ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Espejo de navegantes Expertos en arqueología naval

Nada está ubicado donde creemos.

Nada está ubicado donde creemos.
Andrea Zucas el

¿Como se creó la imagen moderna del mundo?

Un cartógrafo flamenco, Gerard Kremer, conocido como Mercator, dedicado al estudio de las Matemáticas, la Astronomía y la Geografía  dominó las técnicas del grabado y fue constructor de globos terráqueos, tuvo una idea fascinante. He hablado de el en otras ocasiones desde este blog, pues ha sido un cartógrafo que “ha hecho historia” y que afirmaba que los mapas “son los ojos de la historia”. Veamos por qué.

Examinó con sentido crítico los mapas antiguos, estudió las crónicas de los navegantes y elaboró una proyección cartográfica en 1569. Podríamos decir que fue un hito en la historia de la navegación.

En 1541, Mercator trazó sobre un mapamundi, las líneas que ayudaban a los navegantes a encontrar más fácilmente la ruta. En 1569 logra transportar éstas líneas de su globo terráqueo a un plano.

Su mapa se desarrolla en un momento histórico que se enmarca en los grandes descubrimientos geográficos. Los errores de cálculo en la navegación que tantas vidas y naufragios costaron en aquellas épocas, comienzan a encontrar las soluciones con la nueva proyección.

Desde aquella época es el mapa que se institucionaliza para la enseñanza de la geografía y, como vemos, Europa se encuentra (si cruzamos dos diagonales) al centro del mundo. En 1600, Europa comenzó a establecer nuevas relaciones militares y comerciales con continentes del hemisferio Sur. Curiosamente en la proyección Mercator estos países se representaron mucho más pequeños en superficie, que la que poseen en realidad. El Norte del mundo aparece mucho más grande. Mientras que en realidad es el Sur el que tiene el doble de superficie.

Esto se corresponde a las propias necesidades europeas a mostrarse como centro del mundo. Dominación y conquistas, hacia estos países del “fin del mundo”.

Existe una corriente social que se refiere a la imagen eurocéntrica  como  funcional a la explotación del tercer mundo por parte de los países industrializados a la época poscolonial.

¿Qué nos cuenta la historia?

Podemos analizar que, todas las sociedades humanas han manifestado cierto grado de etnocentrismo. Asumiendo la centralidad a sus creencias y aplicando conceptos en grafías. Así lo fue  en Europa desde las sociedades feudales, hasta sus progresos.

Hubo concepciones  visuales del mundo muy diversas. Los mapas adoptaban posiciones desde ópticas y lecturas interesantísimas.

Algunos ejemplos de ello lo vemos en interpretaciones  religiosas, desde el Cristianismo se forzaba a “orientar” respecto al oriente, es decir, con el este, que se pensaba como el “paraíso terrenal” y se situaba en la zona superior de las cartas. Así es que los cartógrafos medievales querían trazar su orientación al Jardín del Edén. Por su parte, los cartógrafos árabes, ubicaban el sur en la parte superior de los pergaminos donde se representaba La Meca, a los que nombraban como mapas “sureados”, así el norte se convertía en el sur.

Otro ejemplo importante sobre las posiciones y orientaciones en la cartografía fue  Jerusalén, que ha sido el centro del mundo durante siglos en los mapas. Después del año 1100 a causa de las cruzadas en tierra Santa, adquiere gran importancia.

Además este concepto lo encontramos en mapas de culturas lejanas por ejemplo: Cuzco en Perú, o Tenochtitlán (ombligo del mundo para los Aztecas).

Lo cierto es, que todos los mapas, son parte de su tiempo, de su lugar, y se han enfocado a ciertos propósitos a la hora de confeccionarlos.

Así se ha ido instaurando el Imperialismo europeo.

Desde Europa, se inicia la globalización y el capitalismo, se impulsan conceptos políticos y sociales durante el Renacimiento. En la cartografía se buscaba representar la extensión de los imperios. En la época de los descubrimientos es  cuando aparece una auténtica escala planetaria, en todos los campos: el económico, el político, el espacial.

