Estamos muy cerca del inicio del curso escolar. Por este motivo hoy me gustaría hablarte de un tema que nos preocupa mucho a las familias. Se trata de las actividades extraescolares. Y es que, en breve vamos a estar organizando la agenda de nuestros hijos (y también la nuestra) haciendo verdaderos encajes de bolillos para ver a qué los apuntamos.
Antes los niños tenían tiempo de aburrirse e incluso inventarse actividades cuando estaban en casa sin nada que hacer. De un tiempo a esta parte, les saturamos de actividades extraescolares y, a su corta edad, su agenda tiene poquísimos espacios en blanco…
El exceso de actividades produce en los niños altas exigencias a nivel académico y social. También para los padres que van de un lado a otro a llevarlos a tales actividades. ¡Una locura!
Nuestros hijos necesitan tiempo. Tiempo para la reflexión, para estar tranquilos e incluso a veces aburridos, ¿por qué no? Y en el día a día tener espacios para dedicarlos a las tareas escolares, estudiar para los exámenes, etc. sin que la organización de nuestro hogar se convierta en un auténtico caos.
Somos partidarios de que sean los niños los que elijan la actividad extraescolar que desean realizar: que descubran sus gustos y pasiones de forma lúdica y disfrutando de la tarea que están realizando… Evitemos que sean actividades cumplan el ideal elegido por los padres. Como siempre decimos desde Crianza Positiva: no nos proyectemos en nuestros hijos y los convirtamos en una prolongación nuestra.
Nuestros hijos no deben cumplir los deseos insatisfechos de los padres.El precio a pagar será muy caro: su felicidad.
No apuntes a tu hija a piano porque tú no pudiste estudiar piano en su momento. No apuntes a tu hijo a ballet porque era tu sueño de pequeña y tú no lo pudiste cumplir… Es un error.
Óscar González fundador de Crianza Positiva.
Fuente imagen:
Otros temashttps://www.freepik.com/free-vector/happy-children-enjoying-their-gym- class_17539133.htm