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La foto de la fragata Mercedes que ocultó el expolio de Odyssey

La foto de la fragata Mercedes que ocultó el expolio de Odyssey
Jesús García Calero el

Mañana se presentan en Cartagena, en presencia del ministro Íñigo Méndez de Vigo, los resultados de la inspección en el pecio de la fragata Mercedes. _El barco del IEO Ángeles Alvariño viajó hasta el yacimiento y ha fotografiado el estado actual de los restos. _Los arqueólogos esperan una valoración real de los daños causados por la apresurada extracción de las monedas en 2007, algo que permitirá que los delitos causados por los cazatesoros no queden impunes. _En 8 años la justicia española no ha pasado de diligencias previas en el caso, lo cual es incomprensible para expertos jurídicos

La agencia francesa Drassm ya ha comenzado una nueva excavación en profundidad, la de la fragata Lune, en un alarde tecnológico. ¿Cuándo dará España el siguiente paso?

Mañana la arqueología española hace historia porque se cierra un capítulo en una de las más amargas desgracias del patrimonio histórico español. Y también se abre una nueva etapa, que puede ser decisiva para la valoración de la historia naval de nuestro país. Sabremos exactamente lo que se ha encontrado en el yacimiento de la fragata Mercedes, donde Odyssey Marine Exploration protagonizó en 2007 el mayor expolio de nuestra historia reciente. El equipo español dirigido por el arqueólogo Iván Negueruela, director del Arqua, regresa a Cartagena con las conclusiones de su prospección, después de una semana a bordo del Ángeles Alvariño, buque del Instituto Español de Oceanografía. Es importante que después de tanta polémica y lectura (y tutela) política del asunto por las implicaciones diplomáticas que había, llegue el turno de los técnicos. Hay que celebrarlo.

Después del expolio, llega la hora de la ley, la ciencia y la razón. Tal es el empeño que, sin duda, ha presidido la misión enviada por España para comprobar el estado del yacimiento de la fragata Mercedes, un proyecto muy esperado aunque haya sido ocho años después del expolio. Ayer llegó a la base de Rota, en Cádiz, el Ángeles Alvariño, tras la inspección del pecio. Y hoy se dirigen a Cartagena, donde mañana darán a conocer los resultados de la exploración. Allí, el ministro de Educación Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, comprobará y presentará el respaldará con su presencia el gran trabajo realizado.

Ruta seguida por el Ángeles Alvariño en su misión de la pasada semana al pecio de la Mercedes

En el lugar del expolio, a 1.200 metros de profundidad y a unas 30 millas de la costa del Algarve portugués, reina la oscuridad, la misma que ha reinado allí, en los restos que se convirtieron en la tumba de 263 personas que se cobró la Batalla del Cabo de Santa María hace 211 años. Es oscuridad fue perturbada en los meses de abril y mayo de 2007, tras el último permiso recibido por Odyssey para actuar en nuestras aguas (se suponía que buscaban un pecio inglés), en una extraña nota del Ministerio de Asuntos Exteriores, que según se vio en Wikileaks dio pie al expolio. En cuanto a esta misión arqueológica, poco se ha sabido de cómo se ha llevado a cabo, debido a que no hubo presentación del proyecto -una anomalía más en la gestión pública del patrimonio subacuático en España-, así que no se sabe todavía exactamente qué intervención se pensaba hacer. Eso sí, se ha podido saber que el equipo español ha encontrado fácilmente los cañones de la fragata y ha documentado el yacimiento con un vehículo subacuático remoto (ROV). Incluso ha dejado allí, junto a los restos, una placa de homenaje a todas las víctimas de la batalla en la que se hundió la fragata en 1804.

Restos de la culebrina semienterrada, que aflora 2,5 metros del lecho arenoso donde reposa la fragata, según la fotografió Odyssey en 2007
Parte de la culebrina que la Mercedes llevaba como lastre y que permitió a España identificar el pecio en el juicio

A tanta profundidad, los pecios suelen quedar tal como naufragaron y su deterioro es lento, como comprobaron recientemente los equipos estadounidenses de la NOAA con el pecio de Monterrey, a 1.300 metros en el Golfo de México (misión retransmitida en directo) y anteriormente los trabajos de Luc Long y Michel L’hour en los pecios de Marsella y de la fragata del Rey Sol -llamada la «Lune»- a 90 metros (y bien relatada en este blog). Aunque la Mercedes estalló cuando un cañonazo alcanzó su santabárbara, un barco tan grande debe haber dejado numerosos restos, porque buena parte de su estructura quedaría conservada.

Forro de cobre del pecio de Monterrey, fotografiado a 1.300 m. de profundidad durante la misión de la NOAA en el Golfo de México

El Ángeles Alvariño ha pasado una semana sobre el yacimiento, tiempo insuficiente para realizar una misión arqueológica completa, con los típicos sondeos en trinchera y tomas sistemáticas de muestras que permitirían una valoración total de los daños y también una comprobación científica de la identidad del barco. Pero a buen seguro que los arqueólogos y demás especialistas habrán documentado de manera completa el yacimiento y podrán valorar el estado actual así como los daños causados por el expolio. No en vano, aunque la Mercedes estalló, llevaba la carga en las bodegas. Como es lógico, no debió ser tan fácil extraer las monedas entre los restos. Solo teníamos las fotos del fondo tomadas por Odyssey y después la de los contenedores cargándose en la bodega de un avión en Gibraltar, aquel mayo de 2007.