La ciencia y su divulgación se facilitan a través de la imprenta. La construcción de la historia, se ha estimulado desde la óptica occidental. La expansión colonial y posterior revolución industrial concede “el derecho” de expresar el pasado a Europa y su dominio e influencia en el conjunto del mundo.

Estableció dimensiones tanto del tiempo como del espacio. La expansión territorial exigía cierto cómputo del tiempo y se establece antes y después del nacimiento de Cristo. Se define Europa en términos Cristianos.

No sólo Europa comienza su expansión por el orbe, deja de ser una cultura regional y exporta su modelo a todo el globo, también los contactos con otros mundos y otras culturas hacen que estos se interaccionen entre sí y con el mundo europeo, este último es el modelo que va siendo política y económicamente dominante y, paulatinamente, va imponiendo sus criterios a los otros. Esta preeminencia no es en absoluto evidente en sus comienzos, así, por ejemplo, en los siglos XVI y XVII no existen diferencias, en términos de poder, notables entre Europa y el Imperio Otomano, o, por ejemplo, con la China.

Con el desarrollo de la navegación surgen los portulanos, las primeras cartas náuticas.

Los portulanos con costas próximas, como es el caso del Mediterráneo, podían tener validez, pero al perder su centralidad y trasladarse la navegación a los grandes océanos tuvo que dejar lugar a las nuevas proyecciones.

¿Como fue posible esta institucionalización de nuestro mapa del mundo?

En un principio, los paralelos y meridianos se superponen a las líneas o redes portulanas.

El avance que suponían las nuevas técnicas cartográficas con los nuevos conocimientos se adecuaba a  trazar rumbos con precisión.

Aquí es donde eclosiona la cartografía de la mano de la proyección Mercator. Eran tiempos de la imprenta y las ciencias aplicadas se difundían con mayor facilidad, y sobre todo, a la difusión de diferentes ejemplares de una misma obra.

Al calor de esta situación la cartografía y la geografía reciben un decidido impulso, gracias al cual comienzan a formarse auténticas escuelas nacionales de cartografía, que dan lugar a una ingente producción de mapas que, a su vez, van incorporando tanto los avances técnicos como las tierras descubiertas por viajeros y exploradores.

Las nuevas posibilidades de la técnica contribuyen a la difusión del saber y a las de las distintas líneas de investigación y de producción cartográfica que van desarrollándose en las diferentes escuelas nacionales.

En Francia, Holanda, Italia, Inglaterra, Alemania o España, se van consolidando una serie de autores, unos más famosos que otros, que van conformando el saber geográfico y van confeccionando la imagen del mundo, una imagen eso sí a la medida de los patrones e intereses europeos, por decirlo así se trata de una cosmovisión a imagen y semejanza de Europa, que es la que la crea. Otras potencias, tales como Rusia o la Turquía Otomana, encargarán sus propios mapas y estimularán la aparición de su cartografía oficial.

Los cartógrafos holandeses son la vanguardia de la producción europea de los siglos XVI y, especialmente, XVII.

En la Europa del mundo moderno, va surgiendo la aparición de los estados –algunos según el modelo de los estados-nación, otros según el modelo de los imperios o estados plurinacionales-

A partir del siglo XVIII, las grandes potencias europeas crean los servicios geográficos nacionales, que elaboran la cartografía del país atendiendo a las necesidades militares surgidas de los continuos conflictos bélicos.

El proceso histórico económico conocido como Revolución Industrial, contribuyó a perfeccionar aún más los mapas debido al desarrollo de las redes de transporte que comenzaban a unir distintos puntos del planeta de forma sistemática. Para poder trazar estas redes era necesario realizar estudios cartográficos.

Las pautas del pensamiento de ese modelo dominante y con ellos los de organización -y que empieza ya en esa época a ser globalizante en un sentido contemporáneo de la expresión- y sus visiones del espacio y del funcionamiento del universo son las que empiezan a imponerse a escala mundial.

