A lo largo de la historia de la humanidad ha habido cientos, que digo cientos, miles de acontecimientos que han cambio el rumbo de la vida de los hombres y mujeres de este mundo, así como han logrado dar un salto cualitativo en el desarrollo de las grandes civilizaciones. Entre esos hitos se encuentra un invento que supuso uno de esos saltos cualitativos para el desarrollo de la humanidad, y sobre todo, el de su conocimiento. El invento fue la imprenta de tipos móviles.
Hacia 1459 y años anteriores, los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas realizadas por los monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la copia de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. Realizaban la función de copistas. Porlo que el conocimiento escrito solo estaba al alcance de unos elegidos.
En la Baja Edad Media en Europa se utilizaba la xilografía para publicar panfletos publicitarios o políticos, etiquetas y trabajos de pocas hojas. Para ello se trabajaba el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos —un trabajo de artesanos—. Una vez confeccionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también de madera, y se impregnaban de tinta negra, roja o azul, después se aplicaba el papel y con un rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera era considerable, por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde.
En este contexto tecnológico, Gutenberg apostó por ser capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia en menos de la mitad de tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas, y que esas copias no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos. En vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros «tipos móviles».
Este invento proporcionó a Gutenberg, y por tanto a la humanidad, la capacidad de reproducir los manuscritos de forma más rápida. A su vez, este invento desembocó en el invento más importante del segundo milenio, la Biblia de Gutenberg, conocida como la Biblia de 42 líneas. Se publicó en Maguncia, actual Alemania, en la década de 1450, y fue la primera publicación occidental importante que se imprimió utilizando estos nuevos tipos móviles de metal, lo que representó el inicio de una nueva era (la edad de la imprenta) en la distribución del conocimiento con la producción masiva de libros.
Antes de Gutenberg, en Asia ya se utilizaba la impresión con tipos móviles, pero esta no había llegado a Occidente. Con la nueva técnica de Gutenberg se hizo posible acelerar significativamente la producción sin sacrificar la calidad. Aunque el propio impresor no amasó ninguna fortuna con su invento, enriqueció de forma brutal el conocimiento público, fue un pionero en lo que a comunicación de masas se refiere e hizo posible que la gente accediera a las ideas.
Por todo lo que significó la Biblia de Gutenberg se trata sin duda del libro más valioso de un fondo bibliográfico y documental que merece figurar entre los más importantes del mundo. Valioso por inaugurar la era de la imprenta, y porque está considerado por muchos como el libro más hermoso jamás impreso. Paradigma del fruto de la imprenta primitiva, es un objeto a medio camino entre lo industrial y lo artesanal. Industrial por su producción en serie y artesanal por cada ejemplar que exhibe cierto número de rasgos diferenciadores que determinan su “individualización”, un elemento casi definitorio del libro impreso del siglo XV.
Una vez más Taschen lo vuelve hacer, ofrecer al público un elemento editorial esencial de la historia de la humanidad. Gracias a la editorial podemos deleitarnos en esta edición facsímil, todo el tiempo que queramos, en esas capitulares decoradas a dos o tres colores, del tipo de letra gótica (la letra nacional alemana de la época), y sobre todo, de su lograda composición que se aprecia en la estudiada y magnífica justificación y armonía en la disposición del texto a dos columnas y en 42 líneas.
Una gran oportunidad única y un hito editorial histórico, el poder tener al alcance de la mano y del bolsillo (100 euros) una representación de un libro que lo cambió todo. No solo por su invento y su significado, sino por contribuir al principio de la democratización del saber.
Esta cuidada reimpresión de la Biblia de Gutenberg, se ha realizado a partir del ejemplar que se conserva en la Biblioteca de Göttingen, una de las poquísimas copias originales en papel vitela (pergamino) que sobreviven, y por lo tanto uno de los libros más valiosos del mundo registrado en el programa Memoria del Mundo de la UNESCO. Esta edición incluye las 1.282 páginas de esta obra maestra artística y tecnológica así como un cuaderno escrito por Stephan Füssel, titular de la Cátedra Gutenberg en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, en el que analiza la influencia transformadora de Gutenberg, así como dos documentos importantes de la época: el Manuscrito de Göttingen, que se utilizó para ilustrar la edición de la Biblioteca de Göttingen, y el único acta notarial de Ulrich Helmasperger que se conserva como testimonio de la historia de este invento único y de su producto, la Biblia de Gutenberg.
Un incunable pieza de museo, que ahora se convierte en pieza alcanzable, y por lo tanto, imprescindible de todo amante de los libros.
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