El papel del patrimonio sumergido en la educación.
A partir de 2014 el patrimonio sumergido que remonta al período 1914-18 (I Guerra Mundial), comenzará a entrar en el ámbito de la Convención de la UNESCO de 2001 sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático y los Estados miembros han sido invitados por el Director General a apoyar esta iniciativa.
Las grandes pérdidas humanas y el trauma colectivo fue algo trágico en la historia de la Humanidad. Muchos de los barcos se encuentran sumergidos en sitios arqueológicos llamados “sitios-tumbas”. Se debe prestar atención a la importancia histórica del conflicto y a los aspectos globales y humanitarios de esta guerra naval, y evitar también al extenso saqueo y la explotación comercial de los pecios. Por fin, el Consejo Consultivo y Técnico de la Convención ha recomendado obtener información y material relacionado con el patrimonio subacuático de la I Guerra Mundial para la educación del público.
El artículo 20 de la Convención, sobre sensibilización del Público, dice: “Cada Estado Parte adoptará todas las medidas viables para que el público tome conciencia del valor y de la relevancia del patrimonio cultural subacuático (PCS), así como de la importancia que tiene su protección en virtud de esta Convención”.
En este contexto, el incremento de la concienciación del PCS en el público permite avanzar seriamente y de manera asertiva en el ámbito educativo. Sin una adecuada conciencia entre los más jóvenes, que serán los responsables del futuro del patrimonio, no hay cómo fortalecer la lucha que nosotros levamos a cabo en el presente.
¿Cómo enseñar a los jóvenes que en la mar también existe patrimonio que debe ser preservado y valorado, mas allá de los clichés del entorno bello, azul y el interés por las historias de piratas? Este reto ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Y cómo responder a un joven estudiante que nos pregunta: ¿Si hubo una guerra tan terrible como la de 1914-18 también en el mar, cómo es posible que hubiera una II Guerra Mundial?
Los que vivieron en aquella fecha de 1914-18 ya no están para compartir su historia, sus experiencias, así que es tiempo de que aquella historia sumergida sea descubierta, estudiada, preservada del mejor modo por los que nunca hemos participado de aquellos acontemientos, pero debemos ser sus justos guardianes.
Porque la mar es “El mayor museo del mundo”.
Fátima Claudino
Comisión Portuguesa para la UNESCO
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