La escuela holandesa se erige en la puntera de toda Europa, tanto por su concepción teórica como por sus aportaciones técnicas, siendo la principal de ellas la proyección, de Mercartor. Sus trabajos se extienden por toda Europa ya sea a través de la producción propia, de la realizada por encargo o, bien, por las pautas que marca y los parámetros que adoptarán otros cartógrafos europeos.

Miles de mapamundis de distintos cartógrafos aplican la proyección Mercator, a demanda de los acontecimientos.

Veamos de qué se trata.

La proyección cartográfica es el método que representa la superficie de la tierra sobre un plano, son esenciales para la confección de mapas. Supone un sistema estructurado que traslada la red de meridianos y paralelos desde una superficie curva como la de la esfera a una superficie plana.

No existe un método perfecto de proyección, de hecho, todos ellos de una manera u otra distorsionan la realidad.

El uso de una u otra proyección depende del tipo y finalidad de cada mapa

La elaboración de mapas o cartografía se ha beneficiado mucho de los avances tecnológicos acaecidos tras la II Guerra Mundial. Probablemente algunos de los avances más importantes han sido la utilización de fotografías aéreas y sensores de control remoto, la utilización de computadoras para el almacenamiento y tratamiento de datos, así como para el trazado de mapas, y el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), que ha reducido sustancialmente el margen de error al determinar la localización exacta de los puntos de la superficie terrestre.

Hubo una diversidad de proyecciones estudiadas como por ejemplo, Proyección pseudoconical Johannes Stabius en el 1500, la proyección cónica de Johann Heinrich Lambert en 1772, (que será utilizada siglos adelante para contrarrestar la de Mercator). Luego una proyección pseudocilíndrica fue utilizada por varios cartógrafos durante el 1600.

 Sin embargo, quizás por la importancia que tuvo en épocas del auge de la navegación, el modelo particular de Mercator superó gradualmente todos los demás para convertirse en la imagen de el mapa del mundo que ahora está en todas partes en las paredes de las aulas, en los libros y ahora incluso en Google Maps.

Todos los mapas que estudian la geografía, comunican mucho más que la mera información, pues todos ellos además contienen la visión del mundo que percibimos como real. Los mapas son la forma en que vemos el mundo: creemos que el Norte es más grande que el Sur, creemos que Europa es el centro del mundo.

Pero si históricamente hubiésemos adoptado otros modelos cartográficos…

¿Como se contaría la historia y el estudio de la geografía?

Desde la cartografía sabemos que, dependiendo de la extensión y ubicación de la zona a representar en el plano o mapa, se elegirá un tipo de proyección, teniendo en cuenta las características geométricas que cada uno de ellos conserva y las que no, así como los efectos que su uso tendrá en la representación de los ángulos, áreas, distancias y direcciones de la superficie a cartografiar.

Un mapa de proyección Mercator es una proyección cilíndrica y, a la vez, conforme. Es muy exacto en las regiones ecuatoriales, pero se distorsiona bastante en las áreas de las latitudes altas. Sin embargo, las direcciones se representan con gran fidelidad y esto tiene especial importancia para la navegación (con este fin concibió Mercator su mapamundi en 1569). Toda línea que corte dos o más meridianos con el mismo ángulo se representa en el mapa de Mercator como una línea recta. Una línea con estas características, que se denomina línea de rumbo, representa la trayectoria de un barco o avión con rumbo magnético constante. Al utilizar un mapa Mercator, el navegante puede trazar una ruta dibujando simplemente una línea entre dos puntos y leer la dirección de los puntos cardinales en el mapa.

Esta fue la gran obra maestra de Mercator: la Nova Et Aucta Orbis Terrae Descriptio, realizada en 1569.

Veamos diferentes aplicaciones históricas desde el modelo Mercator, entenderemos como se instauró la imagen desde mapas temáticos antiguos. Lo cierto es que, intencional o no, la imagen del planeta se va consolidando en los siglos siguientes.

Esta es una de las primeras representaciones de la  proyección  de Mercator 1597.

Un mapa ilustrado del cartógrafo flamenco Jodocus Hondius, Titulado “Una imagen de las tierras de todo el globo en donde la batalla del caballero católico está gráficamente pintada”. El pecado, con una culebra, el diablo y la muerte atacan al guerrero.

