Entre el 5 y el 19 de Octubre de 1934 tuvo lugar una huelga general que desembocó en la llamada Revolución de Asturias. Una insurrección obrera organizada por los socialistas en toda España conocida con el nombre de Revolución de octubre de 1934 y que sólo arraigó completamente en Asturias, debido fundamentalmente a que allí la CNT sí se integró en la Alianza Obrera propuesta por los socialistas de la UGT y el PSOE, a diferencia de lo sucedido en el resto de España.
Declaraban tener como objetivo derrocar a la II República española e instaurar el poder obrero y la socialización de la economía, ante la tendencia cada vez más reaccionaria de la II República y ante la incapacidad del nuevo Estado republicano de garantizar las condiciones y demandas básicas de las masas, o al menos de purgar a los representantes políticos y militares más siniestros de las clases dominantes que habían dirigido las dictaduras y guerras previas a la República.
De ahí que la forma de organización social y política de la Comuna Asturiana —nombre con el que también se conoce a la Revolución de Asturias, por sus similitudes con la Comuna de París de 1871— fuera la instauración de un régimen socialista en las localidades donde predominaban los socialistas (o los comunistas), como Mieres, donde se proclamó la República Socialista, o como Sama de Langreo; o comunista libertario donde predominaran los anarcosindicalistas de la CNT, como en Gijón y sobre todo en La Felguera.
Fue duramente reprimida por el gobierno de Alejandro Lerroux, contra el que se había lanzado la insurrección, además por haber dado entrada en el gobierno a tres ministros de la CEDA, recurriendo, por decisión del general Franco que dirigió las operaciones militares desde Madrid, a las tropas coloniales marroquíes —los regulares del Ejército de África— y a la Legión procedentes del Marruecos español. A pesar de ser derrotada, la Revolución se convirtió en casi un mito para la izquierda obrera española y europea.
Con todo ello, el dibujante y autor Alfonso Zapico (Blimea, 1981) nos lo lleva contando desde 2015 cuando publicó el primer tomo de su gran obra La balada del norte (Astiberri). Un proyecto inicial que parecía que en principio iba a ser para dos tomos, y por suerte, para todos los fans de Zapico (entre los que me incluyo) ha llegado hasta el volumen 4. Eso si, cierta nostalgia invade al lector cuando terminas de ller la última página y se confirma que este cuarto tomo será el último de la serie.
Una serie en la que el autor nos ha llevado de la mano por esa dura Revolución de Asturias, mostrando a través de su gran dibujo realista y cargado de detalles, en los que la fuerza de su rigor y la tensión de los acontecimientos se traducen en grandiosas páginas cargadas de sentido y significado, a través de las cuales junto con la intensidad y dramatismo del blanco y negro, traduce y visualiza la condición humana en un entorno hostil. Sus personajes, como el hijo del marqués junto a su prometida Isolina, hija del revolucionario Apolonio, buscan sobrevivir, luchar, amar, y sobre todo, triunfar en un mar de traiciones, inseguridades, incertidumbres y revanchas.
En este último tomo, Zapico nos lleva a esa posrevolución, mostrando a aquellos pocos revolucionarios que tuvieron que irse al monte a refugiarse de las represalias seguras por parte del gobierno de la República. Con Largo Caballero en prisión, Indalecio Prieto en Francia y muchos otros rebeldes muertos, los protagonistas vagan por las montañas de Asturias en un invierno frío cargado de nostalgia y derrota. Unos acontecimientos que van llenando el vaso de la ira y que cuando se desborda todos sabemos lo que pasó, la guerra.
Zapico, es uno de los autores y dibujantes que mejor transmite la historiografía de nuestro país a través de su magnífico trazo, por lo que tener esta genial tetralogía gráfica es imprescindible para todo aquel amante del bueno cómic y también de la Historia. Son cuatro volúmenes dotados y ejecutados con maestría y de una personalidad gráfica abrumadora, cargadas de rigor y astucia propia que, a la vez, se integran perfectamente en un todo que consigue acercar ese pedazo de Historia al lector.
10 años de trabajo que ya superan los 42.000 ejemplares vendidos de los tres primeros volúmenes de la serie que acaba de terminar con esta cuarta entrega, «un verdadero episodio nacional dibujado que le habría encantado a Galdós y una obra maestra de la historieta española», concluye Óscar Esquivias en su prólogo, a lo que me sumo rotundamente.
La balada del norte. Tomo 4 // Alfonso Zapico // Astiberri // 2023
Cómic