En mi anterior entrada te hablé sobre el problema de los menores y el teléfono móvil (puedes leerla aquí) . Hoy quiero continuar con mi reflexión sobre el tema y además añadir algunas pautas sencillas para un uso responsable y seguro del teléfono móvil. Pautas dirigidas a los niños pero también (y principalmente) a sus padres. Son las que usamos en la Escuela de Padres con talento.
Debemos tomarnos el tema con seriedad y no restarle importancia. Considero que estamos acabando con la infancia y creando necesidades inútiles, adelantando y quemando etapas a una velocidad de vértigo. Porque, ¿para qué necesita un niño de siete años un teléfono móvil? El teléfono no puede convertirse en el “canguro” de nuestros hijos.
Hay estudios como el de Mobile Phone Cheker (una encuesta dirigida a 23.000 personas) en el que se destaca que la edad a la que los menores empiezan a manejar su propio dispositivo móvil ha variado seis años durante la última década. Por ejemplo, en 1993 eran los preadolescentes de 13,2 años los que adquirían el móvil por primera vez y no niños que acaban de entrar en primaria como en la actualidad. Yo me pregunto que si seguimos a este ritmo, ¿dónde vamos a terminar? En breve tendremos alumnos de educación infantil con su propio teléfono móvil…
Pero ¿por qué los padres consienten que los niños tengan móvil a tan temprana edad? Según el citado estudio tres cuartas partes de los mismos aseguraron que era por razones de “seguridad”, para estar más tranquilos. La verdad es que me sorprende que la tranquilidad y seguridad venga dada porque nuestro hijo tenga un móvil en el bolsillo, no lo acabo de entender. Que alguien me lo explique. Además si es para “estar en comunicación”, es decir, para tenerlos controlados siempre les digo lo mismo a los padres: ellos saben muy bien qué hacer para eludir ese control.
Otro de los aspectos que me llama mucho la atención del estudio es que destaca que un 22% de los padres les compraron el teléfono porque sus compañeros de clase también lo tenían. Como vemos la presión del grupo es muy fuerte y muchos padres acaban consintiendo la compra del aparato simplemente para que su hijo no sea el único que no lo tenga. No creo que sea la forma más acertada de proceder. Debemos establecer y mantener nuestro criterio y decisión sobre el tema como padres sin dejarnos influir por la opinión y la presión de otras familias y amigos de nuestros hijos.
Además el estudio revela que la precocidad a la hora de recibir el primer móvil no es lo único que ha cambiado sino también la moda y la facilidad por conseguirlo. Los niños de hoy no se conforman con cualquier teléfono, quieren un smpartphone de última generación. Adultos encuestados de entre 25-30 años coincidieron en que su primer móvil fue un Nokia 3310 y el 86% que tuvieron que “obligar” a sus padres a que se lo comprasen. Hemos pasado como en todo de un extremo al otro sin quedarnos en el término medio.
Nos queda mucho trabajo por hacer para evitar que las modas y el consumo feroz arrastre a nuestros hijos a consumir estos aparatos sin ningún tipo de preparación previa. Es nuestra responsabilidad como padres dar ejemplo y educar en un uso responsable del mismo. Además, debemos retrasar al máximo la compra del teléfono pues a un niño de 7-8 años no le hace ninguna falta un teléfono móvil, a partir de los 14 ya cambia la situación.
Aquí puedes escuchar la entrevista que me hicieron en RNE sobre el tema hace ya un tiempo.
Pautas para un uso responsable y seguro del móvil
A los padres
- Tenemos que comprarle el móvil a una edad y una maduración adecuada, teniendo en cuenta también su entorno de amistades.
- Debemos dejar bien claro a nuestros hijos lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer con el móvil.
- No utilizar el móvil como castigo o recompensa.
- Si el teléfono es de contrato, controlar las llamadas y el consumo y compartir esta información con los hijos para que sean sabedores del coste.
A los hijos
- No deben responder llamadas con número oculto.
- No facilitar su número a extraños (tampoco el número de sus amigos).
- No guardar datos personales en el móvil.
- No compartir imágenes que les envían sus amigos con terceros, sobre todo si son de carácter personal o íntimo.
- Evitar enviar fotos personales.
- Si son víctimas de ciberbullying deben guardar los mensajes de texto y emails.
- Si reciben imágenes pornográficas o con agresiones tienen que entregarlas a sus padres o profesores.
Los padres debemos informarnos y formarnos sobre el tema. La propia policía solicita a las familias que los padres marquen las pautas de uso del móvil e internet, explicando sus riesgos y cómo actuar ante ellos. Para ello recomiendo la lectura de un libro imprescindible de mi buen amigo y colaborador Pere Cervantes: “Tranki Papás”. Se trata de un manual ameno, sencillo y de lenguaje directo cuyo objetivo es que padres y educadores aprendan todo lo necesario respecto a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
En breve pondré en marcha mi programa de “training para familias” EDUCAR CON TALENTO desde el que impartiré en varias ciudades de España una formación bajo el título “Tus hijos y las nuevas tecnologías” con pautas y herramientas muy prácticas para abordar este problema. Si quieres más información puedes escribirme a oscargonzalez@escueladepadrescontalento.es
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