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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Viñetas de un turista accidental

Viñetas de un turista accidental
Pablo Delgado el

La historia de la humanidad se ha comprendido por los diferentes movimientos migratorios que han tenido las civilizaciones antiguas, desde a búsqueda de un habitat en el que vivir y desarrollarse, hasta expandirse y conquistar nuevos territorios. Por ello, los medios de transporte han jugado un factor determinante desde los inicios hasta que se produjo la primera revolución industrial. A partir de aquí, nacieron medios mecánicos como el ferrocarril, el barco de vapor, los canales y carreteras, produciendo de esta forma una revolución agrícola, el desarrollo comercial y cambios demográfico-sociales. Con la segunda revolución industrial se produjo otro tipo de transformaciones sociales a finales del siglo XIX y principios del XX, como por ejemplo durante este período el coste de los transportes experimentó un gran descenso que permitió la integración de los mercados hasta entonces muy desconectados.

Los transportes se utilizaban principalmente para el desarrollo de la industria pero con la democratización de estos, el sistema capitalista y el auge de la clase media, a finales del pasado siglo XX, trasladarse de un lugar a otro se convirtió en un acto que  se establecía, en su mayoría, por placer. Un placer que llega hasta nuestros días como algo natural, que forma parte de nosotros, acercando de esta forma civilizaciones junto con sus culturas. Viajar siempre ha significado moverse para enriquecerse de forma intelectual, por estudios, por trabajo o incluso por situaciones de fuerza mayor ajenas al individuo. También están aquellos que por el mero hecho de “coleccionar” ciudades en donde han estado, intentan crearse un estatus social frente a los demás.

Cuando uno viaja a un lugar desconocido por motivos de placer se convierte en la figura del turista. Una figura que en algunas culturas es muy característica y que no suele pasar desapercibida ante los nativos del lugar. Una figura que va a visitar los lugares más populares de las ciudades que los reciben, cada una de forma diferente, y en donde suele haber colas interminables o aglomeraciones que no suelen dejar ver aquello que se quiere visitar, etc..

Luego está la figura de Miguel Gallardo, gran ilustrador español que se muestra como un incansable viajero. En su última obra que funciona como un cuaderno de viaje, narra de forma divertida cómo han sido algunos de sus viajes realizados por motivos de trabajo o por placer, convirtiéndose así en “Turista accidental” (Astiberri). En un principio iba a llamarse Turista horizontal, por eso que asegura el autor catalán de pasarse media vida en tal postura en las camas de hoteles de medio mundo. Pero no, finalmente pudo más un término que remite al “despiste crónico de un Miguel Gallardo que se crece ante los misterios y las adversidades”, según describe en el prólogo el escritor y periodista Enric González.

“Turista accidental” muestra a un Gallardo irrepetible, con los rápidos apuntes de sus esquemáticos dibujos y precisos textos, y su sobrada capacidad para la observación, con ese gusto tan de él de hacer suyos idiomas foráneos, de dejarse llevar por la onomatopeya, el humor y los devaneos irónicos sobre todo lo que le rodea, comenzando por su propia persona.

Y todo ello se plasma en un viaje en bitono y color, con unos trazos sueltos y entrelazados casi como si fueran bocetos, pero que con el gran manejo del lápiz por parte de Gallardo consigue un efecto de lo que pretende ser, un cuaderno de viaje con todos o casi todos los detalles. Con cubierta del diseñador Enric Jardí, el autor de María y yo  nos hace un recorrido por Praga, Frankfurt, Varsovia, Málaga, Nueva York, Xalapa, Tokio o Barcelona, cuyo primer capítulo narra una desternillante experiencia en los aeropuertos del Prat y Barajas, que podría definir a este creador de expansiva personalidad mejor que ningún documentado en un perfil subiendo y bajando escaleras, buscando puertas de embarque, en esta escena es algo de lo que te sientes muy identificado.

“Turista accidental” es un relato de costumbrismo satírico en donde se mezcla principalmente el humor con un poco de drama del viajero, que desde que empiezas a leerlo te conviertes en acompañante con Miguel Gallardo, del que si no te separas tendras momentos de sonrisa asegurada en esta especie de sátira viajera, y de cómo todavía en el siglo XXI viajar puede ser una tarea ardua y sobre todo muy cansada. Y además amenaza con más, espero que no se demore mucho en ello porque estoy deseando volver a embarque con los dibujos de Miguel Gallardo para viajar por el mundo.

“Turista accidental” // Astiberri // Miguel Gallardo // 14 euros // 2016

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