El Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos de España acaba de publicar un nuevo y muy interesante libro, titulado “Buques menores y fuerzas sutiles españolas, 1700-1850” fruto de la larga, muy trabajada y minuciosa investigación de Enrique García-Torralba Pérez.
Recordarán los seguidores de este blog que ya hicimos mención del autor y de otra de sus obras, referida a los navíos de línea españoles entre 1700 y 1860 en otra entrada, de abril de 2016. De la calidad de ese tan interesante como necesario estudio es buena muestra que obtuviera el Premio “Virgen del Carmen” de la Armada para libros en la convocatoria de 2013. Anteriormente había publicado otro sobre las fragatas del mismo período, y especialmente, sobre la artillería naval de la misma época, igualmente premiado en 2009. Todo ello avala el interés y la calidad de sus trabajos.
Este último y aún más novedoso estudio, tras la presentación de D. José de Lara Rey, Decano-Presidente del Colegio citado, se inicia con una Introducción del autor, seguida de una explicación de conceptos, imprescindible para un lector no especializado, dada la complejidad de la época de la vela y la amplia y a veces confusa terminología marinera, así como los problemas técnicos de una época ya muy lejana de nosotros y que presenta desafíos y realizaciones que solo con esa explicación podemos comprender y valorar.
El cuerpo del libro se divide en cuatro partes y 21 capítulos, seguidos de un Epílogo, Abreviaturas utilizadas, Índices de tablas e ilustraciones que acompañan al texto, la extensa bibliografía utilizada, aunque es primordial la investigación realizada sobre fuentes documentales de los archivos de El Viso y de Simancas fundamentalmente, finalizando con un listado de los buques estudiados. Y todo ello en un impresionante estudio de 727 páginas bien ilustrado con planos y vistas de los buques descritos y analizados, de sus piezas de artillería y de otros detalles.
Jabeque redondo
La Parte I trata de los buques de vela cuadrada (o aparejo redondo) desde las corbetas (pequeñas fragatas) a bergantines, tan variados en tipología, a las urcas de transporte y los buques incendiarios o brulotes.
Bergantín español
La II incide sobre los buques de origen mediterráneo, como fueron las galeras, hasta su desaparición en 1748 y posterior renacimiento a finales de siglo ante la guerra con Argel, las galeotas, pequeñas galeras que estuvieron activas todo el siglo, o los jabeques, inmortalizados por D. Antonio Barceló y tantos otros grandes marinos. Y sin olvidar que muchos de estos buques, pese a su origen en un mar interior como el Mediterráneo, operaron también en aguas americanas y filipinas, tanto los de construcción peninsular como ultramarina.
Planos de una de las últimas galeras, ya de fines de siglo
La III versa sobre buques con vela cangreja, al tercio y guaira, interesantes tipologías hoy poco recordadas.
Por último, la IV estudia los más pequeños de todos: las cañoneras en sus múltiples variantes, y hasta las malhadadas baterías flotantes ideadas por el francés D’ Arçon en el último intento de recuperar Gibraltar por la fuerza.
Cañonera española navegando a la vela y plano de otra.
En suma: todo un tan erudito como novedoso estudio sobre un mundo de pequeñas embarcaciones, hasta ahora poco y mal estudiado, pese a su importancia para la Armada del siglo XVIII y pese a que su actuación y logros superaron en ocasiones lo conseguido por navíos y fragatas, que hasta ahora han acaparado casi toda la atención. Recuerde el lector la labor de los jabeques contra los corsarios argelinos, los bombardeos de Argel por las cañoneras que lograron una tan ansiada paz tras una guerra de siglos, o la defensa por éstas de Cádiz tras la derrota de cabo San Vicente, por poner los ejemplos mas sonados.
O por citar logros muy diferentes, recordar que fue la modesta goleta “Cantabria” la que llevó a América los primeros ejemplares de la primera Constitución española, la de Cádiz, dirigida a los “españoles de ambos hemisferios”, por no hablar de las pequeñas “María Pita” y “Magallanes” que dieron la vuelta al mundo llevando la vacuna en la primera campaña de vacunación mundial, y prestando tan humanitario servicio incluso a los enemigos de entonces.
Un libro de obligada y reiterada consulta, propiamente de cabecera, para todos los interesados en la construcción naval y en la guerra por mar en la época de la vela.
Y que, con los anteriores del autor, ya citados, le consagran como el mejor experto en estos temas tan decisivos para historiadores y arqueólogos navales.
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