Sección de una fragata como la Mercedes. La bodega está bajo los puentes y cubiertas. Normalmente los pecios conservan la parte inferior bajo el lecho marino

Sin embargo, esta misión marcará un antes y un después: está claro que para llevarse la carga de plata que llenaba las bodegas en unas pocas semanas, los cazatesoros debieron dañar para siempre el yacimiento, remover restos -tal vez también restos humanos de las casi trescientas víctimas- y destruir el contexto. La impronta de la inmensa cantidad de monedas extraídas (590.000 de plata más algunos objetos y monedas de oro) no está en las fotos que la empresa realizó del yacimiento. Esa imagen nos falta, y lo ideal es que España la hubiera logrado recabar aquel mismo año de 2007. Es la imagen que ocultó el expolio y mañana será desvelada. ¿Habrá consecuencias legales de esta inspección, puesto que la justicia española aún no ha dicho nada de lo que ocurrió en 2007? Habrá que esperar a mañana. A todo expolio le sigue una sanción, cuando lo hace cualquier ciudadano, sea español o no. ¿Por qué habría que renunciar a una investigación judicial completa e independiente? No parece lógico, sobre todo después de las irregularidades que se registraron años atrás en el juicio.

Restos de jarcias asociados a un cañón de hierro corroído. si están las jarcias, algunos restos del madera o forro de cobre del casco no andarán lejos /Odyssey Marine Exploration

El abogado José María Lancho, que aportó para el Gobierno pruebas decisivas contra Odyssey en el caso de Tampa y ha colaborado en el único juicio español del caso, que sigue empantanado en el Juzgado número 3 de La Línea de la Concepción (8 años después) afirma que “si han podido encontrar ese yacimiento podrán confirmar que las actividades de Odyssey Marine lo dejaron amputado, saqueado, definitivamente incompleto. Sabemos por el detalle de los bienes extraídos que el descanso de aquellas víctimas les interesó bastante menos que sus botonaduras y tabaqueras de oro. Si hemos llegado hasta el yacimiento y los españoles de la generación presente se han podido reencontrar con los restos de esa otra España perdida es para dar la doble respuesta de la legalidad y de la ciencia a uno de los actos de expolio más graves ocurridos en Europa. Otra actitud convertiría esta expedición en una visita turística.

Restos de un cañón de hierro /OME

 

Forro de cobre, y restos metálicos. Abajo lingotes de cobre y estaño. Faltan también ajuares, botellas, barriles, y seguramente habrá restos humanos bajo la arena /OME

Esperamos que la realidad de la inspección haya sido tan exigente. Porque esta misión marcaría entonces un antes y un después: utilizando por primera vez los medios del Estado -el citado barco del IEO y el ROV Liropus 2000, gracias a la intervención de Eduardo Balguerías, presidente del instituto- España lanza claro el mensaje de que sí puede ocuparse de su patrimonio subacuático. Ahora es urgente que lo haga, que concrete ese empeño con un proyecto ambicioso, en la fragata o en cualquier pecio importante de los de aquella España marítima y olvidada, de navegantes, científicos y soldados que bien merecen nuestro recuerdo y el respeto de todos.

El arqueólogo Javier Noriega, de Nerea, una de las empresas que más veces alertó al Ministerio de Cultura de las actuaciones de Odyssey y después se querelló contra los cazatesoros en La Línea como acusación particular, celebra esta misión con estas palabras: “España ya es capaz. Por primera vez en su historia se ha sumergido en profundidad para ver que ocurre con uno de sus pecios históricos. Este hecho, el de la exploración de la Mercedes tras su expolio, marca un hito en exploración, en la llamada prospección de esa nube de puntos, en forma de naufragios, que es nuestro legado hispánico sumergido. En esta ocasión, las cámaras de alta definición del robot del IEO podrán transmitir, y los arqueólogos evaluar, el daño que se ha hecho a  la estructura de madera del pecio, en el que fallecieron 249 marineros y del que se sustrajeron las 600.000 monedas. El expolio alteró y vulneró científicamente un yacimiento arqueológico para siempre. Toca cuantificar los daños en el pecio de la fragata, en nuestra historia y el pasado, para posicionarse en el futuro y dejar bien claro un mensaje: no se pueden destruir impunemente los pecios hispánicos, por profundos que se encuentren. Tras fotografiar la escena del crimen, toca el turno de los poderes públicos y de la justicia para restablecer la ley, el orden y la ciencia. Como hacen todos los países avanzados culturalmente del mundo al conocer que han sido expoliados, cuando su historia y patrimonio han sido ultrajados y deshonrados”.

Entre esos países destaca Francia. En espera del documental que el Ministerio de Cultura ha prometido sobre la prospección en el pecio de la Mercedes, que ha rodado Javier Trueba estos días, ponemos debajo un enlace al documental francés sobre la “Operación Lune”, la fragata del Rey Sol cuya historia los arqueólogos del DRASSM han logrado recuperar del olvido.

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