Luego vemos visiones políticas en magníficos gráficos imperiales, como la siguiente.

Aunque tiene fecha de 1630, esta «imagen moderna del mundo», de Philippus Eckebrecht parece ser una reimpresión posterior. Está dedicada a Leopoldo I, emperador del Sacro Imperio Romano, que llegó al trono en 1658. El mapa se creó originalmente a instancias del astrónomo Johannes Kepler (1571-1630) para reflejar su nuevo cálculo de longitud y latitud sobre la base de la observación planetaria.

A lo largo del tiempo moderno podemos encontrar miles de ejemplos de mapamundis representados con proyección Mercator.

Como hemos visto antes, existe una corriente por sustituir este  antiguo modelo, que  se corresponde en la lucha social contra aquella ideología de la explotación.

Un punto de vista diferente, “los mapas  para la igualdad social”.

Como proyecciones propagandísticas, Arno Peters, periodista, expresa que es posible el uso de la cartografía como método de difusión de ideales políticas. En 1973, presentó en rueda de prensa su proyección de superficies equivalentes.

El enfoque de superficies equivalentes de Peters fue propuesto por primera vez en 1722 por el matemático alemán Johann Lambert (1728-1777) En 1855 el cartógrafo escocés James Gall (1808-1895) publicó esta proyección acimutal.

Lo que se busca en ello, son proporciones correctas  para expresar percepciones sociales más justas.

La propaganda de Peters y los medios en aquel momento, se aferraron a éste “primer mapa no racial”. En 1983 apareció una edición inglesa del mapamundi.

“Los mapamundis ejercen un efecto poderoso y duradero en la percepción que tienen las personas de las formas y tamaños de tierras y mares”.

Este “costumbrismo” visual que se incorpora históricamente en instituciones  nos adormece en una imagen errónea (proyección específica para antiguos navegantes) de concepción colectiva occidental del mundo. Una geografía de la información pasa a través de todas aquellas disciplinas que en conjunto componen los distintos aspectos de nuestro mosaico cultural.

Con su aporte Arno Peters logra demostrar que es posible conciliar ciencia y conocimiento con la búsqueda de Justicia social y de igualdad, es esto lo que impacta, “un mañana mejor no podrá surgir a partir de una imagen que fue útil en el pasado”. Indica que la cartografía y proyección Mecator en el “espacio y en el tiempo”, ha sido una “superficie de tendencias”.

Aún así, ninguna proyección es perfecta. La proyección Peters trata de huir de la imagen eurocéntrica del mundo, y es capaz de representar las latitudes altas hasta los 90º. Las distorsiones menores se encuentran en las latitudes medias, donde vive la mayor parte de la población. Con esta proyección se mantiene la superficie real de los países, pero las formas y distancias son modificadas.

La cartografía social, manifiesta que se ha fomentado actitudes imperialistas europeas durante siglos y ha creado perjuicios étnicos contra un tercer mundo. Un sistema predominante de comunicación ha inducido a la imagen conceptual mundial, a percibir una orientación, demarcación, fronteras, y el poder de los estados. En tanto que las civilizaciones que se expresan en el mapa de menor tamaño o en posición Sur o descentralizada, tenderán a adoptar actitudes de inferioridad.

La proyección Mercator, es sin duda una de las más perdurables y  exitosas proyecciones cartográficas creadas durante el siglo XVI. Quizás solo debió utilizarse para lo que fue creada, y haber podido estudiar geografía desde otras proyecciones, aunque creo, que una vorágine de acontecimientos fue induciendo la utilización de de este modelo, inocentemente, o no.

Hoy en día, a partir de ella se han creado algunas variantes, como el sistema de coordenadas UTM (Universal Transverse Mercator).  

Podemos seguir interpretándola desde los mapas de google maps.

Por cierto, me pregunto ¿Y si el ser humano, el mundo en general, hubiese alcanzado en gran parte su desarrollo desde el hemisferio sur?

 

 

 

ArchivosCartografíaOtros temas
Andrea Zucas el

Entradas más recientes