajante constante. Sin un domicilio fijo, viajes frecuentes, oficios muy variados, varios matrimonios, y una formación autodidacta, le llevó a convertirse en uno de los escritores de una literatura de signo autobiográfico de la que brotan las heridas de una existencia difícil, cuyo momento álgido es un intento de suicidio.
Guy Nadaud (Francia, 1948), más conocido como Golo, es uno de los autores de cómic más representativos de la novela gráfica en Francia. Comenzó su carrera allá por los años 70 y es autor de una veintena de álbumes entre los que se encuentra «Istrati. El vagabundo» (Astiberri), su primera obra editada en castellano hasta el momento. Es el primero de los dos tomos en los que Golo aborda la biografía del escritor rumano, y llegó a formar parte de los 10 finalistas al Fauve d’or del festival de Angoulême de 2018, que consagra al mejor álbum del año del país galo.
La historia comienza a través del reportaje y la curiosidad de una periodista en mostrar la figura del escritor vagabundo, Golo rehabilita a este librepensador mostrando los primeros años de su vida, desde su infancia hasta que que se va asentando como adulto, su vida turbulenta, con frecuentes mudanzas, su hartazgo de la escuela y su amistad con el carismático bandido Codin, con el que frecuenta el cabaret y agudiza su conocimiento del alma humana. Su amor por los libros y los idiomas que va aprendiendo en ellos. Hace de esta obra y del personaje, una oda al esfuerzo y a las ganas de buscar en los libros aquello que la vida no da.
En su camino por los Balcanes, Istrati, conoce la vida de sus futuros personajes, hombres de los caminos polvorientos, de las aldeas y ciudades de unos Balcanes quedados como atrás, en otro tiempo, de miseria, pero también de cierta pureza anímica. Golo nos va mostrando a través de un dibujo de línea clara y en blanco y negro, que va dotando al relato gráfico y narrativo de un contexto más dramático y duro, lo que era más importante para Istrati, la sinceridad. Una sinceridad del acto artístico y una sinceridad de los actos de la propia existencia del hombre, buscando lo puro, la belleza, la verdad, el amor de la amistad, sin ataduras, sin coacciones de libertad. Ser un espíritu libre que busque, deje, encuentre y haga, a través trozos de vida, sin artificio alguno, sin retórica.
Golo, con su dibujo refleja el costumbrismo social, el cómo es que pasan las cosas en el mundo, mostrando qué se puede hacer para cambiar la manera de vivir que nos tratan de imponer. Algo muy importante es su cualidad de narrador. Su manera de dibujar y escribir con palabras sencillas que acompañan a cada viñeta aportando una estructura narrativa fuerte y bien realizada.
Istrati es un personaje que te lleva a pensar, a reflexionar si de verdad es necesario para vivir de rodearnos de todos los accesorios y comodidades que tenemos. También de dar voz a las personas marginadas y de denunciar el nacimiento de esta sociedad moderna, donde parece que lo importante sólo es el dinero, provocando de esta manera que desaparezca la identidad humana. Una identidad necesaria, que no se debe perder en ningún momento, ya que es lo que realmente nos hace ser cómo somos. Aborrecido por los comunistas por haber denunciado los horrores del régimen soviético y detestado por los nacionalistas por su «cosmopolitismo», Istrati encadenó varias novelas que son otros tantos testimonios penetrantes de un diálogo entre Europa y Oriente.
En definitiva, es una novela gráfica con una posibilidad de tener lectores muy diferentes y de exponer ciertos temas o personajes, siendo poderosa, que entrelaza la vida y la miseria en una apelación al amor, la amistad y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos del cómic actual en español y deseando leer ya el tomo II.
«Istrati. Tomo I. El vagabundo» // Golo // Astiberri // 2019 // 27 euros
Cómic